Capítulo veinticuatro: El mundo se vuelve oscuro.
17 de agosto, 2015.
— ¿Ella cree que está caminando sobre oro? —me pregunta Breana mientras ambas observamos a Jenny Fletcher, no parecer muy a gusto, sentada en donde es mi sección mientras su agente parece estar diciéndole algo.
—No estoy segura. Es preciosa y ardiente, pero no muy amable—aseguro bebiendo de mi café.
—Entonces es una artista inservible, de nada te sirve la belleza y fama si no tienes ni una pizca de amabilidad en tu ser.
— ¿Qué cosa? —Rayan aparece frente a nosotras mientras abotona su camisa, me sonríe y luego a Breana.
— ¿Te he dicho ya que estás más caliente y atractivo, Ryry? Creo que ser padre a tiempo completo hace cosas buenas por ti.
—Gracias, Elise, no sabes lo feliz que me hace escuchar eso.
—Caramelito ardiente efectivamente pintó su cabello de rubio— Breana ríe, sigo su mirada y Derek muy rubio conversa con Parker mientras gesticula mucho con sus manos.
—Breana—llama Rayan buscando su mirada.
— ¿Si?
— ¿Cómo es que incluso Parker quien fue el último en llegar consigue ser un caramelo y yo siempre he sido Rayan?
El entrecejo de Rayan está fruncido, yo bebo de mi café silenciosamente y Breana vuelve a ver hacia Derek. Hay un incómodo silencio.
» ¿Y bien?
—Tú no me llamas Barbie.
—No.
—Ni Bre.
— ¿Cuál es el punto?
— ¿Por qué tampoco tengo yo un apodo?
—Porque no necesitas uno, no le pongo apodos a las personas. Tú a todos les tienes, nunca a mí.
—Uhm...
— ¿Breana? —estira su mano y toma la suya, las mejillas de Breana se sonrojan mientras observa su agarre.
—Un día te diré.
— ¿Promesa? —Rayan sonríe.
—Ajá, promesa.
Breana está tan embobada que discretamente golpeo su costado para que reaccione, ella recupera su mano y usa alguna excusa sobre hablar con Krista antes de irse a paso apresurado.
— ¿Qué sucede con ella? Pensé que habíamos arreglado nuestro problema.
—Solo está un poco agitada hoy—debería avergonzarme la facilidad que parezco tener para mentir—. Oye, Rayan.
— ¿Qué?
— ¿Qué pasó cuando estuvieron encerrados?
Los ojos de Rayan se abren durante cortos segundos antes de volver a tener la misma expresión relajada, pero yo noté su reacción anterior.
— ¿Ella te dijo algo?
— ¿Qué pasó?
—No seas tan curiosa, Elise, ni tan paranoica. No nos matamos o golpeamos.
— ¿Y?
—Hicimos las paces, lo que todos querían. Todo bien.
—Eso no responde mi pregunta.
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Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)
RomancePor tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo. Su mayor felicidad se encuentra cuando las cámaras se encienden, ese preciso momento mientras todo el estudio es una locura, cuando Elise S...