36- La charla.

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Narra Aiden

-No lo se, es tan complejo todo.- me quejé caminando de una punta del cuarto a otra.- todos mis sentimientos están revueltos como una sopa de letras.

-Ay Aiden, piensa.- me dijo Cody por décimo cuarta vez.- ¿Que piensas de Blade?

-El es un chico muy loco, me agrada por eso, y cuando quiere puede ser hasta intenso. Cuando estoy a su lado me siento bien, me siento divertida, feliz, cómoda...- comencé a decir.

-¡¿Y entonces que es lo que no tienes claro?! ¡Ya admitelo, Aiden! ¡Te gusta Blade!- gritó harta de mis dudas.

-¡Esta bien! ¡Si! ¡Lo admito!- grité mas fuerte que ella.

-¡¿Que admites?!- gritó igual de fuerte.

-¿En serio vas a hacer que lo diga?- pregunté.

-¡Quiero que lo grites fuerte y claro!- se cruzó de brazos.

-¡Admito que me gusta Blade Johnson!- grité y al instante Cody comenzó a saltar como niña.

-Bien, ahora solo debes hablar con el y ya, comenzaran a salir, serán novios, se casaran, seré madrina, su hija se va a llamar Cody Junior y...

-Alto ahí, vaquera.- la detuve.- poco a poco hermana.

-Ay ya, ve.- me hecho de la habitación.

Las dos salimos al vestíbulo del hotel esperando a Zack con noticias de Blade. Según el, se había ido en la tarde y hasta ahora no ha vuelto. Estaba comenzando a preocuparme.

¿Y si le pasó algo?

Al cabo de una hora mas, la puerta principal se abrió dejando entrar a un sonriente Blade, rodeando sus brazos en el cuello de una chica, muy amistosamente, demasiado.

¿Que es esto que siento dentro de mi? Es como si acabaran de reventar mi globo de cumpleaños y quisiera matar a alguien, a esa chica.

Blade ni siquiera se molestó en voltear a verme, estaba muy entretenido riendo con esa chica, esa maldita chica.

-Aiden.- la voz de Zack me sacó de mis pensamientos asesinos.- desde aquí puedo ver el humo que sale de tus orejas, disimula un poco.

-No me molestes.- le gruñí fastidiada por la presencia de aquella chica.

-¡Hola chicos!- dijo Blade caminando hacia nosotros.

-¿En donde estabas? ¿Sabes lo preocupados que estábamos por ti?- comenzó Zack.

-Necesitaba salir un rato solo, fui a la pequeña plaza de aquí cerca, yo...

-Ya déjalo Zack, por lo visto esta muy bien, no debimos preocuparnos.- solté enojada mirando a la chica que rodeaba con su brazo.

-Oh, lo olvide.- dijo Blade.- ella es Beth, me hizo compañía en el parque.- la presentó sonriente.- ellos son Zack, Aiden... y Cody.- nos señalo a cada uno, Cody estaba a unos metros discutiendo con un hombre que trabajaba en el hotel.

Apenas Blade mencionó mi nombre Beth cambió su mirada por una de repugnancia, al parecer sabía quien era yo.

Narra Cody

-Y espero que no se repita.- dije señalando al encargado del hotel que había rayado mi auto al trasladarlo al estacionamiento.

-No señorita, descuide.- intentó sonreir.

-Ya deja al hombre en paz.- me apartó Zack.- Blade nos esta presentando a su nueva amiga.

¡¿Que?! ¿Y que paso con Blaiden?

Mire a Aiden y definitivamente o salíamos de ahí, o se lanzaría sobre la pobre chica.

Me acerqué y pude observar la cara de enojo de Aiden mas de cerca, y no era nada linda. Celos.

-Hola, soy Cody.- extendí mi mano.

Parecía agradable, tenía los ojos verdes, muchas pecas adornaban su rostro de una tes bronceada y su cabello castaño le caía por los hombros. Que pena que se haya metido con el chico de mi amiga.

Esto se pondrá feo.

-Beth.- me sonrió y recibió mi mano.

Mierda, si es así de simpática se me hara difícil el que me caiga mal.

-Y... ¿Que haces aqui?- pregunté directa.

-Yo...- intento decir pero Blade la interrumpió.

-Es mi amiga, yo la traje.- me miró entrecerrando los ojos.- A demás se hospeda en este mismo hotel.

-Solo preguntaba, no te pongas a la defensiva.- alce los brazos en zon de paz.

Aiden ya estaba sacando humo por los oidos.

-Aiden, tengo que contarte algo sobre...- vacilé. No se me ocurría nada que inventar.-  una bicicleta que vi.- la agarre del brazo y la aparte del grupo.

-No puedo creer que hayas dicho bicicleta.- se golpeo la frente con la palma de su mano.

-No se me ocurrió nada mas, entre en pánico.- agite mis brazos.

La miré y ya no parecía tan enojada, se veía como ¿decepcionada?

Me aclaré la garganta y hable.

-¿Estas bien?

-Si, ¿Por que no habría de estarlo?- me miró a los ojos.- ¿Por que prácticamente me obligaste a admitir que me gusta Blade? ¿O por que cuando al fin logro admitirlo aparece alguien que arruina todo?- sonrió sarcásticamente.

-Yo no quería que esto pasara.- dije y coloque mi mano en su hombro derecho para demostrar apoyo.

-No es tu culpa que él sea un idiota. No dejare que me ponga de mal humor.

-Oye Cody.- gritó Blade y me acerque.- Beth vive cerca del internado y me preguntaba si podíamos llevarla en el auto.

¿Y ahora que le digo?

No puedo solo decirle, no, porque se metió con el futuro marido de mi amiga.

Mire disimuladamente a Aiden y ella hizo un pequeño asentimiento.

-Claro, no hay problema.- respondí aun que se que hay mas de un no.

-Genial.- me sonrió.- saldremos mañana a la mañana.- se dirigió esta vez a Beth.

Nos saludo a todos... Menos a Aiden, y dijo que se iría  a dormir.

Beth y Aiden tambien se fueron dejándome sola con Zack.

-Nuestro plan de unir a Aiden y Blade nos esta saliendo mal.- comentó Zack.

-Si.- cerré los ojos y suspire.- mejor vamos a dormir, mañana será un largo día.

Esta vez no hubo beso de despedida como lo habiamos estado tiempo atrás, y me sentí tan... Vacía, creo que ya me había acostumbrado de cierta manera. 

Chicas vs ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora