Capítulo: # 16 ¿te gustaría reencontrarme?

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El lunes desperté en su cama…

-Frank - Sentí la mano de Gerard en mi hombro mientras me movía un poco fuerte -Tienes que ir a la escuela-
- ¡Mierda! - Vociferé, Gee sólo me dio una mirada de reprendo pero después se volteó - ¿Tengo que ir? -
- ¡Sí! -
- Quiero quedarme contigo -
- Cuando salgas de la escuela sé que vendrás, ¡no te quejes! - Su voz se escuchó un poco dura, pero le di la razón a que él estaba cansado aún. 
Me levanté confundido
- Bien. ¡Pero sabes que si vendré! - Reí.
Él estaba serio
- ¿No tienes algo importante que hacer? Te la has pasado conmigo toda la semana -

Al momento de ver su mirada rígida sobre mí, me sentí muy mal… por alguna extraña razón… Lo miré confundido y después me fui al baño sin hacerle el mayor caso.
Cuando estuve listo salí y él estaba en la sala, mirando de nuevo por la ventana, me daba la espalda

- ¡Ya me voy Gee! - Dije felizmente como despedida.
Lo vi asentir ligeramente.
- ¡Vete o se te hace tarde! -

No me pude concentrar nada. En cada micra de segundo estaba pensando en él y en lo que había pasado… Nunca me imaginé que perdería mi virginidad con un hombre… Era raro, pero… a la vez genial. Había sido lo más maravilloso que me había pasado hasta ese entonces ¡aparte de conocerlo, claro!
Pero, también lo que me desconcertó fue su actitud conmigo esa mañana; le eché la culpa a que él ya tenía esa personalidad y que al rato se le pasaba… El maestro de Historia sólo hablaba y hablaba y lo único que yo podía escuchar era ‘Gerard, Gerard, Ge…’ cerré mis ojos y entonces recordé ¡tenía que hacerle un dibujo!
Lo terminé entre la segunda clase y la última, no era tan perfecto como él, pero… al menos la libraba.

Tuve que soportar los reclamos de los maestro por no haber hecho nada en todo el día, pero al menos iba feliz con mi dibujo al departamento de Gee y estaba seguro que él también se pondría feliz al ver lo que le había hecho.

Salí corriendo al oír la campana de salida, no me importaron los gritos y reclamos de Ray o Mikey, ya hablaría después con ellos. 
Iba feliz, con mi dibujo en mano y esperando impaciente a ver cual iba a ser su reacción. Al doblar en la esquina me encontré con alguien que yo creí no lo vería en un tiempo más, también fue extraño encontrarlo por ese rumbo, él me miraba fijamente.

- ¡Bi-Billie! -
- Frankie… ¿a dónde vas tan aprisa? ¿Con tu novio? - Me preguntó con voz cínica y alzando una ceja. Tenía el semblante de haber hecho algo malo.
- No es algo que te importe - Le dije con enojo, lo empujé y logré alejarme de él.

Llegué al edificio y corrí escaleras arriba, ni Billie me iba a quitar el sentimiento de felicidad que tenía en ese momento.
Cuando llegué a su departamento la puerta estaba abierta, el lugar un poco oscuro, él estaba sentado en el sillón, con la mirada perdida en el suelo, el entrecejo fruncido y la pierna cruzada… ¡se veía tan tentador!
- ¡Gee! - Dije al momento que me abalanzaba hacia él y lo abrazaba.
Sus manos su posaron en mi cadera, pero que me dejó boquiabierto es que fue para alejarme de él.
- ¡¿Qué diablos haces aquí?! - Me dijo con esa voz que ya no le había escuchado, esa voz tensa y ruda.
Yo abrí mis ojos muy grande por su actitud.
- yo… te dije que iba a venir -
- ¡Sí, pero yo no quiero que estés aquí más! -
- ¿Qué? - Yo estaba atónito.
- ¡Lo que oíste, Frank! ¡Escucha, ya me cansé de ti, de tu presencia, de que estés hostigándome todo el tiempo! -

No me di cuenta en que momento fue que de mis ojos comenzaron a salir gruesas lágrimas. Gerard me veía con ojos distintos, ya no era lo mismo y yo me sentí horrible cuando me dijo todo eso, sentí una rabia enorme y ganas de morirme en ese instante.

- ¿Qué… qué dices? -
- ¡¿Es muy difícil de entender?! -
- ¡Sí! ¡No te entiendo! ¡Si ayer estábamos bien y… lo hicimos y…! -
- Escucha Frank, sinceramente ya me cansé de ti y de tu presencia - Me dijo mientras me miraba de una forma que yo no pude interpretar, era raro
- ¡Yo… yo no te quiero Frank! ¡Qué te quedé bien claro eso! Y lo de ayer… Sólo quería ver como se sentía hacerlo con un mocoso y créeme que pudo haber estado muchísimo mejor -Terminó con una sonrisa cínica, pero sus ojos trasmitían otra cosa… 

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