13.EL ARTE DE LA GUERRA

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Esa mañana iba a volver a verla.  Después de tantos años esquivando las noticias que hablaban de ella y sus fotos, hoy no sólo iba a tener que verla, iba a tener que oírla, que olerla... y no sabía si estaba preparada para eso.  Intenté ser fría y racional.  Después de que la vida me hubiera enseñado su lado oscuro, yo había tenido que aprender a dejarme llevar por lo que mi cabeza me dictaba y dejar de escuchar a mi  idiotizado corazón, que no había sido capaz de elegir con tino.  La estadística era desoladora:  dos amores, dos fracasos.  Así pues, como era una tarada emocional incapaz de distinguir lo que me convenía de lo que no,  decidí encerrar bajo siete llaves mi capacidad de enamorarme de nadie más de nuevo.  Estaba cansada de sufrir y esa convicción era la que iba a conseguir que yo saliera indemne de esa guerra.  No debía convencer a mi cabeza de que realmente Alycia no era para mi. Eso lo tenía más que claro.  Lo tuve claro en el momento en el que me quedé desamparada en el vestíbulo del hotel donde me dejó plantada y lo refrendé cuando fui sistemáticamente ignorada y ninguneada tras semanas de intentar ponerme en contacto con ella.  Definitivamente Alycia no era ni es para mi. Así y todo, debía convencer a mi corazón de que yo ya no sentía nada por ella y de que su presencia no iba a alterarme y sobre todo debía impedir que ella pusiera mi mundo de nuevo patas arriba.  Y para ello, debía seguir una elaborada estrategia, porque el imbécil de mi corazón se empeñaba muchas veces en no hacer caso a mi cerebro y tomaba sus propias locas  e imprudentes decisiones.  Necesitaba la ayuda de un profesional, así que saqué mi ordenador y tecleé:  "SunTzu: El arte de la guerra",  porque esto era la guerra y yo tenía que ganarla.  Debía diseñar una estrategia para ganar esa dura batalla y fijar las bases de mi actuación cuando me reencontrara con ella y tuviera que verla cada día durante  los próximos  meses...


Toda la sabiduría del filósofo chino se desplegó ante mi.  Y sus trece capítulos y sus indicaciones se iban a convertir en mi nuevo mantra, en mi próximo manual de supervivencia:



1.Aproximaciones de la guerra.

Sun Tzu afirmaba que:  "Ganar la guerra es la diferencia entre la supervivencia y la aniquilación. Por eso las estrategias para ganarla se deben estudiar a fondo". Y proponía una serie de factores y elementos a tener en cuenta. Y entre tanta disciplina, justicia, sabiduría y demás bondades que desgranaba que tenía que tener el buen comandante, suelta una perla que me encanta y pienso aplicarme con Alycia: "El engaño es la base del arte de la guerra".   Decidido. Esa sería mi primera aproximación con ella, fingir que nada había pasado, que no me había roto el corazón hacía ocho años y que por tanto, su presencia no iba a alterarme.  Mentir, engañar, esconder. Se había acabado la Eliza buena, la que va de frente, la empática y sensible Eliza que va siempre de cara.  Me la habían partido tantas veces, que no pensaba dejar que volviera a suceder.


2.La dirección de la guerra.

Este segundo capítulo hablaba sobre todo de que las guerras no pueden prolongarse indefinidamente ("Las campañas prolongadas agotan los recursos del Estado" )   Y ahí, en ese capítulo encuentro mi segunda clave: "Hasta el ataque más burdo debe realizarse con rapidez". Y ahí va mi segunda perla... si cuando me encuentro con Alycia me acerco, le doy un par de besos y la hablo con normalidad podré prevenir quedarme bloqueada o simplemente idiotizada de nuevo... así que "Eliza (me digo) a toda mecha a por ella y que sea Alycia la que se quede con la boca abierta y sin palabras".



3.La estrategia ofensiva.

ANTES DE AHORA(ELYCIA  AU) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora