Capítulo treinta y uno: Sentir.
Matthew.
11 de septiembre, 2015.
— ¿Acaso estás nerviosa? —río girando en la calle que me llevara a la casa familiar. No la observo, pero siento como se remueve en su asiento.
—No estoy nerviosa. Solo es terriblemente incómodo conservar unas bragas húmedas.
Eso capta totalmente mi atención y detengo el auto a un lado de la acera para poder observarla, estamos tan solo a unas casas de llegar a la de mi familia. Ella me da una pequeña sonrisa. A veces tengo la sensación de que Elise Smith definitivamente será mi perdición.
— ¿Qué dijiste?
—Creo que escuchaste bien—se encoje de hombros y deliberadamente cruza sus piernas de tal manera que el vestido que está usando sube hasta desnudar sus muslos. Tentación, demasiada tentación—. Estaba pensando en ti antes de que llegaras por mí y pensé que tenía tiempo para divertirme conmigo misma, pero llegaste antes y no pude terminar. Luego he estado todos estos minutos observándote mientras conduces y mis bragas en consecuencia ya no son tan cómodas ¿Cuál es la solución, Matthew?
Bajarle las bragas, levantarle la falda: darle diversión a mis dedos o romper un poco las reglas públicas mientras lo hacemos en mi auto. Esa podría ser una excelente respuesta, pero teniendo en cuenta que estamos en territorio familiar, sería vergonzoso ser atrapado por mi numerosa familia.
—Quizá quitártelas si tanto te molestan.
—Tentador, pero conociendo el clima londinense muy bien podría terminar mostrándole el culo a toda tu familia cuando alguna ventisca aparezca.
—Todos concluirían que tienes un culo asombroso, pero no queremos crear ese tipo de recuerdos—le sonrío.
—Solo no seas tan moja bragas, por favor.
—No sabía que era un moja bragas.
—Totalmente. Mis bragas nunca quedan intactas ante ti.
Tomo su mano en la mía y beso sus nudillos, ella me sonríe. Hay esta dulzura en Elise de la que creo ni siquiera se da cuenta, seguro, ella atribuye todo su lado dulce a quien llamo su alter ego, debido a que siempre está en presencia en su sección del programa, pero la verdad es que cuando pasa tiempo conmigo vislumbro su lado dulce y sensible.
—Haremos algo por tus pobres bragas una vez terminemos con mi familia, lo prometo.
—Viviré de esa promesa—sonríe apretando mi mano—. Ahora pon en marcha el auto de nuevo, hay un par de adolescentes intentando llamar tu atención.
Veo al frente y encuentro a Liam y Tyler dando saltos como los primos idiotas que son. Son buenos chicos, Liam un coqueto y ocurrente para las respuesta, Tyler un poco más del chico problemas y travesuras, ambos actualmente con 17 años. Creo que los chicos y chicas de están familia han salido bien, en su momento me sentí como la rama torcida del árbol, pero son pensamientos que viven en el pasado.
—Ya conociste a Liam, y ese es Tyler, seguro querrá conquistarte. Es un fiel admirador de las mujeres—advierto encendiendo el auto y retomando el camino hasta detenerme detrás de otro auto que reconozco como el de uno mis tíos.
Mis dos tíos junto a mi papá, sus esposas y descendencias viven en esta enorme casa, algunos ya han tomado vuelo como es mi caso y el de otros primos que viven en su propio lugar. De alguna manera siempre ha sido la casa familiar de los hermanos Williams, incluso desde generaciones anteriores.
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Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)
RomantizmPor tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo. Su mayor felicidad se encuentra cuando las cámaras se encienden, ese preciso momento mientras todo el estudio es una locura, cuando Elise S...