Trece

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Jihoon no olvidaba ninguna acción o mueca que había hehco aquella noche, aunque ya hubiese pasado casi una semana de eso. La relación de ambos se había vuelto un poco distante luego de aquel acto, el menor no sabía porque pero quería saberlo, le daba vergüenza preguntárselo a Seungcheol ¿Y si sólo lo estaba imaginando y nada más? Era imposbile, prácticamente Seungcheol ignoraba al bajito.

El menor se había cambiado el color de pelo a castaño, su color natural, aunque esta vez era un poco más claro de lo normal y Seungcheol había hecho lo mismo un día después.

Hyung, tenemos que salir, se nos hace tarde.

— Está bien.

Seungcheol se puso una chaqueta y salió de la casa dejando a Jihoon dentro. El menor no dijo nada y hizo lo mismo, cerró la puerta de la casa con llave y entró al auto. Últimamente hablaban mucho en el trayecto de casa hasta el edificio de la empresa, pero como Seungcheol había estado ignorándolo ya no era tanta costumbre. Jihoon se colocó los auriculares y un segundo después se durmió.

30 minutos después ya estaban en el edificio, conversando con el CEO sobre un viaje que tendrían que hacer a Estados Unidos, ya que se habían comunicado con ellos para hacer que algunos de sus modelos vayan hasta allá para trabajar, la cosa es que el viaje sólo estaba pagado para Seungcheol y no para su asistente, aunque básicamente todo el personal sabía que el modelo tenía uno, y a Jihoon le era difícil pagar, a pesar de que su salario era alto.

— ¿Y bien? —preguntó una vez fuera de la oficina, Seungcheol.

— Me quedaré a cuidar la casa —dijo en tono burlón.

— ¿No quieres ir?

— ¿Piensas que no? Quisiera ir, pero no tengo dinero aún.

— Te lo pago yo.

Jihoon abrió los ojos sorprendido.

— Es demasiado dinero, Seungcheol.

— Para un cambio de rutina y ambiente, porfavor Jihonnie.

— Pero no puedo dejar que pagues esa cantidad de dinero tú sólo.

— No me importa el dinero, me importa que tú tengas una vida llena de experiencias.

— Entonces te pagaré la mitad.

— Déjame pagarlo.

— ¡No te dejaré hacerlo! También necesitas dinero para vivir.

— Con la paga del próximo mes ya recupero todo.

— Toma —Jihoon sacó un poco de dinero de su cartera y se dio a Seungcheol — No es la mitad, pero es un quince porciento, cuando lleguemos a casa de doy lo demás ¿Está bien?

Seungcheol frunció el ceño y tomó el dinero de mala gana, quería que tome el viaje como un regalo es por eso que insistía tanto en pagar.

La mañana transcurrió rápidamente, gracias a que Jihoon había encontrado alguien con quien hablar mientras el modelo trabajaba. Era un chico que parecía ser americano, tenía toda la pinta, y tenía buena figura, según le había contado también era modelo y que estaba esperando a que termine Seungcheol ya que después era el turno del muchacho.

— ¿Quién era ese? —preguntó Seungcheol poniéndose la chaqueta.

— Un chico que trabaja por aquí.

— ¿Te dijo su nombre?

— Hansol, creo.

— No te acerques a él.

Jihoon se quedó callado.

— Sólo bromeaba —Seungcheol rió—, tampoco soy esa clase de novio celoso.

Ambos chicos se despidieron del equipo de trabajo, agradecieron por todo y salieron del estudio. Afuera empezaba a hacer un poco de frío, el cielo estaba nublado y parecía que en cualquier momento empezaría a llover.

— ¿Cómo me queda el pelo castaño? —preguntó Seungcheol cuando salieron del edificio.

— Bien, pero me gusta más el negro.

— A mi me gusta como te queda el castaño.

— Lo sé.

— ¿Lo sabes?

— Ajá —dijo Jihoon sonriéndo y asintiendo con la cabeza.

Almorzaron en un restaurante de comida rápida, como siempre nunca faltaba esa persona con su cámara que le tapaba toda la cara de tan grande que era. Seungcheol solo ignoró a aquella persona y se sentó en un lugar lejos de la puerta junto a Jihoon, lo cual era lo contrario que le gustaba al menor. A Jihoon le gustaba sentarse cerca de una ventana o algún lugar donde pueda verse el exterior, eso se debía nada más a que le gustaba comer tranquilo y sentarse al lado de aquel lugar y observar el exterior le transmitía una clase de tranquilidad.

 — ¿Está bien que nos sentemos aquí?

— Si es por evitar a esa chica o chico que nos está acosando, está bien.

— ¿Estás seguro?

— Completamente.

Jihoon no dijo nada, se le hacía raro que Seungcheol lo invitase a comer y quisiera pagarle el viaje luego de estar días sin hablar ¿Acaso el mayo era bipolar? Estaba raro últimamente, y Jihoon no sabía que decirle, no quería incomodarlo o meter la pata.

— Seungcheol....

— ¿Si, cariño? 

Esas palabras saliendo la boca de Seungcheol, para el menor eran la gloria, saber que lo llamaba así y era tan tierno con él solo hacía que lo amara más y más en ese mismo instante.

— ¿Estás bien?

— ¿Yo? —dijo mirando para todos lados como si Jihoon estuviera dirigiéndose a otra persona.

— Sí, tu.

— Yo estoy bien —sonrió ¿Por qué lo preguntas?

— Andas muy raro últimamente ¿Sabes?

— Define raro...

— Pues, hasta ayer me ignorabas y ni si quiera me hablabas, y hoy de la nada fuiste tan bueno conmigo y me hablaste como si nada hubiese pasado.

— ¿Ves algo raro en eso?

— Si.

— ¿Qué cosa?

— Que me hayas ignorado por varios días.

— Bien...—suspiró— hay algo que debo contarte, pero no creo que sea el momento.

— ¿Y cuándo entonces?

— No lo sé...

— ¿Y cuándo lo sabrás?

— Tampoco lo sé.

— ¿Entonces?

— Lo único que sé es que te amo —le plantó un beso suave en sus labios, como si fuera la última vez.

— ¿Estás seguro que estás bien?

— No tengo idea, pero creo que estoy loco.

— ¿Loco? —preguntó confundido.

— Loco por ti, loco por amarte demasiado.

¿Cuando Seungcheol era de esa manera? Nunca había sido tan tierno ¿Había algo detrás de eso? Jihoon tenía un poco de miedo, parecía que Seungcheol quería ocultar algo, lo cual ya estaba haciendo al no contarle que le sucedía, pero no algo bueno, si no algo malo, algo de cual no quería ni si quiera mencionar el tema o escucharlo. ¿Qué le pasaba a Seungcheol?

El Nuevo Asistente →Jicheol←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora