Capítulo veintidós: Una cocina, una pared y confesiones innecesarias.
Los dedos de Matthew se curvan y ellos comienzan a acariciarme mientras me observa con fijeza. Un gemido escapa de mis labios justo antes de que él lo trague con un beso. Me toca con destreza mientras me besa. Lamento haber optado por un jean justo hoy y no por la facilidad de una falda o vestido.
Yo misma me encargo de sacarme mi camisa, razón por la que debe dejar de besarme, pero luego comienza a besar mi cuello y su barba pica contra mi piel de una manera agradable. Muerde mi hombro y dos de sus dedos se vuelven protagonistas junto a su pulgar dentro de mi ropa interior haciéndome gemir con fuerza.
—Saben espectacularmente bien.
— ¿Ah? —cuestiono, deja de besar mi clavícula para observarme.
—Tus pechos. Cuando le dijiste a ella que tendría que preguntarme a qué sabían, saben espectacularmente bien y una vez más quiero probarlos.
Saca su mano de mis bragas y quiero quejarme porque estoy demasiado excitada, pero entonces quita mi sujetador y lo arroja a cualquier lugar. Por un momento solo observa a mis ahora pechos desnudos, luego baja su rostro y lame uno de mis pezones antes de succionar y comenzar a torturarme con las caricias más placenteras entre sus dedos y su boca. Estoy segura de que digo muchas incoherencias, de que gimo mucho y pido más.
Como puedo saco su camisa y mis uñas rasguñan sus abdominales junto a su pecho. Me incorporo para besar su pecho y lamo su pezón haciéndolo gemir. Matthew no es un hombre de dar muchas vueltas, parece que sabe ir por lo que quiere en un momento estoy usando mis jeans y luego solo estoy llevando mis bragas inservibles. Tomo su cuello y lo beso, lo beso por tanto tiempo que mis labios podrían adormecerse si no me gustara tanto lo que estoy experimentando.
Me hace recostarme sobre el mesón y me sonríe mientras toma mi pierna y comienza a besar mi tobillo mientras va ascendiendo.
— ¿Sabes? Hablaba muy en serio sobre comerte—muerde mi rodilla y me estremezco mientras su otra mano toma un lado de las cinturillas de mis bragas para irlas bajando—. Escribí sobre Mattheo dándose un banquete con Eloise.
»Mattheo era más suave, más pausado pero sentía la misma necesidad. No era en una cocina, ni tampoco en un mesón, pero...
— ¿Pero? —mi voz es temblorosa mientras termina de sacar mis bragas y me observa fijamente en el lugar recientemente descubierto.
—Pero creo que tendremos algo muy en común con nuestros personajes ¿Quieres saber?
—Sí.
Retoma los besos llegando a la cara interna de mi muslo mientras su otra mano me hace extender mis piernas ¡Oh, mierda! esto está sucediendo realmente.
—Estamos tan excitados como ellos. Yo estoy tan fascinado como Mattheo, y tal como lo hicieron ellos—siento su aliento contra mí y cierro mis ojos—, nosotros vamos a obtener orgasmos. Hoy, mañana, después y mucho después. Promesa.
No tengo palabras para lo que sigue. Solo puedo asociar palabras al azar: lengua, labios, movimientos, dedos, susurros, soplidos, gemidos y mi cuerpo retorciéndose mientras mis piernas seguro tienen un agarre de muerte contra su cuello y mis dedos podrían arrancar mechones de su cabello.
Es demasiado. Es apasionado, duro y desenfrenado. No me da tiempo a procesarlo, solo me da tiempo a sentir. Mientras una de sus manos acompaña el ataque de su boca, otra sube para jugar con mis pechos y creo que yo podría morir en este momento como una mujer feliz. No, no podría porque aún nos queda otras partes buenas para explorar.
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Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)
RomansaPor tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo. Su mayor felicidad se encuentra cuando las cámaras se encienden, ese preciso momento mientras todo el estudio es una locura, cuando Elise S...