Veintiocho

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Faltaba muy poco para la fiesta de boda, quedaban dos meses para que Jihoon pueda estar vestido de traje y su novio también. Declarándose amor eterno y intercambiándose los anillos.

Jihoon debía admitir que el anillo de compromiso que había comprado Seungcheol era demasiado caro, razón por la cual no solía llevarlo a menudo, pues tenía miedo de perderlo o olvidarlo en algún lugar. No quería tirar a la basura un objeto que significaba tanto para él.

— ¿Qué te parece si vamos a ultimar detalles con la pastelería? —le preguntó Seungcheol entrando al cuarto.

— ¿Qué más quieres ver? —suspiró, pues ya estaba cansado de salir y estar recorriendo lugares por el tema de la boda, aunque sabía que todo eso valdría la pena— Ya tenemos todo, Cheollie.

— Vayamos, por favor —dijo subiéndose a la cama y ubicándose encima de Jihoon.

— Si te pones de esa forma, no me gustaría ir a la pastelería —confesó para luego sonreír de lado.

— No era mi intención —soltó una risita— Pero vamos ¿Si? No quiero que haya algo que cometan errores, quiero que todo sea perfecto.

— Aish, está bien —habló de mala gana.

Se levantó de la cama y se puso unos jeans, al menos debía ir presentable y no en pijama.

Jihoon se puso a pensar en el auto, tanto en el futuro como el pasado. Entonces se le vino una confusión a la cabeza. Recordó que un día anterior al aniversario de Seungcheol y Jeonghan, ya hace demasiado tiempo atrás, había escuchado unos sonidos muy fuertes provenientes de la habitación ¿Debía preguntar sobre aquello?

"No, ya pasó demasiado tiempo" se dijo Jihoon mentalmente, no quería meter temas del pasado a la conversación que estaban teniendo, pues de seguro que si lo mencionaba, Seungcheol comenzaría a preocuparse.

El menor durmió todo el camino hasta la pastelería, y no se bajó del auto porque estaba en la quincuagésima parte del sueño, nadie lo iba lograr despertar. Seungcheol tardó unos veinte minutos en ultimar todos los detalles del pastel que iban a preparar para su boda, luego salió y volvió a encontrar a Jihoon dormido.

— ¿Qué voy a hacer contigo? —dijo sonriendo mientras se sentaba en el asiento del piloto y se acercaba a Jihoon para susurrarle— Jihoonie~...despierta, bebé...

Siempre que Seungcheol intentaba despertarlo por las buenas nunca funcionaba, siempre tenis que gritarle o lanzarle alguna que otra cosa para que éste pueda levantarse del sueño. Por suerte, esta ves no había pasado eso.

— Cheollie...—murmuró y cuando vio que estaba frente a él, se tiró encima a abrazarlo.

El mayor pudo sentir como su remera se iba humedeciendo poco a poco ¿Jihoon estaba llorando?

— Hey, Jihoonie...—dijo preocupado tratando de separarlo para mirarlo al rostro, pero el menor se había negado rotundamente a separase.

— No me vas a dejar ¿Verdad?

Raro.

Si que era raro, Seungcheol solo se limitó a decirle cosas bonitas, las cuales eran cien porciento reales. El mayor no mentiría ni jugaría con Jihoon, en ninguno de los aspectos que se puedan considerar malos.

Después de que Jihoon estuviese más calmado y había dejado de llorar, porque si, en cierto momento había roto en llanto, Seungcheol lo miró a los ojos y le preguntó que pasaba, mientras acariciaba su cabello.

— Sólo...fue un mal sueño, perdón por haberte hecho preocupar —suspiró y se secó las ultimas lágrimas que salían de sus ojos— En serio, no siento.

— ¿Soñaste con que te dejaba? —preguntó confundido.

— Más bien soñé con que me engañabas —aclaró y se cruzó de brazos mirando hacia a la ventana.

— Bebé, sabes que es imposible que te haga eso —dijo sosteniendo su rostro entre sus manos para que lo mirase a los ojos— Estamos a dos meses de nuestra boda ¿Crees que sería capaz de hacerte eso?

Jihoon negó con la cabeza, había pensado demasiado en el pasado que hasta ya había soñado con él, debía dejar de hacer eso.

— ¿Puedo preguntarte algo? —le dijo un poco tímido, pues sabia que lo que iba a preguntar era un poco estúpido. Seungcheol asintió— Tu...¿Ya habías tenido sexo con Jeonghan antes de su cuarto aniversario?

— Jihoon, eso fue hace demasiado tiempo —soltó una risa— Pero no, no he tenido sexo con él antes de ese día ¿Por qué preguntas?

— Curiosidad —elevó los hombros y volvió a mirar hacia la ventana.

Seungcheol no se había dado cuenta de como Jeonghan era en verdad. Jihoon creía que siempre era Seungcheol quien estaba en esa habitación con su ex novio haciendo esas cosas, pero resultaba que no era de esa manera.

Actualmente ya no importaba, pues el pasado en el pasado está, así que el menor ya no debía preguntar sobre eso. Más bien debía preocuparse en sobre lo que iba a comer dentro de unas horas, pues su estómago estaba rugiendo de hambre.

— ¿Quieres ir a comer algo? —preguntó al escuchar semejante ruido proveniente del estomago de Jihoon.

— Ya escuchaste —dijo riendo— ¿Qué piensas?

— Vayamos entonces.

Fueron a un restaurante de comida rápida, pues Jihoon no era de ir a restaurantes costosos porque si, sin mencionar que sus platos eran extremadamente deliciosos. Si al menor se lo encontraba en un restaurante lujoso, era por el simple hecho de que había un acontecimiento importante ocurriendo.

No había dejado de pensar en Jeonghan en ningún solo momento ¿Tan ciego había sido Seungcheol todo ese tiempo? Jihoon simplemente odiaba a esa clase de personas. Si amas a alguien no hay necesidad de tener aventuras con otras, siendo que con la persona a la que amas puedes experimentar cien mil y un aventuras más que engañándola. Si ya antes Jeonghan no le agradaba, ahora ya tenia una mala percepción de él.

Esperaba que a Seungcheol no se le ocurriese la locura de invitarlo a su boda. Pues ¡Habia sido su ex novio! Y no importaba si aún mantenían contacto, por el trabajo, ya que algunas actividades coincidían entre ambos en el mismo lugar, ¡No debía invitarlo por nada del mundo!

El Nuevo Asistente →Jicheol←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora