Capítulo Uno: Reto

382K 32.3K 30.2K
                                    


Capítulo uno: Reto.

26 de junio, 2015.

¿Qué queda después de un orgasmo cuando se trata de una cosa de una sola vez? Ganas de irse. Kurt habla sobre alguna buena serie en la que lo quieren como principal, apenas retengo las palabras: edad media, papel principal, desnudos y dinero. Decido ignorar el resto.

La frustración sexual ha sido mi enemiga, más de ocho meses sin tener sexo y terminé reencontrándome con Kurt, un atractivo actor con el que salí poco más de tres meses y con el que ahora recuerdo por qué lo dejamos.

Todo lo que puede hacer es hablar de futuro, de lo que quiere, de cómo nos ve y sus triunfos. Seguro, fue un buen sexo pero la sensación de vacío de decirme a mí misma "Elise pudiste hacerlo mejor y esperar" está carcomiéndome. Y odio esa sensación porque pensé que había llegado a un acuerdo con mi problema para mantener una relación.

No huyo del amor, no le tengo miedo o aborrezco, simplemente no lo encuentro. ¡Dios sabe que lo he buscado! Pero no aguanto: me aburro, encuentro hasta el más pequeño defecto, no me intereso o no hay chispa. Claro, puede que el problema esté en mí y en lo que Breana llama un corazón de piedra.

Abrocho mi sujetador y tomo mi camisa desconectada totalmente de toda la palabrería de Kurt. Se supone solo íbamos a cenar y ya veo cuál terminó siendo el postre. Fue un buen orgasmo, pero no algo que valga toda esta sensación de querer devolver el tiempo y no hacerlo porque por algo los ex son ex.

Kurt es el segundo chico del medio con el que salí y durante años pasamos por este momento de reencuentro en donde la frustración sexual gana y nos divertimos unos pocos minutos, en ocasiones horas, antes de fingir que no sucedió y seguir.

— ¿Estás escuchando algo de lo que digo?

Me giro y le sonrío con diversión porque sabe que no lo hago, me devuelve la sonrisa. La cosa loca es que Kurt Johnson me agrada como amigo o bromear, si estoy sin hacer nada y quiero conversar siempre está ahí y viceversa.

—Yo nunca te escucho pequeño Kurt.

—Porque te da miedo enamorarte de mí.

Río tomando ahora mis zapatos de tacón, estoy tan adaptada a estar sobre ellos constantemente en el programa, que difícilmente tengo tiempo para quejarme.

—Si eso es lo que te dices para matar tu enamoramiento sobre mí.

—Cualquier hombre que folle contigo se enamorará durante el acto.

—Sin duda es lo más bonito que me han dicho en mi vida—me pongo de pie—. Y sí escuché la parte de que te quieren para protagonizar una serie y que te gustó el guión, que si se da, será grabada en LA. Así que éxito en eso pequeño Kurt.

—Nada en mi es pequeño y lo sabes.

—Esos suelen decir los hombres que tienen inseguridades sobre su pene—lo pico como siempre y la costumbre lo hace reír. Me acerco y doy un beso en sus labios de forma breve—. Siempre es divertido verte sin ropa, pero...

—Volvamos a nuestra realidad de amigos ¿Alguna vez te has preguntado por qué funcionamos siendo amigos y solo tenemos encuentros sexuales esporádicamente una o dos veces al año?

—Eres como mi vibrador humano.

—Y tu mi muñeca inflable.

Está vez lo que suelto es una gran carcajada, aprieto su nariz y despeino su cabello. No sirve para novio, al menos no para ser el mío, pero le tengo cariño como amigo.

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora