16.CASUALIDAD Y CAUSALIDAD

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No sabía qué hacer.  Eliza ni siquiera me veía y yo me moría cada día un poco.  Esa puerta cerrada a mi espalda hace un rato,  todavía me dolía en lo más profundo.  No podía dejar que saliera otra vez de mi vida. De camino a casa, llamé a James para ver si estaba libre y cenábamos juntos. Quedamos.  Le conté lo sucedido.



-Alycia,  cielo.  Si no os reconciliais con el pasado, no vais a tener nunca un futuro.  Ni siquiera como amigas.  Ni siquiera como conocidas que coinciden un día en una fiesta y se toman unas copas juntas.  Sabes que te quiero, pero si a mi me hubieras hecho lo que le hiciste a ella hace ocho años..  - me estaba diciendo James, pero le interrumpí como si fuera una niña chica enfurruñada.

-Y  lo que ella me hizo a mi?    -dije.

-Aly,  ya no tienes 21 años, no has  podido quedarte enrocada en aquella estupidez.   Sólo intenta ponerte en la piel de Eliza.   No sé,  ni tú sabes,  mal que te pese, si te quería o no...   -me estaba diciendo,  pero volví a interrumpirle.

-Sí lo sé.  Ella no me quería   -añadí.

-Lo que quieras,  Aly.   Vale.  Ella  quizás no estaba enamorada de ti,  pero sí te quería.  Erais amigas y de la noche a la mañana y sin explicación no sólo desapareciste, sino que impediste que pudiera ponerse en contacto contigo.  La  borraste de tu vida.   La sacaste a patadas   -estaba diciendo James.

-Pero eso no fue así...  Yo la  quería y ella a mi no.   No podía soportar verla con otro.  Necesitaba alejarme.  Necesitaba olvidar    -me defendí.

-Lo que quieras, Aly.   Y seguro que tú te sentías mal.   Pero lo que tú le hiciste a ella no tiene nombre.  Ella podía no ser quien tu querías que fuera,  pero tú dejaste de ser lo que eras.  Dejaste de ser su amiga.  La lastimaste   -siguió insistiendo James-.  Y creo que, al menos, le debes una explicación.


Bajé la cabeza entendiendo que James tenía razón. No quería pensar que había lastimado tanto a Eliza.  Entendía el rechazo que yo le provocaba y me avergonzaba de haber actuado como lo había hecho.  En mi defensa sólo puedo decir que era una niña.  Pero ahora ya no lo era y no podía seguir eludiendo indefinidamente mis responsabilidades. Eliza había vuelto a mi vida y deseaba que permaneciera en ella.



A la mañana siguiente, antes de comenzar con el rodaje, me pasé por la caravana de Eliza. Podía decirle lo que sentí entonces, pero no le diría nada de lo que sentía ahora. No quería volver a perderla. Toqué la puerta y mi cuerpo se estremeció al oír el timbre grave de su voz al otro lado:



-Pasa... -oí.

-Hola Eliza. ¿Qué tal está Daniel?     -conseguí articular.

-Bien, Alycia.   Quiero darte de nuevo  las gracias por lo que hiciste ayer.   Estaba nerviosa y aturdida y a  lo mejor fui un poco brusca contigo    -me dijo.

-¿Lo dices porque casi me echaste a  empujones de tu casa?   -me miró con incredulidad,  pero al ver una sonrisa en mis labios entendió que estaba bromeando.

-Lo siento   -reiteró.

-Eliza    -dije entonces  recuperando mi seriedad-    llevamos un tiempo trabajando juntas y las cosas están raras entre nosotras.  Eso no creo que sea bueno para la película.... Y te echo de menos   -añadí bajando la cabeza.

ANTES DE AHORA(ELYCIA  AU) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora