Capítulo Veintiséis: Visitante no deseado

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Capítulo veintiséis: Visitante no deseado.

Elise.



Creo que es la primera vez en mucho tiempo que me siento así: afligida, traicionada y herida. Tacha eso, es la primera vez en toda mi vida que me siento así. Así que ahora estoy en una silla frente a mi pecera en donde nadan tres peces, porque otro se dio de baja. ¡Maldición! ¿Es que tienen que morir en los peores momentos de mi vida? ¿Tienen que dejarme sola cuando siento que no tengo control sobre mis emociones?

Mordisqueo mi labio inferior y suspiro recargando mi barbilla de mis mano, siento la necesidad de querer dejar mi cabeza sobre el respaldo de la silla, pero de algún modo pienso que eso sería como finalmente dejarme caer sobre el torbellino de emociones que estoy sintiendo.

Suspiro. Suspiro otro poco más y no importa cuántas veces lo haga, no voy a sentirme mejor. Sigue doliendo.

Y no hablo solo del dolor físico de las zonas golpeadas ni el persistente dolor de cabeza. Hablo de un dolor más difícil de borrar, el que ningún calmante va a mejorar. Solo sé que es un dolor que se expande por todo mi sistema.

¿Qué sucedió, Hope? ¿En qué momento me convertí en la receptora de tanto odio?

Cuando crecimos ella siempre fue una niña un tanto caprichosa porque la consentían demasiado, pero aun así había dulzura en ella, era mi muñeca personal para jugar. En el principio de su adolescencia la enseñé cosas básicas incluso cuando comenzó a alejarse y aunque nunca fui su hermana favorita. Las cosas no se torcieron con la muerte de mamá, las cosas estaban torcidas desde un tiempo antes. Mamá tiene casi 6 años de haber muerto, pero las cosas con Hope se pusieron difíciles incluso antes, tiempo en el que mamá sufría por cada grosería y reproche que ella le lanzaba.

No es que culpe a mamá de la actitud de Hope, no sé lo que se siente ser madre y querer darle todo a tu hijo, pero ella siempre quiso darle todo cuando Hope se quejaba, cuando Hope sufría, cuando Hope era grosera. Ella solo intentaba calmar la actitud temperamental de una hija que parecía comenzar a no sentirse feliz.

Las cosas con Hope se fueron al carajo mucho antes de que mi relación con Edgar se arruinara. Mientras el cambio de Edgar vino después del accidente de nuestros padres, Hope ya se había contaminado mucho antes.

Muchas veces se lo señalé a papá, él lo converso con mamá. Papá puso mano dura porque no quería criar a una niña por mal camino, pero mientras él reprendía, mamá le daba un dulce. Ya lo dije, no culpo a mamá, pero quizá a Hope solo le faltó toparse con una pared sólida y no una débil solo sostenida por papá.

Me duele mi hermana porque en ella veo la niña que creció a mi lado. Y ahora esa niña se drogó hasta perderse en la ira e intentar hacerme daño físico. Me pregunto ¿De no haber perdido la conciencia ella me hubiera lastimado aún más?

El teléfono de la casa suena y camino hasta el, respondo y sonrío cuando sin saludar Derek comienza a hablar diciéndome sobre cómo se siente mi ausencia en el programa, cómo me encuentro, que si lo dejo contratarme a una enfermera y de nuevo cómo estoy.

—Estoy bien, Derek. No necesito una enfermera, solo...

— ¿Qué? Cualquiera de nosotros hará lo que sea para que estés mejor.

—Solo me siento triste.

—Tú nunca estás triste o no tan triste.

—Supongo que todos tenemos días malos. ¿Recuerdas cuando mi madre murió?

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora