4.ALAS ROTAS

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Definitivamente  y aún habiendo pasado ocho años, la sola mención de su nombre me altera. Cuelgo el teléfono y me dirijo a la ducha, esperando que el agua que resbala por mi cuerpo arrastre también su recuerdo con ella.  Pero no es así.  Suena el teléfono de la habitación.  Es Ashley para decirme que unos cuantos del grupo han quedado para comer juntos y luego dar una vuelta por el Barrio Judío.  También iré,  más por la compañía y la posibilidad de evadirme que porque tenga muchas ganas. Pero al final resulta una buena idea,  ya que a lo largo de toda la tarde consigo olvidarme prácticamente de ella.  Llego cansada a la habitación del hotel y me cuesta conciliar el sueño.


Los recuerdos inevitablemente acuden a mi pensamiento. Era el capítulo séptimo de la tercera temporada de  "The 100":

-Lexa: ¿Cuándo te vas?

-Clarke: Ahora. Lo siento

-Lexa: No lo sientas. Tienes que volver, son tu gente. Por eso yo... Por eso eres tú.

-Clarke: Quizás algún día tú y yo no le deberemos nada a nuestra gente.

-Lexa: Eso espero.

-Clarke: Que nos volvamos a ver


Habíamos recitado el texto tal y como venía indicado en el guión.  Pero yo sólo tenía en la cabeza dos cosas:  la primera que me iba de la serie (el imbécil de Jason, el productor,  había decidido prescindir de Lexa, mi personaje)  y la segunda, que Eliza (bueno, su personaje, Clarke)  y yo teníamos que besarnos en esa escena.


Recordé nuestro primer beso en la serie y  eso me hizo sonreir.  Fue otro momento y probablemente otros sentimientos. ¡Qué difícil de reconstruir todo en mi memoria!   Por aquel entonces, quería a Eliza, nos reíamos muchísimo juntas, disfrutaba muchísimo de su compañía, eramos muy amigas. Cuando en el guión vimos que teníamos que darnos un beso, hasta nos hizo gracia después de que como Lexa y Clarke anduviéramos como el perro y el gato.  Pero aquello que parecía tan fácil, a mi se me complicó un poco.  A ver, Eliza y yo estábamos en puntos muy diferentes de nuestras vidas.  Eliza había salido cuando ella tenía unos 19 años con un hombre 17 años mayor que ella; eran compañeros en una serie y estuvieron juntos durante casi un año. Eli, a su corta edad había tenido una relación bastante seria con alguien más maduro y experto y  relaciones más cortas pero no por ello menos intensas. Y yo, pues, a mis veintiun años nunca había tenido una pareja.   Algunos besos babosos y magreos apresurados y furtivos sin transcendencia.  Y ahí íba yo, a pecho descubierto a comerle los morros como mandaba el guión.  Según llegaba la escena, me concentré en lo que iba a pasar sabiendo además que era yo quien iba a besarla a ella. Era mi primer beso. De repente fui consciente de que nunca había besado a nadie, siempre me habían besado a mi y me había dejado hacer.  Así que allá iba yo, la Juana de Arco del amor dispuesta a sacrificarme en esa escena. Un beso con una amiga:

-Clarke: ¿Me has llamado?

-Lexa: Sí. Octavia no tiene nada que temer de mí. Confío en ti, Clarke.

-Clarke: Sé lo difícil que eso es para ti.

-Lexa: Piensas que nuestras maneras de hacer las cosas son duras, pero así es como sobrevivimos.

-Clarke: Quizás la vida debiera ser algo más que sólo sobrevivir. ¿No nos merecemos algo mejor?

-Lexa: Tal vez sí.


Y oí lo de que nos merecíamos algo mejor y ahí es cuando se me nubló un poco la vida, porque podría decir que se me nubló la visión, pero no, la nebulosa lo abarcó todo.  Al lío.  Sabía que la tenía que besar y miré sus labios.  Y me puse más que nerviosa. Me obligué a mirar sus ojos y todavía me azoró más que mirar su boca.  A ello.   Y apoyé mis labios en sus labios y supe entonces que esa era la primera vez que yo besaba a alguien y que me gustaba besar a alguien.  Y entendí que los labios pueden dar calor y ternura y cosquillas y felicidad.  Y deseé que eso no acabara nunca, pero ella se separó de mí  (teníamos un guión, por Dios) y mi rostro no conseguía recomponerse y a duras penas logré separar mi mirada de sus labios y de sus ojos. Y menos mal que oí a alguien decir "La señal" y esa fue la clave que me sacó de mi ensimismamiento.  Y cuando acabó la escena todo el mundo vino a decirme "Muy bien" "Qué bueno" "Qué bonito".  Y Eli me apretó la mano y me dijo "Qué tierno".  Y a mí  todavía me quemaban los labios.  Cuando al acabar el rodaje de la temporada vi el montaje final y  la escena y  mi cara y mi reacción física,  empecé a leer otras señales en mi rostro y en mi corazón.  Y busqué y rebusqué en mi interior y todo el tiempo que pasó entre que dejé el rodaje de la segunda temporada y me enteré que estaba en la tercera  y todo el tiempo que pasé sin ver a Eliza,  me hicieron darme cuenta de que no sólo la quería como amiga, sino que la extrañaba tanto que me dolía.  Y supe que la quería de verdad.  Y  supe que la quería como se quiere al primer amor, con ceguera, con ilusión, con esperanza.... Y entonces supe que por primera vez en mi vida me había enamorado.

ANTES DE AHORA(ELYCIA  AU) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora