22- Aiden.

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Me di vuelta lentamente, no quería verlo.

Y allí estaba, con sus jeans rasgados, remera oscura, y una caja de cigarros escondida en sus bolsillos.

¿Acaso todos entran exactamente en este internado ahora?

-Lindo corte de cabello.- me sonrió.

Oh, ni se te ocurra sonreirme.

-Em... ¿Que pasa aquí?- le susurró Blade a Jax.

-Es su ex.- respondió el.

Yo seguía sin decir nada. Todavía no podía digerir el hecho de que el esté de nuevo cerca de mi.

Dean estuvo conmigo un año, luego comenzamos a discutir constantemente y un día se pasó de la raya.

Comenzó a querer contralarme, saber con quien estaba a cada minuto y segundo, un día comenzó a gritarme que nunca me quizo. Intentó golpearme pero yo fui más rapida.

-Fuera de mi vista.- fue lo único que salió de mi boca.

-Aiden...

-No.- lo interrumpi y me fui seguida de Cody.

Entré a la habitación y comencé a caminar en circulos.

Tranquila Aiden, tu no lo quieres, eso lo tienes claro. El no va a volver a mi vida y punto.

Toc, toc, toc.

Tocaron la puerta.

-Si eres Dean ni pienses que vas a entrar.- grité.

-No soy Dean.- dijo la voz de Blade.

Caminé a la puerta y la abrí.

-Cortaste mi pelo, pero al menos no eres ese bastardo asi que entra.- lo dejé pasar.

-¿Estas bien?- preguntó sentandose en mi cama.

-¿Preocupado por mi?- pregunté riendo.

Me tiró una almohada.

-Si, creo, un poco nerviosa tal vez.- respondí.

-Las cosas terminaron mal con el ¿No?- dijo abrazando una de mis almohadas.

-Peor que mal.- corregí.- era muy posesivo, celoso y luego pasó los limites.- suspire.

-¿A que te refieres con...

-Quiso golpearme.- dije.

Apenas dije eso Blade cambió totalmente su cara, al parecer le molestaba y mucho.

-Que hijo de perra, mal nacido, aborto fallido, sangre sucia...

-¿Por qué tanto odio?- pregunté al verlo así.

-Mi padre es un ebrio, por lo tanto de vez en cuando volvia a casa y maltrataba a mi madre.- dijo presionando su mandibula.

-Ahora entiendo...- dije sentandome junto a el.- bueno, Dean no logró hacerlo, apenas lo intentó yo lo dejé sin herencia.- dije tratando de hacer que se ría.

-Que raro viniendo de ti.- dijo riendo.

-Por cierto, no creas que saldrás ileso de esto.- dije señalando mi pelo.

-Estamos a mano, si me haces algo yo te lo devolveré y así constantemente.- dijo.

Nunca dije que quería que terminara.

Que carajos me pasa.

Narra Cody

Después de que me fui dejando a Aiden sola me senté en un banco.

Al rato llego Blade abrazando algo. A medida que se iba acercando me di cuenta que tenía... la almohada de Aiden?..

-¿Podemos hablar?- pregunto ya al frente mio.

-Claro.- le dije y me hice a un lado para que sentara conmigo.- ¿Que paso?

-Emm... Es sobre una chica.- dijo notablemente nervioso.

-Uhh.. ¿La conozco?- pregunte curiosa.

-Supongo...

-Mmm... Bueno. ¿Que pasa con "la chica misteriosa"?- pregunte haciendo comillas con mis manos en las últimas palabras.

-Ese es el problema no se, cuando estoy con ella siento algo raro en el estómago, pero no es hambre, y cuando la veo con alguien.. Agh.

-Amigo, te gusta- dije sentándome como indiesito.- se nota de acá a mil kilómetros ¿Quien es la afortunada?

-Escuchaste eso, Zack... Me llama. Si, eso me esta llamando.- dijo parándose y comenzando a caminar.

-No escuche na...- ni pude terminar, se despidió y se fue rápido de ahí.

Yo solo me fui a la cafeteria ya tenía hambre.

Me choque con Zack y comencé a reír como desesperada y el me sonrio.

-Hola.- dijo rascándose la nuca.

-Ho..- ni terminé de decir.

Hoy es el día de no dejarme terminar de hablar.

-¿Que hacen, chicos?- llego el pesado de Ian.

-Nada, chau...- y se fue.

Todo por el idiota este que tengo en frente.

-Tambien me voy.

-No, tu no te vas.

-Si, yo si me voy.- como no me dejaba ir.- escucha bien. Si no me dejas comer esto tranquila, porque tengo mucha hambre, te dejare sin día del padre.

El solo levanto sus manos en símbolo de paz y se corrió para que pasara.

Solo lo miré comiendo una papa y me fui.

[...]

Al fin puedo acostarme tranquila.

Pero tengo que bañarme.

Cabeza, levantarme y bañarme o corazon, duerme.

Hice un esfuerzo inmenso pero me termine durmiendo.

Narra Blade

Entré a mi habitación y me tiré en mi cama, cuando me di cuenta aun tenía en mano la almohada de Aiden.

-¡AGH!- Ahogue un grito.- Vamos Blade, reacciona.- hablé frente a un espejo dandome una cachetada.- Auch.- me queje.

Estoy golpeandome yo solo, ya perdí la cabeza.

Según Cody, Aiden me gusta. Pero ella es una chica, y las chicas son muy absolutas en estos temas, entonces voy a consultarle a Zack.

Hablando de el, acaba de llegar.

-Zack, querido amigo mío, ¿Recuerdas cuando en el kinder yo te compartí mi paleta de helado?- le dije.

-¿Que quieres Blade?- preguntó conociendome.

-Necesito que me digas algo, ¿Como sabes cuando alguien te gusta?- pregunté.

-¿Esa almohada de donde la sacaste?- preguntó sin darme importancia.

-Zack.- lo volví a hablar.

-¿Me estas jodiendo? El otro día yo te hice esa pregunta. Eso no es realmente lo que me quieres preguntar. A ti te gusta una chica y como no quieres admitirlo necesitas que alguien te lo diga.- dijo tirandose a su cama.

Mierda, me conoce muy bien.

-Entonces, ahora dime, ¿Quien te gusta?- preguntó.

Respire hondo y lo solté.

-Aiden.- el se quedo boquiabierto.- no te quedes callado me pones nervioso.- dije.

-¿Aiden Wesley, la chica que tiñó tu pelo de rojo menstruación?- preguntó incredulo y yo asenti.- ¿Tu cortaste su pelo?- volví a asentir.- santa virgen.- sonrió.

¿Santa virgen? ¡Santa mierda, Zack, SANTA MIERDA!

Chicas vs ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora