Extra.

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Frank suspiró una vez más antes de mirarme por quinta vez en treinta segundos en los que habíamos llegado al lugar dónde sería la presentación más importante para él y para mí también; la presentación de su libro “When the love and death embrace”

Para ese entonces tuvimos que viajar hasta Canadá, ya que la editorial del libro era originaria de allá y nos pidió ir; además de eso recibiríamos una cuota extra y así tendría una mejor excusa para darle a Frank la sorpresa que siempre quise darle, aparte de la que se estaba llevando a cabo, claro.

Los flashes de las cámaras no se hicieron esperar, la mano de Frank apretó tanto la mía que casi me dolió… de hecho se puso morada.

- Gee, tengo miedo - Me susurró en el oído mientras entrábamos por la puerta y todas las personas presentes posaban la vista sobre nosotros.
- ¡Sólo no tengas miedo, pequeño, todo va a salir bien! - Lo animé. Debo decir que a sus veintidós años ya se veía como todo un gran escritor.
Estaba muy orgulloso de él. 

Llegamos a sentarnos en la larga mesa que estaba llena de micrófonos y el bombardeo de preguntas aterrizó justo hacia él.

- Señor Frank Iero - Empezó un tipo de sombrero negro y una libreta en mano. Me dio risa al escuchar la palabra ‘señor’ de su boca, no me imaginaba a Frank así - Ha habido rumores de que la historia de su libro fue escrita bajo influencias personales-

Frankie frunció el ceño.

- Explíquese - Dijo en tono serio.
- Quiero decir… Que todo lo que está en su libro pasó en la vida real, ¿es cierto eso? -
- Bueno, creo que el libro está basado en la vida real de todos y cada uno de los presentes en esta sala - Contestó cautelosamente -Digo, que levante la mano quién no pasó por todos esos problemas durante su adolescencia -

Casi me sorprendió hasta a mí mismo. Todos los que estaban en la sala guardaron un poco de silencio y sólo se escuchaban los disparos de las cámaras. Sonreí de lado.

- Confusiones, conflictos, desamor y problemas familiares parece ser lo que todos pasamos en nuestra juventud - Dije yo después de un rato de silencio. Todos soltaron una risita nerviosa - Ya veo que sí -
- Señor Iero - Ahora habló una chica, que era más o menos de la edad de mi Frankie. En esos precisos momentos me dieron ganas de matar a la muy perra, cuando comenzó a coquetearle a mi pequeño - Su libro se ha colocado en la lista de libros más leídos entre los jóvenes y adultos… Incluso a sido nombrado como uno de los más influyentes en esta época y se ha llegado a comparar con el del señor Way, aquí presente, siendo que él ha estado más tiempo en la escena de la escritura ¿Qué piensa de ello? - Finalizó por último con una sonrisita coqueta a Frank; yo la miré deseando que un rayo le cayera encima, pero no sucedió, me resigné.

- Ah, no había escuchado eso y me halaga profundamente que mis escritos sean comparados con los de mi socio aquí presente, es decir, como bien lo dijo usted, él ha estado mucho más tiempo en esto que yo. Tal vez se deba a que me influenció mucho durante el desarrollo del libro… Con respecto a lo de la lectura; creo que por eso mismo lo escribí, para que los jóvenes se sintieran por fin identificados con problemas que pasan por esa etapa tan difícil, ¿sabe?-

La muy desgraciada no le quitaba la vista de encima en todo el tiempo que Frank estuvo hablando, incluso sus sonrisitas estaban llevándome al punto de desear pararme de la silla e irla a calmar y decirle que Frank era sólo mío.

- ¿Señor Way? -

La pronunciación de mi nombre me sacó de mis malos pensamientos, Frank tuvo que darme un codazo para poder reaccionar.

- ¿Qué? - Parpadeé varias veces.

- Mi pregunta fue: ¿qué lo orillo a apoyar tan extraordinario proyecto de Frank? -

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora