Dos meses habían pasado desde que Jihoon se había convertido en el asistente de Choi Seungcheol. La relación entre ambos comenzaba a ser un poco menos formal, pero nunca del todo ya que, al fin y al cabo, Seungcheol seguía siendo el hyung de Jihoon.
— ¿Qué te parece? — pregunto el azabache mientras mostraba unas fotos a Jihoon de una sesión de la semana pasada.
— Hyung, saliste bien en todas las fotos.
— ¿Tú crees?
Jihoon asintió con la cabeza.
— Gracias — dijo sonriendo.
Luego de estar una hora más en el estudio, volviendo a tomar algunas fotos y retocando otras, se largaron del lugar cansados. A Seungcheol no lo llamaban mucho para promocionar cosas con fotos, más lo llamaban para actuar, así que las pocas veces que hacía estas cosas, la emoción se elevaba a niveles impresionantes los cuales ni él mismo podría describir.
— ¿Quieres comer algo antes de ir a casa? —preguntó Seungcheol cuando ya ambos estaban en el auto.
— No, estoy bien. Gracias — Jihoon sonrió
— ¿Estas seguro?
— Completamente.
El resto del viaje se mantuvo silencioso, exceptuando por algunos suspiros de Jihoon o por unos estornudos de Seungcheol, este último tenía varias alergias por eso era normal verlo estornudar de la nada.
Al llegar a la casa pudieron notar una nota en la puerta, Jihoon no hizo caso y abrió la puerta de la cada encontrándose con una sorpresa.
— Creo que esto es para ti, Seungcheol.
Dentro de la casa había un camino de pétalos que guiaban hasta la mesa de la cocina, en la cual estaban: un ramo de rosas muy bien cuidado y una caja con quien sabe qué cosa dentro. Al abrir la caja se escuchó una pequeña risa de Seungcheol, rápidamente corrió hacia las escaleras, acto seguido se quedó en su cuarto, dejando sólo a Jihoon.
El menor supuso que era el aniversario de Seungcheol y Jeonghan, le tenía tanta envidia al chico de pelo largo, tenia un novio guapo, alto, tierno y sexy a la vez, y por sobretodo sincero. Jihoon también quería alguien así en su vida.
No estaba equivocado acerca de que ese día se celebraba el aniversario de esas personas, ya que en la mesa pudo encontrar los mismos objetos que Seungcheol había visto hace unos minutos atrás y una pequeña nota que decía "Feliz 4to aniversario". Jihoon se sorprendió al ver el número ¿Ya hace 4 años que estaban juntos?
— Ahora...¿Qué hago? — se pregunto a sí mismo.
Recorrió el lugar pensando en que podía hacer, como el mayor tenía el resto del día libre, y supuso que lo iba a pasar con su novio, decidió llamar a uno de sus amigos para encontrarse. Le dejo una nota a Seungcheol en su puerta, ignorando los gemidos y gritos que venían de la misma, y finalmente salió de la casa.
Caminó 3 cuadras para encontrarse con un café, el cual parecía ser una microempresa aún ya que habitualmente no tenían muchos clientes, pero Jihoon era uno de los fieles, le encantaba la comida de ese lugar, sin mencionar los cafés que estaban deliciosos.
— Hola — dijo Jihoon sonriente mientras se sentaba en una mesa donde se encontraba ya un chico de cabello castaño.
— ¿Qué tal? — imitó el acto de Jihoon.
— Bien, acabo de correr de la casa.
— ¿Por qué? ¿Que ocurrió?
— Seungcheol y Jeonghan están teniendo un agitado aniversario — rodó los ojos.
— Oh, ya veo — dijo haciendo una mueca de disgusto —, mala suerte para ti Honnie.
— Dejemos de hablar de eso y cambiemos de tema.
— ¿De que quieres hablar?
— No sé, cuéntame algo interesante.
— Hmm... — se quedó pensando unos segundos — Ah, hoy Rae Sup trajo un chico a casa.
— ¿Un chico? ¿Cómo era?
— Digamos que era un lindo niño
— Seokmin — interrumpió Jihoon — ya tienen dieciséis años.
— Lo sé, lo sé. Tenia los ojos como Soon Young ¿Te acuerdas de él?
Jihoon asintió con la cabeza y siguieron hablando de la hermana menor de Seokmin. Al pelirosa le gustaba pasar tiempo con esta persona, siempre había tema de conversación y además de eso era divertido "Si tuviera un grupo de alguna actividad, seguro sería el Happy Virus", pensó Jihoon unos días luego de conocerlo.
— ¿Seungcheol aún no se da cuenta de tus sentimientos?
— ¿Qué sentimientos?
— Ya dilo.
— ¿Qué se supone que tengo que decir?
— Lo que sientes por Seungcheok
— ¿Seungcheok? ¿Quien es Seungcheok?
— Quise decir Seungcheol. En fin, ya sabes a lo que me refiero.
— ¿A qué te refieres? — pregunto Jihoon simulando confusión.
— Aish, tú...Eres imposible.
Luego de hablar por unos minutos más, salieron de la cafetería. Seokmin acompañó a Jihoon a su casa, aun no anochecía del todo, pero ya el sol se estaba escondiendo lentamente. Caminaron entre risas, y golpes por parte de Jihoon, nunca la pasaba mal con Seokmin, la mayoría de las veces era risas y momentos felices, muy pocas veces hablaban de cosas serias.
— ¿Dónde estabas? — fue lo primero que pudo oír Jihoon al entrar a la casa.
— Salí con un amigo ¿Por qué?
— ¿Sin avisarme?
— Estas equivocado.
— No veo ningún mensaje en el que diga "Saldré con un amigo, no te preocupes"
— Te dejé una nota en la puerta de tu habitación.
— Pues no estaba allí...
— ¿Estas seguro?
— Completamente.
Jihoon subió las escaleras mirando de reojo a Seungcheol, cuando llegó al cuarto del chico pudo notar que el post-it que había dejado por la puerta, ahora estaba a unos metros de ésta y toda arrugada.
— ¿Y esto que es? — pregunto Jihoon mientras mostraba el pedazo de papel arrugado y hecho bolita.
— Yo no lo sé...
— Es la nota que te dejé, Seungcheol.
El azabache no dijo nada por unos segundos y se quedó en una pose pensativa. En un momento determinado su expresión cambio y parecía que había recordado algo.
— No fui yo, fue Jeonghan.
— ¿Y por qué tendría que hacerlo él?
— Es complicado, Jihoonie.
— No creo que explicar el porque un papel este arrugado sea complicado.
— Y no lo es.
— ¿Entonces?
— Ya te dije que esta así porque Jeonghan lo arrugó. Y explicarte porque lo arrugó es complicado.
— Sólo olvídalo ahora, voy a bañarme.
Seungcheol miraba fijamente al pelirosa cuando subía por las escaleras, le parecía tan guapo y tan tierno. Hombre como él solo hay uno en la faz de la tierra, y a Seungcheol le interesaba.
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El Nuevo Asistente →Jicheol←
Fanfiction"¡Seungcheol, deja de pensar en esas cosas! ¡Es tu asistente, maldita sea!"No podía sacarselo de la cabeza, anhelaba cada vez más despertarse temprano por las mañanas y encontrarse con él en la oficina, en la cafetería o en el auto de camino al edif...