40- Pelea (pt 2.)

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Narra Aiden

-¿En que estabas pensando?- preguntó Blade furioso luego de llevarme un poco lejos de Cody, Alex y Zack.

-¿En que estaba pensando? Blade, fue solo una broma.- trate de que se calmara.

-¡¿Una broma?! ¡Aiden, Beth está llorando!- comenzó a gritar.

-¡Oye, no me grites!- iguale su tono.

-¡No lo haría si no hubieras sido lo suficientemente infantil como para hacer la estupides que hiciste!- contestó.- Y dime, ¿Por que demonios lo hiciste?

-¿Que por que lo hice? Vamos a ver... ¿Quien de los dos se confesó con el otro? ¿Quien de los dos dijo que sentía algo? ¡¿Quien de los dos luego se fue con la primera desconocida que se le cruzó?!- grité y mi voz comenzó a quebrarse.

-¡Me rechazaste!

-¡Claro que no lo hice! ¡Yo necesitaba tiempo, y eso fue justo lo que no me diste!- comencé a sacudir mis brazos.- ¿Y sabes que es lo peor? Que a mi me gustabas... que estúpida fui.

-Fuiste estúpida al hacerle eso a Beth.- dijo.

-¡Oh! ¡Pobre y linda Beth! ¡Ve a socorrerla! apuesto a que las bombas de pintura la están matando caballero.- dije sarcástica.

-¿Por que no te vas con ese idiota que conocí en tu casa y dejas de molestar a los otros?- dijo mirándome con repugnancia.

-¿Alex? ¡Alex es mi hermano mellizo!- solté con asco.

Blade se quedó impactado unos segundos pero antes de que dijera algo lo interrumpí.

-¿Sabes qué? Me cansé, todos estos malditos días me mordí la puta lengua. Tu, idiota, dijiste que gustabas de mí, y yo de estúpida, lo creí. Puedes irte con la pobrecilla Beth si quieres, a estas alturas del partido me vale una docena de huevos. Y ni se te ocurra hablarme, porque no te quiero cerca mío, me hiciste daño, y el maldito llanto de Beth no es nada comparado a esto. Pero tranquilo, tu vete, al final y al cabo yo puedo seguir mi vida sin ti.- dije para luego irme con los ojos cristalizados.

Mi primer instinto fue ir a mi cuarto y llorar, pero no quería que ni Cody ni nadie me viera así. Apenas llegué al baño de chicas me encerré en un cubículo y me derrumbé.

Mi corazón estaba roto, por segunda vez, pero ahora me sentía peor que la primera.

Acabo de perder a un compañero, un amigo y hasta a un posible algo. Fui reemplazada, y ni siquiera le costo tanto, fue cosa de salir a una maldita plaza y ya.

¿Tan insignificante soy?

Ella llora y el la defiende a muerte. Pero yo estoy aquí, en un maldito baño rompiendome y el ni siquiera se preocupó en detenerme. Después de todo lo que le dije, el me dejó ir.

Blade Johnson, lograste derrumbar una muralla que me costó sangre y sudor construir, y lo peor es que ni siquiera la cruzaste.

Narra Cody

Ya había pasado mas o menos unos cuatro días y en estos días estuve encerrada con Aiden en el cuarto. Ella me contó sobre su pelea con Blade y lloró, igual que cuando yo le conté lo que pasó con Zack.

Lloramos juntas como unas tontas por unos idiotas.

Alex nos llevaba la comida a veces porque no queríamos salir, ya que no los queríamos ver si no corría el riesgo de armarse la tercera guerra mundial. Tuvimos que contener a Alex incontables veces para que no vaya a, como dijo el "Suéltenme, déjenme que les enseñe como son las cosas con los Wesley" traducido, les quería golpear. Pudimos contenerlo pero uno que otro insulto seguro se le escapó.

Zack intento unas dos veces venir, pero sabiendo que era el no le abría.

Ahora me encontraba sola tirada en mi cama esperando a que algo interesante pasara. Los queridos mellizos se habían ido hace un tiempo, Aiden le iba a mostrar el internado y yo no quise ir, no tenia ganas de levantarme y estaba cansada de llorar por una estupidez. 

Sentí que tocaron la puerta y supuse que sería Aiden y se había olvidado las llaves como ya paso muchas veces.

-¿Que pasó? ¿Olvidaste las llaves de nuev...- para mi mala suerte estaba muy equivocada.

Intente cerrar la puerta lo mas rápido que pude pero él puso el pie y no me dejo cerrarla. Empujo la puerta y aun que con todas mis fuerzas intenté que no lo hiciera logró abrirla, claro él tenia mas fuerza.

-¿Que quieres? ¿Por qué viniste?- me mordí el labio, no lloraría frente a él, no le haría saber cuanto me importa.

No me respondió, solo se quedo ahí mirándome.

-¿Te comieron la lengua los ratones.- silencio, suspire.- No estoy con ganas de verte la cara, ni ahora ni en un buen tiempo, así que retírate.- le abrí la puerta e hice un movimiento con mi mano para dar a entender mi punto.

Dios un par de pasos y pensé que se iría pero solo cerro la puerta.

-Si no te vas voy a gritar.- lo amenace.- Uno... Dos... Tr...

No me dejo terminar de contar se abalanzo contra mi y me beso, intente resistirme y no hice ningún movimiento pero tampoco lo aparte.

-Perdón.- susurró contra mis labios.

Dios, soy tan débil. Le seguí el beso, Aiden me matara.

Lo que empezó siendo un beso dulce comenzó a subir de nivel hasta ser apasionado. Enrede mis brazos en su cuello mientras mis manos despeinaban su cabello. Acto seguido con sus fuertes brazos acomodó mis piernas al rededor de su cintura.

Dio media vuelta y aun continuando el beso se sentó en la cama de Aiden.

Definitivamente ella me matará.

El agarró mi camiseta y la deslizó hacia arriba dejándome en sosten, yo lo imite y antes de volver a besarlo pasé mi mano por sus abdominales hasta llegar nuevamente a su cabeza. El se giró haciendo que yo quede abajo de su cuerpo.

Comenzó a bajar de besar me boca a mi cuello hasta morder mi clavícula haciéndome soltar un leve gemido.

Deslice mis manos por su torso hasta llegar a sus pantalones, los desprendí y el ayudó tirarlo lejos. El paso sus suaves manos por el elástico de mi short y comenzó a sacarlo lenta y delicadamente lo cual provocó que le mordiera el labio.

Chicas vs ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora