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Veintidos

Actualización doble 1/2

— ¿Y hace cuanto que trabajas con Seungcheol? —preguntó el padre del mencionado mirando fijamente a Jihoon mientras éste salía del baño.

— Pues, empecé a trabajar en marzo así que ya van nueve meses.

— ¿Nueve meses? —preguntó sin alguna emoción en su tono— Eso es poco aún.

— Si, yo también estaba pensando que es muy poco tiempo para trabajar —Jihoon se sacudió las manos— al menos como para trabajar de asistente

— Papá, no lo presiones —Seungcheol dio una palmada a la espalda de su padre y éste sólo se rio— No quiero que salga corriendo, a penas los conoce.

El señor asintió con la cabeza y se levantó del asiento para, según Jihoon, ir al baño. La madre de Seungcheol estaba en la cocina, alcanzando las copas para llevarlas a la mesa "Si Seungcheol las pone, seguro se le cae más de una en el camino", fue lo que dijo la señora para que ambos se echaran a reír.

— ¿Ya habías echado copas antes? —preguntó Jihoon cuando la risa había disminuido.

— ¡Fue sólo una vez!

— Pero las echaste todas, hijo —la señora Choi colocó la última copa y se sacudió las manos— Eran más de diez copas.

— Pero te pagué comprándote más copas luego ¿O no?

La señora asintió sonriendo y volvió a desaparecer. Los niños corrían de una esquina a otra, chocando con muebles y con el sofá, pero a ellos no parecía importarles después de todo estaban divirtiéndose.

— ¡Oppa, oppa! —dijo una de las niñas la cual parecía ser KangHee, la menor entre las chicas— ¡Quiero mostrarte algo!

— ¿Ah, si? ¿Qué quieres mostrarme? —preguntó Jihoon tomando la mano de la niña.

— ¡Ta-da! —la niña hizo una pose y mostró el árbol de navidad, el cual estaba un poco diferente a como estaba antes.

— ¡Wow! —miró el árbol tratando de no reír. Seungcheol se moriría si viera lo que las niñas habían hecho— ¿Ustedes hicieron esto?

La niña asintió orgullosa, luego de eso escuchó como los demás niños gritaban y corrían, por lo que ella también fue a jugar con ellos.

El árbol de navidad ahora estaba completamente desordenado. Los regalos, que no eran más de que decoración, estaban por las ramas. Las lucecitas estaban todas enredadas, la estrella, que anteriormente estaba en la punta, ahora estaba en la parte de abajo y también un poco rota.

— ¡Jihoon! —llamó Seungcheol.

— ¿Si? —se dio media vuelta para dirigirse a la cocina pero Seungcheol ya estaba frente a él— ¿Las niñas hicieron eso?

— ¡Trataron de decorarlo ellas mismas! 

— Ah...—suspiró— Estas niñas nunca cambian, el año pasado me hicieron lo mismo y Santa no les trajo regalos.

— ¡Eso es cruel! —le pegó en el brazo.

La comida que Jihoon había cocinado estaba deliciosa, todos los miembros de la familia se sorprendieron al probarla, ya que pensaron que Seungcheol había cocinado. La cena tuvo muchas risas y un poco de interrogatorio por parte del Sr. Choi, quien seguía molestando a Jihoon sin malas intenciones.

Era un buen ambiente, a Jihoon le hubiese encantado tener una cena de navidad como aquella. Sus padres no solían celebrarlo, o al menos su madre, porque siempre que era navidad su padre iba a la casa de sus abuelos y se quedaba allí hasta el día siguiente. Jihoon nunca había comprado regalos para su madre en navidad y nunca había recibido unos tampoco, entonces no había comprado nada para este año y se sentía un poco mal al ver como Seungcheol bajaba los regalos de su cuarto mientras los niños salían fuera para encender fuegos artificiales.

— Demasiados regalos ¿Cuánto dinero gastaste en todo esto? —decía mientras se acercaba y observaba cada regalo con detalle.

— Aquí también están los que trajeron mis padres y el que SangHee compró para su madre —terminó de colocar el último regalo y se sacudió las manos.

— ¿SangHee compró un regalo para su madre? —Seungcheol asintió con la cabeza y tomó de la cintura a Jihoon—Es un lindo detalle de su parte.

— ¿Verdad que sí? Esa niña siempre fue muy amable y atenta —le dio un beso a Jihoon y luego juntó sus frentes— ¿Podrías ir a decir a los niños que Santa ya llegó?

— ¿Y cómo hago eso?

— Hazlo con emoción.

— Haré lo mejor —sonrió y salió al patio trasero de la casa— ¡Alicia! ¡KangHee! —llamó y las niñas vinieron corriendo hasta donde estaba él— Tengo un secreto que contarles.

Jihoon apenas les había dicho "Santa" y las niñas habían gritado avisando a los demás que aquel señor había dejado los regalos debajo del árbol. Los niños corrieron rápidamente hasta aquel lugar mientras que los demás sólo caminaban observando a los pequeños.

— ¡Seungcheol, Seungcheol! —llamó uno de los niños— ¿Podrías decir de quién es éste regalo? — el niño le extendió el regalo y Seungcheol lo tomó entre sus manos.

— Vamos a ver...Ufff —simuló que no entendía la letra— Aquí dice...Min...Min...

— ¡Es mío! —Minha tomó el regalo entre sus manos y rompió el envoltorio.

Mientras todos miraban los regalos que "Santa" había dejado, Seungcheol tomó el regalo que había comprado para Jihoon y se lo dio. Era una caja pequeña, no le gustaba mucho los envoltorios de papel.

— Es un perfume...—dijo mientras sacaba el frasco de la caja— Wow, huele muy bien.

— También hay otra cosa

Jihoon sacó un pequeño cheque que decía "Válido 1.000.000 de won" para una tienda de música, la cual para Jihoon era la mejor.

— Seungcheol, esto es demasiado —cerró la caja.

— Con suerte tienes una guitarra la cual usar, Jihoon.

— ¿Y yo que te voy a dar? —dejó la caja a un lado— No compré nada, tampoco tengo algo preparado y las tiendas están cerradas en este momento.

— No hace falta que me des nada —Seungcheol tomó un moño de regalo y se lo puso en la cabeza— Tú eres mi regalo.