68

143 27 3
                                    

 Millie y Jason pensaban que Michael era el mejor hermano de todos. Millie estaba encantada porque decía que se preocupaba por mí; además se había hecho amiga de Luna y Jason había encontrado alguien con quien compartir sus chistes sin sentido.

Mike me enseñó un montón de cosas del lugar, todo era hermoso, como si alguien hubiese volcado toda la perfección posible sobre esas tierras. Me llevó al bosque sumergido, que al principio me daba la sensación de que era algo tétrico pero después no quise salir. También recorrimos las orillas de un lago color turquesa y jugamos con Millie a tirar piedritas de colores tratando de que reboten tres veces sobre el agua.

Cuando estábamos preparando unas carpas para pasar la noche, Jason se lastimó la rodilla, si bien no era nada, mi hermano y Luna lo llevaron a emergencias, en caso de que fuera peor de lo que parecía.

Millie y yo nos habíamos quedado para cuidar las carpas y los bolsos. En ese momento me di cuenta lo hermosa que lucía sin siquiera intentarlo. Su pelo castaño claro estaba recogido en una colita de pelo alta que el viento despeinaba más todavía. Sus ojos color verde estaban fijos en el lago Traful, que se estaba tornando en un color anaranjado y violeta a causa del atardecer. Al parecer ella sintió que estaba embobado mirándola, porque se dio vuelta y soltó una risa.

-¿Tengo alguna especie de bicho en la cara? Avísame si tengo que asustarme-Bromeo.

-Sos hermosa-Solté, y la verdad me arrepentí al instante.

Ella solo volvió a como estaba antes, mirando los últimos rastros de sol perderse.

Después de unos minutos se puso delante mío.

-¿Alguna vez le diste un beso a alguien?-Me preguntó seriamente.

Sos la primera chica que me habla me parece que eso es obvio.

-No- Respondí sinceramente.

-Yo tampoco- Dijo.

Después de eso me beso.

Como si hubiese besado toda la vida.

Amigo de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora