Capítulo 6: Recuerdos

2.1K 157 11
                                    

-Eh...sí, sí... Hola Takano, ahora si me permites tengo que hablar un par de cosas contigo, ven a mi oficina... ¡Haitani por favor atiende a ese chico!- Indicó Onodera y entró en su oficina con Takano, se colocó tras su escritorio, fingió revisar con detenimiento algunos papeles y comenzó a hablar.


-Bien, escucha Takano. Parece que tenemos un problema... Tú no puedes venir aquí con tu propio editor, la empresa te asignará uno, no puedes llegar aquí y como si nada dar órdenes, tienes un lapso de 1 semana para presentar la idea de tu libro ante la mesa directiva, ahí decidiremos si es un proyecto viable... En caso de que tu propuesta llegará a ser aceptada tendrías un lapso no mayor de 8 meses para terminar tu manuscrito, si el libro de tu autoría se vende con éxito la editorial te sumará a su lista de autores.

-Ritsu ¿Cómo estás? ¿Qué hiciste todos estos años? ¿Cómo es que ahora eres director de esta editorial?... Realmente luces diferente, el cabello ya no cae sobre tu rostro, sigues pareciendo el mismo de antes pero...- ¿Qué rayos con todo eso? ¿A acaso Takano había escuchado alguna de sus explicaciones?


-¡Oye! ¡Oye!... Basta de tus preguntas ¿A caso escuchaste algo de todo lo que te dije?- lo interrumpía molesto. Cansado de tener esa mirada sobre él.
-Creo que escuché solo un poco de lo que dijiste... Estoy tan feliz de verte después de tanto tiempo- Takano sonreía como la persona más emocionada del mundo.

El castaño se sorprendió, abrió sus ojos tratando de encontrar una explicación y termino por sonrojarse.
-Takano deja de decir esas tonterías, ahora si me disculpas tengo asuntos que atender, Haitani te ayudará con cualquier cosa.
-¡Espera!- Menciono tomándolo por el brazo y sus miradas se cruzaron ocasionando un silencio interminable.

-¿Ahora qué quieres?- cuestiono Onodera zafando su brazo y desviando la mirada.
-Sobre lo de mi editor... por favor ayúdame con eso. Kisa ha sido mi editor desde que comencé a escribir en literatura, él además es mi amigo yo no podría trabajar con nadie más que él- hablaba tan serio, parecía tan sincero que Onodera no pudo negárselo. Tomo un poco de aire y respondió.
-¡Esta bien! ese chico será tu editor- respondió y abrió la puerta de la oficina, provocando que Takano la cerrará de nuevo de forma inesperada.

-¡¿Ahora qué quieres?!- dijo gritando.
-Ritsu... tú... bueno... ¿Cómo decirlo?... No nos hemos visto durante 10 años, fuimos amigos en la preparatoria, nos reencontramos después de tanto tiempo y... ¿te comportas tan frío conmigo?

"¿Y todavía lo preguntas? ¿Quién es el que me arruino la vida?... En todos estos años he tratado de arrancarte de mis pensamientos, no pude evitar sentir despreció por ti, hay algo dentro de mí que aún te odia y que deseaba no volverte a ver nunca"

-Tu dejaste de comunicarte conmigo, ni siquiera te despediste cuando nos graduamos- las palabras de Takano lo sacaron de sus pensamientos de pronto.
-Yo tenía que viajar rápido,
-Entonces... ¿Al menos podías haberte despedido de mi?... Éramos amigos- esa palabrilla que molestaba a Ritsu aparecía de nuevo "Amigos" odiaba tanto ese maldito concepto cuando en sus pensamientos él había guardado todo tipo de ilusiones después de lo que paso en las cuatro paredes de una habitación.
"Llegué a tener la estúpida ilusión de que éramos más que eso"

-No tenía caso hacerlo- menciono saliendo de sus soliloquios mentales.
-¿Porque nunca me llamaste? ¿Porque dejaste de responder mis mensajes?- continuo el de cabello negro.
-Me di cuenta que no tenía sentido seguir en contacto contigo... ¿Qué beneficio tenía seguir hablando contigo?... Después de todo tenía cosas más importantes en que ocuparme- Onodera había comenzado a hablar de manera hostil y arrogante, pero sus palabras parecían sinceras y despertaron la molestia del pelinegro, quien lo tomo por los hombros y lo acorralo contra la pared.

-¡¿Me odias tanto?!... ¡Responde!... ¡¿Tú me odias cierto?- Takano parecía desesperado, gritar de esa forma le provocaba hablar agitadamente, su aliento chocaba en el rostro de Onodera y lo hacía sentirse debilitado.
-Yo... No te odio- trato de decir con serenidad.
-Entonces ¿Porque dejaste de tener contacto conmigo en todos estos años?... Debiste venir algunas veces a Tokio ¿Porque nunca me buscaste?
-Takano... Yo... Perdí mi celular y nunca vine a Tokio, mi familia era la que me visitaba a mí.

"¿Porque le estoy dando explicaciones?"
-Si no me odias... dime ¿Cuál es el recuerdo que guardas de mi?- dijo acercando aún más su rostro al de Onodera, hasta que quedaron unidos por la frente y se miraban fijamente.

-¿El recuerdo que tengo de ti?... Bueno, supongo que... - no pudo terminar de hablar, se perdía en los ojos de Takano, después de todo hubo un momento de su vida que lo había amado, el pelinegro comenzó a descender y el castaño solo pudo cerrar los ojos, abriendo lentamente sus labios.

-Onodera disculpa que interrumpa- apareció Haitani por la puerta, sin ni siquiera haber tocado y de inmediato el castaño alejó a Takano empujándolo por el pecho.
-Ja Ja Ja si ¿Que pasa Haitani?- reía nervioso. Sentía que su cuerpo podía colapsar en cualquier momento. ¿Qué diablos estuvo a punto de hacer? Estuvo a punto de volver a besarlo ¿Era eso?
-Te esperan en la sala de juntas- explicó su asistente.
-Ahh si ya voy- respondió ordenando todo en su portafolio y salió de inmediato.

Una vez que Haitani y Takano quedaron a solas podía percibirse una atmósfera algo incomoda.

-Tu ¿Qué hacías con Onodera?- inquirió Haitani un tanto curioso después de haber sido testigo de un extraño acercamiento entre ellos dos.
-¿Perdón?- Takano le regreso una pregunta despreocupadamente.
-Creo que fui lo suficientemente claro con mi pregunta- decía molesto mientras caminaban juntos.
-Ritsu y yo nos conocemos hace tiempo, lo que haga con él, no creo que sea algo que te importe.
-¿Quién te crees para llamarlo por su nombre, él es tu jefe.
-Tienes razón, ya no lo haré-
-Tu editor no tiene oportunidad en esta editorial.
-¡Te equivocas!- sonrió victorioso-. Onodera dijo que estaba bien. Él será mi editor y tú no tienes nada que hacer ante una orden del director de esta empresa.

Haitani y Takano se miraban con desprecio y ambos fueron a su lugar de trabajo. Teniendo que dejar esa absurda rivalidad que ni siquiera tenía una explicación.

-¿Qué paso, cómo te fue?- Preguntaba Kisa.
-Tu y yo estamos dentro...¡Serás mi editor!- ambos celebraron su victoria. Trabajarían juntos, tal y como ellos lo habían pensado desde un principio.
-¡Excelente! creo que por hoy podemos irnos- menciono.
-Kisa, si no te importa yo me quedaré.

Su editor se retiró y de alguna manera Takano se las arregló para investigar donde estaba la sala de juntas, permaneció afuera de ella alrededor de 3 horas hasta que todos comenzaron a salir, pero solo había una persona a la que le interesaba ver.

-¡Onodera!- lo llamo y a juzgar por su expresión, sin duda Onodera estaba sorprendido.
-¿Qué haces aquí? Tenías que haberte ido hace horas.
-Si lo sé, pero quería decirte que estoy aliviado.
-¿Eh?
-Creí que me odiabas y el que me hayas dicho que no es así... ¡Me quita un peso de encima!, tal vez podamos ir a cenar algo juntos ¿Qué dices?... Para recordar los viejos tiempos.
-No puedo, tengo una junta en otra editorial en 30 minutos.
-¿Qué tal mañana?
-¡No!... hay demasiado trabajo toda esta semana.
-¿Entonces algún día?
-Takano, te veré en 1 semana con tu propuesta lista, ahora debo irme- dijo entrando en el elevador.

Takano se quedo solo, pensando en que nada estaba bien en realidad, pero... ¿Qué más podía hacer? Por el momento no había más que mirarlo partir y tratar de concentrarse en todo lo relacionado con la historia del libro que tenía en la cabeza.

Continuará...

Nunca Pude Olvidarte (Takano x Ritsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora