Veinte

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— ¡Vamos, despierta! — Está vez era Seungcheol quien trataba de despertar a Jihoon y vaya que era difícil.

Estuvo como una media hora tratando de hacer que su novio despierte, pero era imposible. Hasta pensó en derramarle agua, pero tampoco quería mojar toda la cama.

Al final se decidió por traer un cubo de hielo. El azabache corrió rápidamente hasta llegar al cuarto sin que el hielo se le derrita, tomó el pantalón de Jihoon junto con su ropa interior y lanzó el pequeño cubo allí.

— ¿Qué es esto? — preguntó Jihoon unos minutos después cuando había empezado a sentir el cubo de hielo recorrer por su cuerpo — ¡Seungcheol!

El chico ya había salido de cuarto antes de que Jihoon pueda decir algo, tenia miedo de que le tirase alguna cosa o de que le pegase estando dentro del cuarto. Sin embargo el menor solo suspiró y se sacó el hielo del pantalón para luego tirarlo por la ventana.

— ¿En serio hiciste eso? —preguntó Jihoon una vez que estuvo sentado en la mesa.

— No había otra forma de despertarte, tienes el sueño muy pesado —se quejó.

— ¡Eso es mentira! — se cruzó de brazos— al menos hubieses intentado hacer algo romántico.

— ¿Crees que no lo intenté? ¡Estuve besándote y tocándote por más de una hora y no despertabas!

Jihoon rió y se fue hacia la cocina para prepararse algo de desayunar. La navidad estaba cerca y ambos chicos tenían puntos de vista diferentes con respecto a quella fiesta, el menor no solía celebrarlo ya que su familia lo había criado de esa manera. Seungcheol era todo lo contrario, cada navidad hacía una gran fiesta, algunas veces una cena familiar, y se hacía el típico intercambio de regalos.

— Jihoon, invité a mi familia la próxima semana para que vengan a mi casa.

— ¿¡QUÉ!? —salió corriendo de la cocina.

— La semana que viene es navidad, ya sabes.

— Oh cierto, navidad...

— ¿Por qué? —se levantó y lo abrazó— ¿No te gusta la idea?

— No, no es eso. Es que no estoy acostumbrado a celebrar la navidad.

— Pues si eres mi novio deberías empezar a acostumbrarte, ya que normalmente lo hago a lo grande pero como ahora estás tú decidí hacerlo familiar.

— ¿Vendrá mucha gente?

— Digamos que sí, tengo muchos tíos y primos de parte de mi padre.

— Ah, tenías que contármelo ahora.

— ¿Qué tiene?

— Ahora estoy nervioso y aún falta una semana, Seungcheol.

— No te preocupes, yo sé que le caerás bien a toda mi familia —le dio un beso suavemente.

Ambos chicos se vistieron apropiadamente para trabajar. Seungcheol estaba vestido normalmente, de todos modos luego tendría que ir a cambiarse la ropa para estar de acuerdo a la escena que debía actuar. Jihoon sin embargo estaba vestido con una camisa y pantalones azul marino, acompañados de unos converse negros que lo hacía estar cómodo.

— Te ves más guapo que ayer.

— ¿Ayer no era guapo a caso? — trató de hacerse el ofendido.

— Dije que te veías más guapo, no que no eras guapo —se defendió— No puedes ganarme, pequeño.

— ¡No me digas pequeño!

— Sólo acéptalo —le sacó la lengua.

— Sacando la lengua. Oh, que madurez —dijo sarcásticamente.

— Ya vamos... —rápidamente besó sus labios y tomó su mano para salir de la casa.

Jihoon seguía sin superar que Seungcheol había invitado a toda su familia para navidad ¿Qué iba a hacer él aquel día? Probablemente estaría encerrado en su cuarto hasta que todos se vayan ¿Se enojaría Seungcheol si hacía eso? La respuesta sería si, sin dudar estaría enojado con él por hacer eso, Jihoon sabía que su novio ya quería presentarlo como tal hace ya un tiempo y el no poder hacerlo lo dejaría frustrado. No sabía que hacer, no quería estar incómodo con la familia de su novio pero tampoco quería decepcionarlo.

— Ah, es muy difícil —pensó en voz alta.

— ¿Dijiste algo? —preguntó Seungcheol.

— Sólo, me estaba hablando a mi mismo. No te preocupes.

— Si necesitas algo sólo dime ¿Está bien? —lo abrazó fuertemente y le dio un beso en la cabeza.

El menor sonrió y asintió con la cabeza, haría lo posible para no estar en un ambiente incómodo aquel día y no decepcionar a su novio. Suspiró pesadamente y se bajó del auto acompañado de Seungcheol, tan rápido como entraron al edificio se separaron yendo por caminos diferentes. El mayor debía ir a un set y Jihoon como cada mañana debía comprar el desayuno para su novio, su menú del desayuno era siempre igual así que ya sabía que comprarle.

— Brownie y café con leche —dijo mientras depositaba ambas cosas en una mesita.

— Gracias, Jihoonie —sonrió y tomó su café. Observó por unos segundos a Jihoon y éste no le dijo nada, cuando estaba con él solía ser muy sociable pero ahora esta completamente callado— ¿Ocurre algo?

— ¿Qué? —preguntó como si no haya escuchado la pregunta — No, no pasa nada —respondió rápidamente.

— ¿Estás seguro? —se sentó a su lado y pasó su brazo por los hombros de Jihoon.

— Es sólo que... ¿Y si no le agrado a tu familia? ¿No sería mejor que me quede en mi cuarto hasta que todos se vayan?

— Jihoon, no te preocupes por eso, estoy seguro de que le caerás bien a todos. Y no te permitiré que te encierres en tu cuarto, te obligaré a bajar.

— Es que no quiero crear un ambiente incómodo.

— ¿Y quién dice que lo harás? Mis primos son muy sociables, sinceramente no se callan nunca así que lo más probable es que te estén llenado de preguntas.

— Estoy demasiado nervioso.

— Aún falta una semana, no tienes por qué estarlo.

— Olvídalo, no terminarías de entenderlo.

Seungcheol dejó un beso en la cabeza a Jihoon, le dio un mordisco a su brownie y se fue a trabajar. Jihoon se imaginó a cada uno de sus familiares ¿Y si Seungcheol tenía un mellizo o un gemelo? Oh Dios, vergüenza total, pensó Jihoon.

El Nuevo Asistente →Jicheol←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora