2- La broma.

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Al final no podíamos dormir... Estábamos ansiosas de ver como terminaban los chicos.

Narra Blade

Acabábamos de despertar, yo iba a bañarme y Zack directamente se cambió.

Estaba secando ni hermoso pelo rubio hasta que me vi en el espejo. Y me di cuenta que no era mas rubio, tenia un color rojo. 

Salí del baño y empece a sentir como Zack se burlaba mientras se rascaba y caminaba hacia la puerta. A penas toque mi ropa sentí una fuerte picazón y de un momento a otro se escucho un fuerte ruido. Voltee y mi querido amigo, él que se había burlado de mi estaba lleno de mi pintura y plumas.

-El karma.- dije riendo.

-Yo creo que fue algo más que el karma, unas chicas rencorosas para ser mas exacto.- dijo él con el ceño fruncido.

Salimos hechos unas furias al campus hasta que escuchamis una fuerte risa.

Era de la chica rubia, ojos claros.

No se su nombre, aún.

-Él día amaneció rojo, Cody.- dijo la rubia caminando hacia nosotros con su amiga.

-Esto no acaba aquí.- dije acercándome amenazadoramente a la rubia.

-Oh no, claro que no. Esto recién comienza.- dijo ella.

-¿Querían guerra?, pues eso tendrán

Narra Aiden

La campana tocó y debíamos ir a clases, bueno yo tenía que ir, Cody no tenía el mismo horario que yo.

Estaba tranquila "prestando atención" a la clase hasta que...

-¡Sr. Johnson! ¡Debido a que sigue charlando va a sentarse en el lugar de la Srta. Hale!- lo regaño la profesora.

Esperen un segundo...

La chica que estaba adelante mío comenzó a guardar sus cosas.

No, no, no, por favor no.

Pancracia no te vayas, por favor.

La chica se fue y Blade se sentó en su lugar.

Genial.

Pancracia del valle se va.

El idiota con pelo rojo menstruado viene.

Estúpida Pancracia que se fue.

-¿Pancracia?- dijo Blade mirándome raro.

-¿Puedes leer mi mente?- pregunté asombrada de lo que el preguntó.

-Estas pensando en voz alta.- respondió.

Oh, eso tiene sentido.

-Oh... ¿Escuchaste lo de rojo menstruado?

-Si... cejas de marmota.- respondió devolviendo me el insulto.

-Hey, no es mi culpa que mi cejas sean tan sexymente grandes.- dije.

-Pero si es tu culpa que mi pelo sea rojo.- dijo.

-Piri si is ti cilpi qii mi pili sii riji.- dije en tono agudo.

El se dio la vuelta.

Idiota.

Narra Cody

Aiden y Blade se fueron a sus clases y yo me tuve que quedar con Zack que al parecer seguía con comezón.

-Vamos a clases- dijo él rascándose.

-Si no hay de otra.- dije.

Entramos al salón y yo me senté en lugar vació no quería estar con nadie, a demás no conocía a nadie, estaba todo tranquilo pero llego Zack y por alguna razón se sentó junto a mi. 

-¿Porque te sientas conmigo?- dije con una cara no muy alegre.

-No conozco a nadie acá, a demás se que en el fondo quieres que este aquí.- dijo con un tono coqueto.

Ni le contesté, claro que no quería que se sentara ahí, ¿En que estaba pensando? Intente muchas cosas para que se fuera y no hubo caso. Termine sediendo y charlamos casi toda la clase, la verdad no estaba tan mal estar con él.

-No, espera que estas diciendo, claro que no, el es el mismo que te tiro café y encima caliente- dije para mi misma.

-¿En que piensas?- dijo mirándome con sus ojos cafés.

-En ti.- dije.

-¿Que?- dijo confundido.

-No dije nada.- dije asustada dándome cuenta que lo había dicho en voz alta.

Me salvo el timbre, salí corriendo evitando a todos, quería olvidar que todo eso había pasado. Me a cruce a Aiden y ella intento hablarme pero pase de largo. Llegué al cuarto me acosté y no me pensaba levantar.

-Oye ¿Qué te paso?- dijo Aiden entrando al cuarto.

No respondí, solo fingí estar dormida y entonces Aiden se acostó y se durmió, después de un rato yo también quede dormida. Y es lo ultimo que recuerdo de esa noche.

Narra Blade

Llegué a la habitación y me senté en mi cama a pensar.

No iba a dejar que nadie tocara mi hermoso pelo y se saliera con la suya, no señor.

Zack entró por la puerta y al verme se rió.

-Ya, basta.- dije a lo que el siguió.

-Es que... es... imposible...- dijo entre risas mientras se rascaba el trasero.

-Debemos llamar a la ganza.- dije.

-¿Qué?- preguntó confundido.

-Llamar a la ganza, venganza.- dije y di una carcajada.

-Ay no empieces con tus chistes malos.- dijo Zack quejandose.

Por dentro se está riendo, lo se.

-¿Y si ponemos pintura azul en su baño y cuando se den una ducha terminen completamente azules?- propuse.

-Me gusta esa idea, con esos jabones que me regaló mi abuela para navidad.- respondió Zack urgando en sus cajones y sacando un paquete azul.

-¿Tu abuela te regalo eso para navidad?- pregunté.

-Si, ella me dijo "Chase, usalos cuando lo creas necesario".

-¿Chase?

-Mi abuela se confundió de nieto, está medio ciega.- dijo sonriendo.

Interesante...

-¿Y cómo vamos a entrar a su cuarto?- preguntó él poniendo sus jabones de color a un lado.

-Lo haremos cuando ellas estén en clase mañana.- respondí.- tu vigilas la puerta y yo pongo los jabones.

-¿Sabes en qué habitación duermen?- preguntó.

-En la 14, las vi entrar allí cuando salía de detención.- respondí.

-Entonces, querido amigo, mañana tendremos nuestra vendetta.

-Ven ganza JAJA.- reí.

Chicas vs ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora