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Previamente…

…-No lo sientas –murmuré recordando el por qué de su sentir hace unos segundos. Su mirada se tornó confusa y continué: -Yo no lo siento.

______ rió levemente negando con la cabeza. Lucía totalmente hermosa haciendo eso, tenía esa mirada de niña tierna y traviesa que en estos momentos me fascinaba. Se acercó nuevamente a mí dándome un beso corto y sin deshacer el abrazo en el que nos encontrábamos dijo:

-Definitivamente no lo siento…

¿Definitivamente no lo siento?

Ok tal vez no estaba en mis cabales cuando dije eso… o tal vez sí… ¿cómo saberlo cuando lo tengo a tan sólo unos centímetros de mis labios?

Sus labios…

Podría saborear esos labios, perderme en sus ojos un sinfín de veces más, contener su aliento, acariciar el semi-rizado cabello de su nuca, entrelazar mis manos alrededor de su cuello, inhalar su loción.

Vamos Liam, ¿por qué tienes que aparecer como el chico en quien justamente debo centrar mis pensamientos? ¿Por qué tienes que ser justamente TÚ?

¿Por qué lo haces? ¿Por qué llegas aquí, me agradeces y me besas?

¿No fue suficiente con que yo lo hiciera la noche anterior?

¿A qué estás jugando?...

¿A qué estamos jugando?

Miré nuevamente los ojos del chico que he conocido toda mi vida << ¿Cómo es que apenas noto el color chocolate de esos ojos? ¿Cómo es que apenas noto el hermoso brillo que reflejan?>>

Liam tenía su mirada fija en mí.

¡Perfecto ____, bravo!.

-Deberíamos entrar –dije mientras creaba un poco de distancia entre el castaño y mi misma.

Eso es lo más correcto, al menos me servirá para aclarar mis pensamientos y me evitará situaciones incómodas en las que diga lo primero que se me venga a la mente.

-______... –comenzó.

-¡______! ¡Liam! –Gritó una conocida voz que se acercaba cada vez más a nosotros – Louis, ¡están aquí afuera!- gritó el ojiverde mientras nos miraba consecutivamente - ¿Qué se supone que hacen aquí… LOS DOS? –Habló pausadamente frunciendo el entrecejo.

-Yo vine a tomar un poco de aire –confesé tranquilamente.

Sí claro, “Tranquilamente”.

-Yo… también –contestó dubitativo el castaño que se encontraba a mi izquierda. Harry continuó mirándonos sin emitir una sola palabra; más su mirada era completamente inquisitiva, como si sospechase lo que sucede entre su primo y yo.

No es que esté sucediendo algo con Liam.

<<Oh no ______, No está sucediendo nada NADA con Liam. ¿Al menos tú misma te crees lo que estás pensando?>>

Tengo derecho a guardar silencio, todo lo que diga es y será utilizado en mi contra en una corte…

Bien, tal vez mi imaginación y mi paranoia me estaban llevando muy lejos, y esto solamente podía aplicar en algún episodio de CSI: Miami. En cambio, en este caso y en este momento lo más acertado es decir algo al Detective Styles.

-¿Qué… -comenzamos Liam y yo. ¡PERFECTO! ahora pensamos al mismo tiempo. Ambos guardamos silencio y volteamos a vernos, tratando de dar la palabra al otro. Cedí.

-¿Qué necesitas, Harry? –cuestionó Liam con una voz neutral y a la vez bastante fuerte, sin un atisbo de nerviosismo.

Tal vez el cambio de voz va perfectamente a su cambio físico.

El ¿odioso? amigo de mi hermano. UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora