Nunca Pude Olvidarte (Takano x Ritsu)

Capítulo 18: Quizá aún exista una oportunidad

"No te amo... no te amo... ahí tienes la respuesta a la pregunta que me hacías hace unos días"

Esas palabras frías y llenas de rencor, no paraban de dar vueltas en la cabeza de Takano, era aún más desesperante saber que su relación con el castaño no andaba bien y ni siquiera sabía la razón, le agobiaba la simple idea de que Onodera pensará que su relación era por un beneficio en la publicación de su libro.

Esperaba ahí apoyado en la puerta de la oficina de Ritsu, absorto en sus pensamientos, suplicando por que las cosas se solucionarán entre ellos. Todo el personal pasaba por ahí y lo miraban extrañados. Eso ya no le interesaba, todo lo que quería era hablar con él y tratar de entender algo sobre esa situación.

"Lo que dijiste anoche es mentira, tu me amas, los verdaderos sentimientos no se pueden ocultar, nunca lo dijiste pero no era necesario decir algo que demostrabas poco a poco... ¿Qué fue lo que paso?... ¿Cómo llegamos a esto?... esta vez no pienso perderte"

-¿Qué quieres aquí?... Lárgate, vete de una vez Takano- aquello lo saco de pronto de sus pensamientos, Onodera lo miraba con enojo y entraba a su oficina luchando por cerrar la puerta, pero el pelinegro consiguió entrar


-Necesitamos hablar.
-Yo no quiero hablar contigo- le daba la espalda y ponía las cosas sobre el escritorio, haciendo que la distancia fuera más grande entre ellos. Takano no pudo controlarse, lo tomo con fuerza del brazo y lo atrajo hacia él.
-Onodera ¿Porque haces esto?... ¿Porque actúas así?- decía Takano estrechándolo entre sus brazos, negándose por completo a dejarlo ir, la calidez de aquel abrazo encontraba la fragilidad del castaño, quien dejó de forcejear y permaneció inmóvil pero en silencio.

-Entendería mejor las cosas si me explicarás porque estas tan molesto- decía el pelinegro enredando sus dedos en el cabello de Onodera

El oído del castaño se encontraba apoyado en el pecho de Takano, podía sentir cuan acelerado era el latido de su corazón, por un momento dejo de escuchar lo que Takano decía y se perdió en ese sutil sonido.

"¿Porque me abraza de esta manera si no siente nada por mi?... ¿Qué es lo que intenta?...¿Confundirme?"


-Déjame tranquilo Takano.
-No... No quiero.
-No es necesario que sigas con esto- dijo ya molesto y lo empujo
-¿Seguir con que?
-Con tu mentira, con tu obra maestra de conquistarme para triunfar como escritor... ¡Basta! ¡Déjame! No quiero volver a pasar por lo que ya viví hace diez años, solo desaparece, no tienes que venir ya, basta con que te presentes el día del lanzamiento de tu libro y todo habrá terminado.
-¿Porque insistes con eso?... Yo jamás he pensado en beneficiar mi carrera como escritor por estar a tu lado... ¿Porque eres tan hostil?... ¿A caso crees que eres el único que sufrió hace diez años?...¿Qué hice para que estés tan molesto conmigo?
-¡Te vi con ella!...Maldita sea, la abrazabas, estabas con ella, vino a verte aquí a la editorial...Tu novia... esa chica... Lo hiciste de nuevo- sus manos se cerraban con fuerza -.¿O vas a negar eso?
-No, no negaré eso, pero todo tiene una explicación, es por eso que debimos aclarar todo nuestro pasado, si nos hubiéramos dicho todo sin ocultarnos nada, sin tratar de aparentar que todo estaría bien en el pasado, esto no estaría pasando, entenderías un poco del lugar que ella ocupa en mi vida.

"Ella es especial para Takano" pensó y se dejó llevar por su enojo - ¡Vete de aquí!

-Ella y yo nos encontramos, porque hace unos días...
-¡No me importa nada de lo que digas!... ¿Sabes algo?....Yo jamás confiaré en ti... No puedo hacerlo, no te molestes en explicarme nada porque no voy a creerlo.

Takano lo tomo por el rostro y lo beso con exigencia, sus labios se rozaban con suavidad, algo de saliva escapaba por sus bocas, ese sonido húmedo chocaba contra las paredes que los rodeaban, Onodera luchaba por alejarlo pero Takano era más fuerte. Haitani apareció por la puerta y alejó a Takano tomándolo por la ropa.

-Déjalo tranquilo, tu libro se publica el viernes, lo conseguiste ya no tienes que aparentar que Onodera te importa.

Los ojos del pelinegro se llenaron de frustración, escuchaba de nuevo esas palabras pero ahora no provenían de los labios del castaño.

-Ahora veo de donde viene esa extraña idea tuya Onodera- menciono con seriedad Takano y se dio la vuelta para salir de ahí -Confías más en este tipo que en la persona a la que amas, después de todo tienes razón, lo nuestro no funcionará porque ni siquiera quieres escucharme, porque ni siquiera intentas hablar antes de sacar tus propias conclusiones.

Esta vez, su voz estaba llena de decepción, cerró la puerta dejando detrás de él un silencio total.

Takano entró a la oficina en la que había trabajado y comenzó a guardar sus cosas, como ya era costumbre Kisa debía cuestionarlo

-¿Qué haces?
-Me largo, ni siquiera pienso venir el día de la publicación del libro, me voy.
-¿Qué tienes? Debes estar el día de la publicación de tu libro.
-Como si me importara... ¿Sabes que Onodera piensa que estaba con él porque así me beneficiaría en mi carrera como escritor?
-Pero....No entiendo.... ¿Qué pasa?