Capítulo 4: El comienzo del fin

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Capítulo 4: El comienzo del fin

-Cuando te tengo de esta manera, tan cerca... Me pongo duro. ¿Qué hay de ti?... ¿No estás asqueado por estar así con un chico?- esas palabras eran totalmente inesperadas para Onodera, no encontraba la mejor forma de reaccionar, pero se rendía, rendirse era todo lo que podía hacer, estaba tan lleno de emoción, vergüenza, confusión y se estremecía sin control en el calor de aquellos brazos, por primera vez en mucho tiempo, fue capaz de responder algo que realmente sentía.


-Yo te lo dije. Si es contigo creo que no tengo problema- respondió sonrojado. Takano sonrió y lo abrazo uniendo aún más su cuerpo con el del castaño, su ropa comenzaba a ser una verdadera molestia, una erección se apoderaba de su cuerpo con tan solo aquella acción, nuevamente atrapaba los labios de Ritsu en un beso demandante y apasionado, lo intensificaba rozando una y otra vez su lengua con la del castaño, le robaba el aliento, se negaba a dejarlo ir, porque sabía que si le daba tiempo para decir algo más podría escabullirse de su lado. Se vieron a los ojos durante algunos minutos y lo lanzó sobre la cama.

A pesar de que lo miraba con intensidad, quería ser cariñoso, amable y porque no decirlo... romántico. Sus pensamientos le nublaban las ideas, se sentía confuso y no alcanzaba a describir si era por la falta de experiencia en el sexo o simplemente porque le importaba demasiado lo que el castaño pensará de él.

"¿Y ahora?.. ¿El debe desnudarse o debo hacerlo yo?" p

Pensaba el pelinegro, y al momento en que Onodera intento levantarse de la cama, reacciono por impulso. Reacciono por esa necesidad obsesiva que tenía clavada en cada parte de su ser.

"¡Imposible no puedo dejarlo ir ahora!"

De inmediato se puso sobre él, ejerciendo una leve presión sobre su cuerpo, aprisionándolo contra la cama.

-Onodera yo...
-Takano, yo... no estoy asqueado de esto- dijo girando su rostro hacia otra dirección, evadiendo la mirada del pelinegro
"¿Pero qué es lo que dice?... entonces... ¿Él está de acuerdo en hacerlo conmigo?"

Esas palabras eran lo suficientemente claras para el pelinegro que se encontraba fuera de sí, comenzó a desnudar lentamente a su compañero, lo acariciaba con detenimiento, sentía esa piel erizada en la palma de sus manos y recreaba en si mismo esas sensaciones que quería trasmitirle al de ojos verdes. Se desnudo también, aún no tenía muy clara la forma en que haría las cosas, pensó que sería suficiente masturbarse un poco, recorriendo el miembro de Ritsu con algunos movimientos lentos. Todo era tan contencioso; el castaño gemía fuerte, apretaba sus ojos y trataba de cubrir su boca avergonzada. No. No quería verlo conteniéndose y guardando esos sonidos que de alguna forma anhelaba escuchar.

-No te contengas, no hay nadie en casa- le susurró al oído para después darle un ligero mordisco.
-Ah... ngh... Takano... ahhh...- era estimulado con más velocidad, Takano tomaba su mano y lo dirigía a hacer lo mismo.
-Vamos... haz lo mismo con el mío- menciono y un par de manos comenzó el vaivén de movimientos guiados por el mismo deseo y esa sensación placentera que les estremecía cada centímetro de piel desnuda. Se corrieron en la mano del otro sin poder controlarlo, respiraban agitadamente, luchaban por recuperar la compostura pero era imposible. Por un momento Onodera pensó que todo terminaría ahí, pero Takano separó lentamente sus rodillas, posicionándose entre sus piernas.

-Eh....Takano...esto es..... ¿Qué haces?- menciono con los ojos bien abiertos y la cara teñida de un rojo intenso. El pelinegro parecía no estarle escuchando, debido a que estaba sumergido en sus propios pensamientos.

"Esto es increíble, se siente tan bien, su voz me enloquece, creí que sería suficiente masturbarnos mutuamente pero no puedo parar"
-¿Takano?
-Onodera...-"Esto es malo" Pensó-. Realmente es muy normal que las personas hagan este tipo de cosas-menciono introduciendo un dedo en el cuerpo del castaño quien no pudo evitar sobresaltarse.

-Ah...Takano... ah...- no podía decir nada. Los movimientos de los dedos de Takano dentro de su cuerpo, poco a poco lo hacían perder el control. Dejando de pensar demasiado, Ritsu comenzó a ser consciente de que la situación era más placentera. El sudor de Takano caía sobre su rostro, intentaba empujarlo. Pero el pelinegro no se rendiría, se inclino y comenzó a lamerlo en el pecho, termino por sacar sus dedos y elevo las caderas del castaño.

"¿Porque no puedo calmarme?" Seguía hablando consigo mismo a sabiendas de que nunca encontraría las respuestas correctas para su descontrol.
-¡Espera!......Takano ¿Qué estás haciendo?
-¡Vamos! se un poco obediente y trata de disfrutar esto tanto como yo- respondió y sin poder controlarlo más. Se introdujo en el cuerpo de Onodera, le penetro sin saber muy bien cómo reaccionaría el otro. Era una sensación totalmente nueva, una cavidad estrecha ejerciendo presión en su miembro, se detuvo un momento a mirar el rostro del castaño, parecía estar disfrutando, así que comenzó los movimientos de su cuerpo, entrando más profundo, escuchando los gemidos de Ritsu, aceleraba sus embestidas y sentía la manera en que el castaño se aferraba de su espalda. Se inclinaba un poco para besarlo sin detener el vaivén de su pelvis, el beso era correspondido, eso solo empeoraba las cosas, Takano se volvía más rudo y aceleraba el ritmo de sus embestidas.

-¡Espera!... ngh... Duele- decía el castaño con notables lagrimas en sus ojos-. Más despacio Takano....ugh uh...-
"Esto se siente realmente bien, no se compara nada en hacerlo con una chica"

¿Qué diablos hacía pensando en una chica en ese instante? Eso era algo completamente fuera de lugar.

-Lo siento Ritsu yo... ah ah... mgh...no puedo parar- explicó y de un momento a otro.

Termino por correrse dentro el cuerpo del castaño, su erección desaparecía poco a poco y salió del cuerpo del castaño, lo miro al rostro para besarlo, pero Ritsu lloraba sin cesar, su cuerpo temblaba y miraba con detenimiento como el producto de su excitación comenzaba a escurrir por el cuerpo del castaño... Ahora sentía algo de vergüenza, había perdido el control de su mente y de su cuerpo, simplemente entró en pánico. Arrepentido de no escuchar las peticiones de Onodera.

-¡Realmente lo siento!- se disculpo amargamente, sabía que no sería suficiente-. Onodera perdóname por favor, cuando te vi de esa manera, cuando escuchaba tu voz, yo simplemente no podía detenerme- Takano se comportaba de una manera que nunca antes se había comportando con nadie más. Onodera lo miraba sorprendido, realmente no había algo por lo que debería disculparse, él también lo había disfrutado, lo miraba sorprendido sin saber que decir. El dolor de su cuerpo casi había desaparecido y solo sentía replicas de una sensación placentera. No había nada por lo que sintiera que Takano debía disculparse.
-Puedes hacerme lo mismo si quieres.
-¿Que dices Takano?
-¿No quieres hacer ese tipo de cosas?... ¿Qué hay de golpearme?... Vamos golpéame, dame una paliza.
-Takano, todo está bien...

* * *


"Ha pasado ya una semana desde que hice... eso....con Ritsu y él no ha venido a la escuela, no tengo su número telefónico, para llamarlo, ni siquiera sé donde vive, él debe sentirse avergonzado... ¡No! más bien debe estar arrepentido, asqueado, ¿Qué demonios fue lo que hicimos?"

-Takano-kun- lo saludaba Ann con una enorme sonris haciendo que saliera de sus pensamientos para volver a la realidad.
-Hola- saludo indiferente.
-Takano-kun, quería disculparme por haberte llamado patán, pero quiero que sepas que aún así me gustas, sé que esto está mal para una chica, pero quiero que salgas conmigo ¿Que dices?

"¿Salir con ella a tan solo una semana de la graduación?.. Tal vez sea lo mejor, así mi padre se dará cuenta que tengo una novia, y me olvidaré de lo que hice con él"

-Esta bien, saldré contigo.


A la semana siguiente ~

-Onodera por fin vienes- se acercó hablándole con voz entusiasta.
-Ah, sí- Ritsu se encogió de hombros.
-¿Dónde te habías metido?
-Yo estaba...- "Muerto de la vergüenza, pensando en lo que siento por ti"...-.Tenía algunos problemas con mi familia. "¿El no piensa decir nada sobre lo que paso en su habitación?"
-Bueno ya que viniste hay algo que quería contarte a ti primero que a nadie.
-¿Qué es?
-Ann y yo estamos saliendo, ella se me declaro. ¿Qué locura no?

Onodera lo miro a punto de perder la fuerza en las piernas. Sentía que una parte de él era destrozada, comenzaba a ser complicado respirar, pero no tenía forma de decir algo. Después de todo Takano nunca le había dicho algo que implicará algún tipo de sentimiento romántico. Ahí asumió que lo del otro día solo había sido especial para él y todo comenzó a derrumbarse dentro de él.

-¿No es genial?- cuestiono el pelinegro sonriendo.
-¿Eh? s...sí, claro... Eso es genial. Ahora si me disculpas voy a la biblioteca- camino sin dirección alguna, secaba las lagrimas de sus ojos con molestia. Arrepentido del peor error que había cometido... Enamorarse...

"Soy tan estúpido, mil veces estúpido, el y yo hicimos ese tipo de cosas y ahora resulta que tiene novia. Él solo quería divertirse haciéndolo con un hombre... ¡Lo odio!..Te odio Takano Masamune"

Continuará...

Nunca Pude Olvidarte (Takano x Ritsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora