ANTES DE AHORA(ELYCIA AU) COMPLETA

25.SORPRESA

Desperté temprano en ese sofá con  cierto regusto amargo.  Miré a mi alrededor queriendo encontrarla,aún cuando sabía que ella no estaría.  Me senté en el sofá e  intenté poner en orden mis pensamientos y mis sentimientos.  Tenía miedo, tenía mucho miedo, pero estaba cansada de sufrir y quería risas y quería abrazos y quería sexo otra vez en mi vida.  Mis antiguos sentimientos por Alycia se me habían enganchado al alma de nuevo.  La quería.  Y casi estaba segura de que a ella le pasaba lo mismo conmigo porque podía leerlo en sus ojos.  Y porque yo quería que así fuera y a lo mejor si deseaba muchísimo que Alycia me quisiera, acabaría pasando.  Era consciente de lo complicada que era yo y mi vida.  Traía una enorme mochila de penas y problemas encima y enganchada al cuello un niño.  Pero sabía que Alycia era lo suficientemente valiente y generosa para lidiar con todo ello.  Eso quería creer al menos.

Recordé que me dijo que hoy sábado vendría a recogernos a las ocho de la mañana, que tenía una sorpresa para nosotros que esperaba que nos encantara,  sobre todo a Daniel.  Y la sonrisa asomó a mis labios, porque si yo estaba rendida de nuevo a los encantos de Alycia, mi niño la adoraba.  La miraba con auténtica devoción y cuando ella no estaba con nosotros todo era Alysia por aquí,  Alysia por allá.  Y lo que era aún mejor, cuando observaba los ojos de Alycia, leía ese mismo cariño en ellos.  Ellos se querían, yo la quería.  Ahora sólo tenía que averiguar si ella me quería también a mi.  Y a ser posible de manera más hábil que hace ocho años. Porque me quisiera o no, no estaba dispuesta a perderla de nuevo.

Eran las siete y cuarto de la mañana y fui a despertar a Daniel.  Desayunamos,  me duché y nos preparamos.  A las ocho menos diez sonaba el timbre de mi apartamento y Alycia aparecía fresca y sonriente por la puerta del mismo.

-¿None mamos hoy Alysia?   ¿Mamos a  haser sur?    -preguntó Daniel con ojos radiantes.

-Ah..., es una sorpresa...    -dijo Alycia riéndose. Se volvió hacia mi-.  Voy a la habitación de Daniel.  Tengo que coger un par de cosas que va a necesitar   -y  señaló una mochila de buen tamaño que traía vacía.

-¡Estoy intrigada hasta yo con la salida de hoy!   -comenté-.   ¿Dónde vamos?

-Es una sorpresa    -repitió y desapareció detrás de la puerta del dormitorio de Daniel.

Nos montamos en el coche y emprendimos  camino. Tomamos la autopista que nos sacaba de Los Ángeles y Alycia nos advirtió de que teníamos un par de horas por lo menos antes de  llegar a nuestro destino.  Para nuestra sorpresa, enganchó un USB al  aparato de música de su coche y Alycia comenzó a cantar acompañando la canción:

Five little monkeys jumping on the bed,
One fell off and bumped his head! (Ow!)
Mommy called the Doctor, and the Doctor said,

Alycia me mira sonriente. Yo miro a Daniel y se le ha iluminado la cara, y está esperando excitado, con una sonrisa que no le cabe en la cara, porque cuando llega el estribillo los dos chillamos:

No more monkeys jumping on the bed!

Y yo le señalo y ahora es Daniel el que canta:

Four little monkeys jumping on the bed,
One fell off and bumped his head! (Ow!)
Mommy called the Doctor, and the Doctor said,