Capítulo: #15 Pero a veces me pregunto si valdrá la pena parte 2

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- ¿Qué? ¿Tratas de huir de mí? - Me dijo Billie con un tono de voz medio raro.

Yo lo miré sin ningún tipo de expresión o sentimiento y negué con la cabeza rogando porque no se diera cuenta que estaba nervioso.

- Frankie, te he estado buscando… ¡por mucho tiempo! - Me dijo con voz casi desesperada - ¿Tus amigos no te han dicho? -
- Sí - Contesté seco - Pero verás, no tengo intenciones de verte, seguir hablándote o tener algún contacto contigo, ni siquiera visual -
- ¡Uh! ¿Tan pronto se te olvido lo que tuvimos? Si hasta hace un par de días aún me besabas - Me dijo con cinismo.
- Eso fue porque me tomaste desprevenido - Billie nada más se rió y alzó una ceja mirándome con aires de grandeza.
- ¿Y se puede saber que has estado haciendo que te desapareces tanto? -
- ¡Cosas que no te importan! - Le dije casi gritando.
- Bien bien, no me digas… pero quiero que sepas que yo sé todo… ¡todo! Y sólo quiero advertirte que...-

En ese momento se calló y me miró serio, yo esperaba para que continuara pero no lo hizo, así que tuve que presionar.

- ¿De qué carajo hablas? -
- ¡Jajaja, no lo sé! No me hagas caso, estoy algo loco -

Empezó a reír como desquiciado y yo lo miré con miedo.

- Billie… no es por nada ¡pero me tengo que ir! Y te pediré de favor que ya no me vuelvas a seguir o buscar o alguna de esas cosas psicópatas que haces -

Me miró con un poco de enojo pero asintió al instante.

- Bien - Se dio la vuelta, no sin antes mirarme de una manera que me dio pavor, acompañado de una sonrisa macabra y se fue. Lo cual me sorprendió porque para esas alturas ya estaría tratando de besarme o algo peor…

Pero en ese momento no me importó… nada importaba ya… lo mandé todo al carajo ¡Iría con Gee! Y eso era lo que importaba.

Salí corriendo hacia su departamento y entonces mi corazón empezó a hacer ‘Bum-bum’ más fuerte y emocionado… en mi rostro aparecía una sonrisa enorme y ya me sentía en las nubes… o en el infierno, lo que fuera el caso.

Llegué a su departamento y la puerta estaba semiabierta, así que entré sin preguntar, sabía que ya no se iba a molestar ni me iba a golpear en la cabeza como antes… Dejé mi mochila a un lado de la puerta, encendí la luz y lo fui a buscar… En la sala no estaba, así que fui a buscarlo en su recamara, en el baño, en la cocinita, pero nada… 

¿Por qué será que me desesperé y sentí terriblemente abandonado cuando no lo encontré?

- ¡¿Gee?! - Mi grito salió casi desesperado - ¡Gee, vamos, esto no es gracioso! ¡¿Dónde estás?! - Después de eso, lo único que escuché fue el gran silencio del lugar - ¡¡Gerard!! -

Se me heló la sangre cuando unos brazos me tomaron por la cintura y me estrujaban
- Ya pequeño. ¿Me buscabas? - Escuché el susurro en mi oído.
- ¡Oh, Gerard! Pensé que...-
- Pensaste que ¿qué? -
- ¡No olvídalo, olvídalo! - Dije mientras me volteaba y atrapaba su rostro entre mis manos para besarlo. 

Después de eso, lo escuché reír.

- sólo quería ver cuanto resistías sin mí -

Me separé de él y mi ceño se frunció casi al instante, mis brazos se cruzaron sobre mi pecho. 

- ¡Tonto! -
- ¡Aww! ¡Te ves tan lindo enojadito! - Me comentó con una sonrisa estúpida en su cara y después me volvió a abrazar, me miró serio - Frankie, lo siento si...-

Fue mi turno de reír

- ¡Aww! ¡Y tú te ves tan lindo preocupado! -

Gee me sonrió y nos volvimos a besar.

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