ANTES DE AHORA(ELYCIA AU) COMPLETA

20.NUNCA MÁS

Antes de empezar con el capítulo de hoy, permitidme un apunte. Cuando redacto una historia, escribo esto aquí, me arrepiento y borro o cambio esto allá y la verdad, voy hilando lo que tengo en mi cabeza, aunque no soy muy consciente del hilo con el que lo tejo, es decir, no soy exactamente consciente de las palabras o las expresiones que utilizo. Escribo lo que me sale de las tripas y ya. Acabo un capítulo y voy al siguiente. Ahora, sin embargo, al ver publicada la historia, capítulo tras capítulo me voy dando cuenta de que el fic está siendo bastante complicado de digerir para alguna de vosotras y aunque no deja de ser real como la vida misma y he procurado no recrearme en descripciones demasiado crudas, lo cierto es que os está resultando una lectura dura. Mis disculpas.

Nunca fue mi intención inicial hacer de Eliza una mujer maltratada, pero me senté delante del ordenador en el primer capítulo y me salió así, lo siento. Pensé desde el principio en una historia un poco más dramática de las que acostumbro, que destilara más sentimiento y fue engarzando así...Eliza ya era una mujer maltratada y eso me dirigía en determinada dirección (hacer de Eliza una persona más autoprotectora, desconfiada, tener que relatar su infierno o parte de él...).

Lo peor es que todavía queda algún pasaje fuerte por llegar y me veo en la obligación de avisaros. No ahora. A partir de este, los próximos capítulos serán más distendidos (aunque sin perder el tono dramático, me temo). Pero luego la historia va a tener otro pico de crudeza, lo tiene (y lo afirmo así porque ya lo he escrito y no tengo ni tiempo ni ganas, ni cabeza para que la narración vaya por otros derroteros). Por donde discurre es un camino duro, pero es el que yo he elegido transitar. La historia me gusta tal y como está, con su crudeza y su dosis extrema de realidad, que he intentado tratar con delicadeza. A mi me gusta así y lo siento, pero no voy a suavizarla. Por eso, reitero mis disculpas a las que os podáis sentir heridas en vuestra sensibilidad.

Son estos momentos en los que me digo...¡qué falta tenías de meterte en este berenjenal, con lo agradecida lectora que eres tú, a quién se le ocurre pretender colarte del otro lado!. Aunque mis fics son bastante rositas en general, en ellos he tratado temas controvertidos, también (no sé, violación en "Pase lo que pase", acoso sexual en "Pecados capitales") pero nunca me había sentido como en este.

Uf, no sé, estoy un poco desanimada hoy. Sorry.

Aunque parezca lo contrario, me gustaría agradeceros vuestros comentarios y me gustaría también animaros a que sigais diciéndome lo que os salga de las tripas. Sólo así aprenderé algo.

Retenía todavía en mi memoria el azul de la mirada de Eliza sosteniendo la mía, sin ser capaz de descifrar cuál era el sentimiento que nadaba en ella. Desde que habíamos vuelto a vernos siempre rehuía mis ojos, como si no soportara mirarlos, como si sólo tolerara mi presencia, sin importarle demasiado que yo estuviera allí o no. Había cerrado completamente las puertas de su mundo para mi. Pero este fatídico fin de semana, sentía que me había no sólo dejado asomarme a través de sus muros, sino que ella, por fin, me había visto, se había dado cuenta de que yo estaba allí, de que podía estar allí para ella. Creo que por primera vez había sido consciente de que yo quería estar para ella.

Nunca imaginé que había lastimado tanto a Eliza, que la había dañado hasta el punto de la indiferencia. Yo sólo quería perderme entre sus brazos, pero las yemas de mis dedos me abrasaban por no poder tocarla. Ella siempre mantenía una dolorosa distancia tanto física como emocional entre nosotras, distancia que sólo se había roto este fin de semana. Y yo no podía disfrutar siquiera de esa cercanía, porque la misma había sido fruto de un tremendo dolor para Eliza. Prefería no sentir nunca más el calor de su cuerpo entre mis brazos que hacerlo sólo desde la fragilidad que le había impuesto el miedo que había leído en sus ojos.