Capítulo Cuarenta: Retomando las fuerzas

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Capítulo cuarenta: Retomando las fuerzas.


Me separo de Matthew para ver venir a toda prisa a una Nicole llorando y luciendo histérica hacia nosotros.

—Ya déjalo, maldita mujer. Deja de hacerle daño.

— ¿Perdón? Tal vez solo debas consultar tu declaración con la cuenta bancaria de tu amiga Alicia o quizá la tuya propia—espeto dando pasos hacia ella— ¿Cómo pudiste hacerle esto?

—Cállate, tú no sabes nada. No sabes que es lo que se siente que quiten de tus manos lo que es tuyo.

—Yo sé cómo hiciste algo terrible y me inculpaste, eres una falsa. Escudarte de un supuesto amor cuando todo lo que haces es destruirlo, lastimarlo, te hace una cobarde. Él no merece eso. Eres una maldita arpía venenosa de mierda parasitaria. Y tengo todo un repertorio de nuevos insultos para ti.

» ¿Acaso se lo dijiste? ¿Le dijiste a Matthew la barbaridad que le hiciste? —Me giro hacia él— Matthew lamento ser quién te lo diga, pero odiaría que te expusieras a muchas más locuras de esta loca enferma. No fui quien vendió tu historia, todo este tiempo tuviste al culpable a tu alrededor. Ella lo hizo y sé que no vas a creerme quizá, pero tengo...

—Lo sé—me interrumpe su voz enronquecida—. Lo sé todo.

Eso me deja momentáneamente muda, pero entonces entiendo por qué se ve tan triste, las lágrimas y eso me molesta. ¡Mierda! El cielo sabe que tengo un montón de dolor propio en mí, pero saber que ella le ha causado este dolor a Matthew hace que hierva de la ira.

—Eres una obsesiva enferma ¿Cómo le haces eso a quién dices amar?

—Cierra tu estúpida boca—me grita dando pasos hacia mí— ¿Quién te crees que eres? ¡Crees que eres perfecta! Cuando sé que eres una persona horrible. Vienes y le quitas el novio a otra chica y crees que eres suficiente para él cuando solo eres una zorra promiscua regalada.

—Un momento...—comienza Kurt quien parece salir de su sorpresa, pero Nicole lo ignora mientras me mira con rabia.

— ¡No sabes nada sobre él! No fuiste quién lo salvó.

—Tampoco fui quién lo hundió—digo con fuerza y eso la corta—. Lo salvaste como un ser humano decente haría. Como yo hubiese querido hacerlo por él, por mi hermana, por muchas otras personas que se sienten perdidas y creen que esa es su única salida. Lo hiciste y eso está bien ¿Pero lo que has hecho ahora?

»Eres una estúpida que destruyó con sus pies lo que construyó con sus manos. ¿Acaso sabe la familia de Matthew la cantidad grosera de dinero que ganaste con todo esto? ¿Saben que le pusiste un precio a su dolor? Me das asco. Tu amor es enfermizo. Voy a demandarte por usurpación de identidad o lo que sea, porque necesitas un alto, hoy hiciste esto y mañana tú podrías ser un peligro para la sociedad.

Una parte de mí sabe que está mal decir todas estas palabras que pueden resultar demasiado hirientes y orillarla a malas decisiones, pero estoy cegada por la ira. Quiero darle un poco del daño que me ha ocasionado, el que le ha dado a Matthew; y no sé cómo detenerme.

—Te odio—sisea y esa es toda la advertencia que me da antes de lanzarse sobre mí.

Grito por la sorpresa mientras golpes vienen contra mí, la empujo y creo que es mi instinto el que me hace darle un puñetazo cuando me hace caer al suelo y le veo las intenciones de destrozarme. Kurt y Matthew están diciendo cosas, él primero logra quitármela de encima mientras Matthew se agacha a mi lado.

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora