Phoebe sintió un cosquilleo por su espalda mientras besos húmedos bajaban desde su cuello hasta las nalgas. Se rió mientras despertaba y abrazó la almohada intentando contener el sueño. Otras caricias por sus costados y su cintura comenzaron a hacerla cosquillas. Se rió con mucha más fuerza y se giró dejando ver el rostro divertido de Percy; sonrió bostezando mientras él se tumbaba a su lado y continuaba acariciando su espalda.
—Buenos días... — se inclinó y la besó la cabeza mientras colocaba la bandeja al lado de ella. Había preparado unas tostadas con mermelada de fresa, un zumo y un café para cada uno.
—Hola — se restregó un ojo y le sentó en la cama mientras se cubría el cuerpo con la sábana de la cama deshecha — ¿Qué tal dormiste? — preguntó cogiendo el zumo y llevándoselo a los labios.
—Dormir que se diga no hemos dormido — ella sonrió y se acercó a él dejando el vaso en la bandejita — Pero sí, he pasado buena noche.
—Esto está delicioso — elogió la joven mordiendo una de las tostadas — Están mejor que las de Winny.
—Yo la enseñé a hacerlas — explicó él bromista mientras se sentaba al lado de ella en la cama y pasaba un brazo por su cintura.
—Es la segunda vez que un hombre me trae el desayuno a la cama — Percy sintió una oleada de celos recorrerle el cuerpo, y ella notó la tensión en sus brazos, se rió y le miró para acariciar su pecho — Mi padre me lo llevó una vez cuando cumplí los doce años — explicó.
Percy se sintió algo estúpido, debió haber dejado que acabara de hablar, pero eso le hizo recordar que ella no era nada suyo. Quizás su amante o su empleada, pero no era su prometida ni mucho menos su esposa, por lo que no podía exigirla nada ni replicárselo. Deshizo la tensión en su cuerpo y la abrazó. Percy cogió el bote de la mermelada y con un dedo manchó el hombro de Phoebe.
Besó su piel con la mermelada y bajó mientras ella intentaba quitárselo de encima entre risas. Su barba la hacía cosquillas y la temperatura estaba subiendo, a pesar de que la chimenea seguía encendida y en el exterior había dejado de llover.
Phoebe se puso de rodillas en la cama de espaldas a él tras haber dejado la bandeja en una de las mesillas de noche y Percy la acarició el abdomen metiendo la mano bajo la sábana. Hizo que Phoebe se quitara la sábana y se quedara de espaldas a él. La untó la mermelada por la espalda y dejó que resbalara por su pecho y su abdomen mientras él la acariciaba y la besaba mordiéndola y chupando la mermelada. Cuando hubo terminado con la espalda la dio la vuelta y la besó mientras la atrapaba los brazos sobre su cabeza. Lamió toda la mermelada de fresa y la besó todo el cuerpo mientras su barba hacía que Phoebe riera por las cosquillas.
Después de aquello, decidieron terminar de desayunar mientras se miraban cómplices. ¿Cómo tendrían que comportarse después de aquello? ¿Cómo una pareja? ¿O como si no hubiera pasado nada? Percy y Phoebe aún se sentían algo confusos, no estaba en ellos no saber qué hacer y se les salía fuera de su control.
—¿Vamos a ir al pueblo? — preguntó Phoebe mientras él la besaba el cuello tumbados en la cama.
—Se me ocurren otras cosas más divertidas que hacer sin tener que salir — ronroneó apretando la cintura de ella contra su cuerpo.
—¿Tú plan es quedarte aquí todo el día? — preguntó ella dejándose hacer.
—Mientras nos entretengamos... — la mordió el lóbulo de la oreja y ella suspiró sonriendo — Aunque también podemos probar cosas nuevas, ¿eh? — ella se rió mientras se balanceaban de un lado a otro.
—Me parece bien — giró el rostro y le besó — Podríamos ponernos a ello... — Percy se rió de nuevo en carcajadas y les tiró en horizontal sobre la cama, haciendo que Phoebe gritara de la sorpresa.

ESTÁS LEYENDO
La Modista
RomancePROHIBIDA LA COPIA O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA. Cuando Phoebe pensaba que la vida no podría irle peor, pierde su taller de costura por una falsa denuncia. Sin trabajo, sin casa y con poco dinero, se ve obligada a buscar un trabajo de sirvienta, au...