Liam.
Una vez que llegamos a nuestras respectivas casas; Lou, Hazza, _____ y yo bajamos del auto de mi mejor –y distraído- amigo, despidiéndonos; puesto que la obscura y fría noche no había demorado en hacer acto de presencia.
Los hermanos Tomlinson lucían tristes… Una mejor amiga y la chica que robaba silenciosos suspiros al oji-azul acababa de abordar un vuelo que los alejaría por miles de kilómetros de distancia…
Lou decía todo al no decir nada.
Mientras ______ daba a entender el mismo mensaje suspirando y mirando perdidamente a través de la ventanilla trasera del amplio auto, perteneciente a mi mejor amigo.
Sí… Todo el trayecto a casa mantuve mi atención en la castaña de ojos color hazel levemente enrojecidos a causa de las lágrimas anteriormente derramadas…
Su rostro inexpresivo hacía que todo en mi interior se contrajera, formando y extendiendo un agujero en mi pecho; sabiendo que la única manera de acabar con ello y de poder volver a la normalidad sería el poder sostenerla tal cual había hecho ésta mañana, cuando llegó sumamente angustiada por saber acerca del bienestar de su hermano…
-¿Liam? –preguntó alzando lentamente su rosto, quedando a tan solo unos centímetros de distancia.
-Dime –susurré en tanto respiraba con dificultad, debido a la cercanía de cierta castaña.
-Tu corazón… tú… ¿estás nervioso, cierto? ¿Por Lou? Por… -balbuceó a través de un susurro.
¿Por Louis?
Si _____ tan solo supiera que mi corazón comenzó a bombardear de manera desenfrenada únicamente debido a su cercanía…
A sus grandes, expresivos y hermosos ojos que me miraban tan fijamente.
A su pequeña nariz que enrojece rápidamente a causa del clima o que se arrugaba cuando le disgustaba algo.
A sus pequeños y a la vez: gruesos, rosados y deliciosos labios que me hacían olvidar fácilmente cualquier cosa que tuviese importancia, quedando en segundo plano totalmente.
A su blanca, tersa y traslucida piel que dejaba entrever unas hermosas mejillas rosadas después de haber reído, llorado… o en mi caso; después de compartir un beso… un perfecto y delicioso beso.
A su cabello castaño claro que lucía casi siempre sus típicas ondas totalmente desordenadas.
A su pequeño, delgado y hermoso cuerpo… a esas curvas que definían de manera casi artística su cintura; haciendo de ésta la perdición de cualquier adolescente.
Esa resultaba ser la única solución… el poder abrazarla de manera que su cuerpo encaje junto con el mío, tranquilizándola, haciéndole saber que no tiene por qué sentirse mal… ella no estaba sola, no estaba dispuesto a dejar que se sumiera en esos pensamientos… En tanto me llenara nuevamente dejando de lado el enorme agujero que se formaba al verla abatida.
_______ comenzaba a ser esa pequeña droga, sin la cual, no puedes comenzar un nuevo día… esa pequeña salida cuando sientes que todo abruma tu vida… ______ ya era una droga; y yo comenzaba a ser ése dependiente, que aún sabiendo el daño que puede provocar a mi organismo, más debía aferrarme a ella.
Eso es lo más preocupante, ¿en serio necesito esto? ¿En serio necesito caer en la tentación de acercarme más a la pequeña Tomlinson?
No. Sí.
Al despedirnos dediqué otra mirada al rostro de aquella hermosa chica…
-Buenas noches, ______ -susurré –Descansa y… recuerda lo que te dije –su rostro denotó cierta confusión, pero después de unos segundos asintió.
-Gracias Liam –sonrió levemente –Buenas noches.
Se despidió de Hazza con un breve abrazo y un beso en la mejilla; entrando poco después junto con su hermano mayor a la propiedad Tomlinson.
…
Hazza y yo hicimos lo mismo que los hermanos, entrando y dirigiéndonos lentamente hacia las escaleras que nos llevarían hacia nuestras respectivas habitaciones.
Luego de unos minutos, bajé directamente a la cocina, con la intención de servirme un poco de agua.
-Primito primito –comentó cierto chico de cabello rizado mientras entraba a la cocina, imitando mi acción anterior -¿Cuándo planeabas decírmelo?
-¿Decirte qué?
-Decirme… mmmmm no sé, tal vez ¿desde qué momento comenzaste a ser más que el mejor amigo del hermano de _____, al menos para la misma ______?
Me ahogué brevemente con el líquido que estaba bebiendo.
-Eso es precisamente lo que necesitaba para corroborar mis sospechas. Entre _____ y tú, sucede algo –apuntó con una sonrisa enorme
-¿Estás drogado? –reí leve y nerviosamente.
-Liam Liam… no eres malo, eres PESIMO al disimular algo.
-¡Estás drogado! ¿Qué puede…
-¿Me vas a negar lo que yo mismo vi?
-Tú, no viste absolutamente nada –afirmé mientras me abría paso hacia las escaleras.
-¿Nada? ¿Seguro? Porque vi claramente que estaban a una distancia sumamente corta, tú la abrazabas y… de no haber sido por mí, pudieron haberse besado…
-¿Qué quieres? –grité encarando e interrumpiéndolo.
-¡AJÁ! Yo tengo razón ¿cierto? Tú y _____. ¡POR DIOS, LIAM! –gritó sonriendo totalmente complacido.
-Harry…
-¡Harry nada! Liam, ¡no lo puedo creer! ¿Desde cuando?
-Harry…-no tenía la menor idea de qué podía decir –No…
-¿No es lo que yo pienso, cierto? ¡Primo por favor! –rodó los ojos de manera divertida e irónica.
-Es que en serio, no es lo que tú estás pensando.
-¿Entonces qué es? Explícame –cruzó nuevamente sus brazos esperando su respuesta.
-______ y yo… -suspiré cansadamente. ¿Qué le puedo decir? ¿_____ y yo nos hemos besado? ¿______ me gusta?
-______ te gusta –afirmó como si me estuviese leyendo el pensamiento.
-No…
-Liam… no te atrevas a negarlo, se te nota.
Palidecí en ese instante, ¿se me nota? No puede ser.
-¿Se… -comencé.
-Sí, se te nota. Especialmente hoy, cuando veníamos de regreso del aeropuerto. La manera en que la mirabas. ¿Y qué decir de lo de ésta mañana? –Pausó- ¡ESPERA! ¡Acabas de confirmarlo! –me señaló con el dedo índice acusadoramente.
Eres un idiota entero, Payne.
-¡LIAM PAYNE Y _____ TOMLINSON! –Anunció distraídamente sopesando la idea –No lo puedo creer –murmuró.
-Nada de eso, estás definitivamente muy mal –negué y reanudé mi camino hacia mi habitación.
-¿Por qué?
-Porque no hay nada de “Liam Payne y _____ Tomlinson”.
-¿Por qué? ¿Por Louis? Porque está claro que no le eres indiferente a nuestra pequeña Zanahoria.
Miré nuevamente al entrometido rizado. ¿También la analizó a ella?
-Mira Liam, no sé exactamente lo que esté sucediendo entre ustedes dos. Pero… de verdad espero que sea algo más, mereces a una chica como ______ y ella merece un chico como tú. Inténtalo –instó con una sonrisa.
-Harry no es… no se trata de eso –hablé rendido. No, no es acerca de ello… ella merece algo mejor. Yo no puedo darle lo que una chica como ella necesita.
-Todo se trata de eso –aseguró- Yo no diré nada… por si te lo preguntabas. Pero de verdad piénsalo. Ella es de las chicas que valen la pena el intento, no te demores en descubrir qué es lo que sucede, porque puede llegar alguien más que pelee por ella, y en ese momento estarás perdido, primo.
-¿De cuándo acá eres tan maduro y romántico, eh? –pregunté con un toque de humor, revolviendo sus preciados rulos.
-¡Liam deja de hacer eso! –gruñó separándose y acomodando su cabello.
-¿Tendrá algo que ver la amiga de _____? –inquirí. El rizado comenzó a ponerse como un vil jitomate. -¡OH HAZZA Y MIKA! –grité imitándolo.
-Pues sí. A diferencia de “ciertas” personas, yo admito que me gusta Mika. ¡EH!
-¡Cállate, Styles! ¡Ya deja de molestarme y vete a dormir!
-Sí, córreme. Porque sabes perfectamente que tengo la razón.
-Ajá, buenas noches.
-Jaja sólo piénsalo, ¿sí? –preguntó evitando que la almohada que había aventado directamente a su cabeza, impactara con ésta.
-Sí, pero…
-TS! ¡YA! ¡Me largo! –gritó devolviendo el proyectil –Buenas noches.
Cerró la puerta tras de sí rápidamente. Me acosté bocarriba totalmente atravesado en la cama.
¿Pensar? Ahora lo que menos necesito es eso; cada que comienzo a pensar, sólo puedo pensar en que estoy haciendo las cosas mal y aunque éste pensamiento sea constante; al ver a _____ reniego completamente de él. Pensar en ello…pensar en ella, sólo confunde más a mi confundido-pensativo cerebro.