Veintinueve

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Jihoon estaba de aquí para allá, no se quedaba quieto ni un sólo segundo, estaba ansioso y nervioso porque el gran día había llegado. Al fin Seungcheol y Jihoon iban a tener el título oficial que afirmaría que serían esposos.

El menor no se había sacado el anillo con el que Seungcheol le había propuesto matrimonio desde ese mismo día, sólo se lo sacaba para ducharse, después lo tenía todo el día consigo. Una vez llegó a decirle a Seungcheol que cada vez que se sentía triste o frustrado, observaba el anillo y eso lo ponía de buen humor. El hecho de decir "Choi Seungcheol es mi esposo" en un futuro próximo lo mantenía feliz.

Pero ahora mismo no podía concentrarse en eso, debía prestar atención en la lista de cosas que debía de preparar. Eran las nueve de la mañana y Jihoon se había despertado ya a las siete para preparar las cosas, no quería estar estresado a la tarde y tener mala cara con los invitados. Por otro lado Seungcheol aún se encontraba en la cama, viendo la televisión como si no tuviera nada que hacer, pues según él solo tenía que ducharse, peinarse, ponerse el traje y ir hasta el local.

Después de unos cuantos regaños por parte de Jihoon de que lo ayudase, apagó la televisión y se levantó de la cama a paso lento para preparar su traje, cuando eso cierto tiempo ya había pasado y ya eran las once de la mañana. Seungcheol sacó el traje negro del armario y lo dejó encima de la cama, pues Jihoon se encargaría de plancharlo.

Seungcheol estaría de negro y Jihoon de blanco, así acordaron después de mucho tiempo de discusiones por eso. Primero Seungcheol quería que ambos estuvieran de blanco, después Jihoon dijo que era mejor ambos de negro, luego Seungcheol había cambiado su opinión y optó por arriesgarse y decirle a Jihoon que utilizase un traje de color bordó, a lo cual el menor se había negado rotundamente.

Para las dos de la tarde Jihoon ya tenía todo ordenado y con eso se sentía satisfecho, pues no tendría que estar preocupándose por los demás detalles a última hora, se desplomó en el sofá y suspiró, esperando a que Seungcheol aparezca para mimarlo.

— ¿Estás cansado? —preguntó Seungcheol, justo como Jihoon había pensado.

— Un poco, sí —dijo volviendo a suspirar para luego recostar su cabeza en la cabecera del sofá.

— ¿Nervioso? —Seungcheol se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabello.

— Más ansioso que otra cosa —respondió girando su cabeza para luego sonreír— ¿Quién diría que tu asistente sería tu esposo?

— No sé tu, pero yo lo tenía demasiado claro —elevó los hombros— Desde la primera vez que te vi, te quise sólo para mí —confesó acercándose a sus labios.

— Pues bien, aquí me tienes —sonrió y dejó un suave beso sobre los labios del mayor— ¿Qué vamos a almorzar? Hoy no tengo ganas de cocinar y supongo que tú tampoco.

— ¿Te pedimos pizza? Hace mucho tiempo que ya no lo hacemos.

— ¿Hacer qué? —preguntó Jihoon confundido.

— Ver películas y comer pizza juntos —dijo guiñando un ojo— ¿Qué te parece?

— ¿El día de nuestra boda? —estaba un poco dudoso

— Si —una gran sonrisa se formó en sus labios— ¿Por qué no?

— Bien, pero si nos retrasamos será tu culpa —advirtió para luego levantarse del sofá y tomar el teléfono para hacer pedido de la pizza.

Luego de probar unas cinco veces con el número de la pizzería, por fin pudieron contestar a Jihoon. Seungcheol mientras tanto estaba en el menú de la televisión, buscando una película que resultase divertida para ambos, pues normalmente las que Seungcheol veía a Jihoon no le gustaban o le parecían aburridas, y lo mismo ocurría con las películas que a Jihoon le gustaban.

Habían perdido la noción del tiempo y cuando el menor había girado la cabeza para mirar hacia la ventana, pudo observar que el sol ya estaba a punto de esconderse completamente. Tomó su teléfono, el cual marcaba las "5:52". Se levantó con semejante rapidez que al instante ya tenía una toalla en la mano, listo para entrar a ducharse.

— ¡Seungcheol, sube las cosas al auto! —gritó Jihoon a un confundido Seungcheol— ¡No quiero que nos olvidemos de algo!

— ¿Qué tengo que subir? —preguntó girando la cabeza, viendo como Jihoon estaba de aquí para allá de nuevo.

— Mierda...—el menor suspiró y Seungcheol soltó una corta risa. Jihoon le tiró la toalla a Seungcheol y fue hacia la cocina, donde se encontraban las cosas que debía llevar, las cuales no eran demasiadas pero eran importantes— ¡Ve a ducharte!

— Si, futuro esposo —obedeció Seungcheol, quien a paso lento fue hacia la ducha.

Una vez que ambos estuvieran completamente preparados salieron de la casa para subirse al auto y dirigirse hacia el salón de eventos donde se realizaría su fiesta de boda. Jihoon se encontraba más nervioso que nunca, no había experimentado tal sensación en todos sus años de vida.

— Se supone que el esposo no debe ver al otro hasta que llega la ceremonia —dijo Seungcheol sin despegar los ojos de la carretera.

— Eso sólo funciona en las iglesias, Cheol —rodó los ojos divertidos y dejó su teléfono en la cajuela— ¿Vamos a casarnos por iglesia? No, entonces no es válido.

— De todos modos iba a ser más significativo si lo hacíamos de esa manera —dijo frunciendo los labios.

Les tomó al menos unos veinte minutos en llegar al salón, Jihoon revisó su reloj que marcaba las "7:42 p.m." al menos habían llegado a tiempo para ultimar detalles de la decoración. Seungcheol bajó las pocas cosas que habían traído, dejando a Jihoon sin nada que llevar, quien se quejó porque también quería llevar las cosas.

Todo estaba listo y los invitados comenzaban a llegar poco a poco, Jihoon se sentía cada vez más nervioso que antes y Seungcheol mostraba señales de estar tranquilo. El mayor se acercó a Jihoon y lo abrazó por la cintura para luego dejar un beso en su mejilla.

— Ya es hora, bebé —sonrió y apuntó al centro del salón, donde se encontraba la madre de Seungcheol con una pequeña almohada en sus manos.

— Bien...—Jihoon respiró profundo y se soltó de Seungcheol para poder caminar hasta donde estaba la señora.

La ceremonia transcurría de lo más lento para el menor, Seungcheol sólo lo observaba con una sonrisa en el rostro mientras su madre hacía el largo protocolo. Parecía que a propósito hacia una pausa larga entre palabras para que el acto durase más de lo que debía.

— Mamá, basta de tanto protocolo —dijo Seungcheol bajito para que los demás no pudieran escucharlo— Sólo di la parte importante.

— Bien, bien, señorito apurado  —bromeó la señora, a lo cual Jihoon soltó una pequeña risa— Jihoon, necesito que coloques este anillo en el dedo anular de Seungcheol, y luego Seungcheol, haz lo mismo con Jihoon —indicó la señora extendiéndole el anillo primeramente a Jihoon. Una vez que el acto estuvo hecho, al señora también sonrió— Bien, de ahora para adelante los declaro esposos.

Ambos tenían una gran sonrisa en los labios.

— Choi Seungcheol, puedes besar a tu esposo —permitió la madre del mencionado.

El Nuevo Asistente →Jicheol←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora