.Secuela de Deseo Incontrolable.
Las clases en Aspen han llegado a su fin y todos deben volver a sus antiguas vidas, de las cuales intentaron escapar en su día.
Beth intentó pasar página después de lo ocurrido con Will, pero su corazón no termina de...
Ya ha pasado una semana desde que Beth y yo fuimos a visitar el Gran Cañón del Colorado y desde que todo cambió.
Beth apenas ha salido de la habitación que comparte con Scott y yo tampoco he hecho nada por evitarlo, pues ahora necesitamos un tiempo para reflexionar sobre nuestra relación y nuestros amigos. Al menos Scott me cuenta cada día cómo está y me invita a la habitación para hablar con ella, pero la mirada vacía de aquella noche no se me quita de la mente y no sé cómo debería actuar para no empeorar las cosas. Vale, sí, así tampoco estoy arreglando nada, pero también necesito tiempo para asimilar que uno de mis mejores amigos me ha traicionado y que otro está... pillado por mí. Dios, ni siquiera puedo creérmelo.
Salgo de la ducha del vestuario del MGM Grand Arena donde he estado día tras día entrenando sin parar y me pongo una toalla alrededor de la cintura antes de salir hacia las taquillas.
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-Ey, Will, ¿has hablado con Logan? Te estaba buscando -escucho decir a alguien que acaba de entrar por la puerta principal.
Miro por encima del hombro hacia su posición antes de abrir la taquilla y veo que es uno de los chicos con los que luchaba cuando llegué a Las Vegas. Es un buen tío, aunque sería mejor si no fuese porque le van demasiado las drogas. Vino hace diez años a vivir aquí y dejó toda su vida en Rusia. Al principio admito que me intimidó su altura y su gran cuerpo, pero eso también le hacía ser lento y pude con él en el ring.
-¿Qué pasa, Hedeon? No, no le he visto.
-Creo que es porque esta noche iba a dar una fiesta. Por lo visto tienen una despedida de soltera en su discoteca algo especial y está invitándonos a ir. ¡Esas tías vienen a darlo todo! -grita sin parar de reír.
Vuelvo a darme la vuelta hacia mi taquilla e intento no hacer mucho caso a sus palabras. Eso es lo último que me gustaría hacer ahora mismo. Mientras me pongo ropa limpia escucho a Hedeon abriendo el grifo de las duchas mientras comienza a canturrear una canción rusa que he oído muchas veces en estas circunstancias.
Cuando termino de vestirme guardo las cosas en la taquilla y me despido de Hedeon que sigue duchándose, pero antes de salir del vestuario entra Logan y resoplo al ver que no he conseguido librarme de él.
-Will, te estaba buscando -suelta antes de que pueda decir algo que me ayude a escaquearme de él.
-¿Es algo urgente? Tengo algo de prisa y...
Logan me quita las llaves de la moto con las que estaba jugueteando para hacerle ver que ya me iba y pasa de largo hasta quedar sentado en uno de los bancos del vestuario. Verle en un sitio así con un traje perfectamente planchado ya no se me hace raro, aunque sigo pensando que parece un auténtico gilipollas.
-Esta noche quiero que vengas a mi discoteca. Doy una pequeña fiesta y tú eres uno de los invitados estrella. Ya me darás las gracias más tarde.
