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 Al parecer Millie estaba enfadada conmigo, Jason me dijo que le diera tiempo.

Que de todas maneras, ella no tenía la voluntad.

Le pregunta por qué.

-Por si no te diste cuenta, desapareciste de un día para el otro-Me contestó Jason con calma.

Tenía miedo de que quiera dejar de ser mi amiga.

Así que se lo dije.

Me aseguro de que no tenía que preocuparme, que era tarde, que me fuera a casa. Sin decir nada más solo me fui; ni si quiera me acuerdo de que lo haya saludado.

Estaba volviendo a casa, pero a mitad del camino me olvide donde quedaba. Quería preguntarle a alguien; pero ni siquiera recordaba en donde quedaba; además, no había mucha gente caminando por el barrio a la madrugada.

-¿Tienes algo para decir?- Le pregunté a la muerte.

-No, nada de nada; a veces los humanos me dejan sin palabras.


Amigo de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora