Capítulo: #19 Con el calor de tus brazos me salvaste

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Después de eso no recuerdo nada ya que todo a mi alrededor se tornó negro… Me percaté de que ya estaba muerto… y lo mejor de todo es que había llegado al paraíso, porque vi un ángel… Mi vida había acabado bien después de todo...

Una vez Mikey me preguntó qué es lo que pensaba acerca de la muerte (no sé porqué lo hizo, creo que este chico está obsesionado con ella), yo le respondí que la muerte para mí era como pasar a otra vida, mejor o peor ya sea el caso del pecador… Y creo que no estaba tan lejos de la respuesta, ahora lo veo conmigo mismo… aquí estoy muerto y creo que si fui al paraíso… desde aquella vez en que aquél hermoso ángel de alas negras me salvó de lo que pensé sería la gloria para mí, desde que me sumergí en aquellas aguas y no pude respirar de nuevo… desde ese momento fue que me di cuenta de que en verdad la vida después de la muerte existe.
Aún lo veo tan claro… Yo muriendo, poco a poco haciendo que el aire le faltara a mis pulmones, entonces de repente unos brazos cálidos me abrazaron para arrastrarme hasta aquel lugar que resaltaba por su brillante luz roja… No, no era el infierno… era el paraíso.

No sé cómo fue que aquel ángel pudo localizarme entre toda esa gran he inmensa masa de agua, pero lo hizo… Y ahora estoy aquí… a su lado…

- ¡No responde! - Era lo que escuchaba una y otra vez. Los gritos de muchos hombres resonaban en mis oídos - ¡Lo perdemos! - Los gritos no cesaban… y entonces ocurrió…

Escuché al hermoso ángel que lloraba… lloraba por mí, lo sé porque no dejaba de repetir mi nombre una y otra vez, me sujetaba en sus brazos y de vez en cuando me zangoloteaba a pesar de los regaños de los hombres de blanco que estaban a nuestro alrededor… Me partía el alma oír al hermoso ángel llorar por mí… yo que no lo merecía…

- ¡Frank! - Oí de nuevo su melodiosa voz - ¡Frankie… por… por favor no me dejes… te lo suplico, no me dejes solo…-

Sólo oí como los otros hombres lo regañaban de nuevo y daban las ordenes de que lo alejaran… cosa que nunca hizo, siempre estuvo a mí lado.

- ¡Aún no despierta! - ¿Ese era otro ángel?... ¿Mikey? ¿Qué hacia él allí?
- No te preocupes… va a despertar… Frankie es fuerte - Una voz más gruesa pero no tan masculina se escuchó… entonces noté que Bob estaba ahí también.

Ellos también se escuchaban bastante tristes… lo que me preguntaba en ese momento era por qué lloraban por alguien como yo… Y aún escuchaba las súplicas del ángel…

-Frank… Frank, tú pequeño tonto ¿qué acaso no te das cuenta de que queremos que abras tus ojos?... Frank te amo… te amamos, por favor… abre tus ojos -

Oh, ¿me aman?

- Frank… te amo… no sabes cuanto… ¡ahora abre los ojos! -

¿Me ama…?

- ¡Frank despierta, carajo! -

Me ama…

Entonces probé de nuevo el sabor de sus labios…

Mi cuerpo se retorció un poco a causa de la extraña sensación que en mí aparecía, era tan extraño, dolía… dolía mucho pero a la vez era tan tranquilizador…

- ¡Apártense! - Gritó un hombre.

Sentí como mis pulmones comenzaban a llenarse de aire… 

- ¡Frank! -

Mi garganta comenzó a arder a causa por el agua salada…

- ¡Frankie, despierta amor…! -

Mis músculos recobraron su movilidad y mis párpados comenzaron a revolotear.

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