Capitulo uno: "UN TATUAJE!?"
Bueno les hago un resumen, tengo dieciséis años hace una semana, ¿que como estoy? perfectamente, no, no enserio, no es sarcasmo, se los juro. No es algo que me obligan ni nada, les explico: ahora estoy viviendo con mi tía, mi madrina, alias "la mejor mujer del mundo", nadie se le compara, ella es tan especial en mi vida, es con la que puedo hablar tranquilamente, como si fuera una amiga, no existen secretos entre nosotras, eso me encanta. Acepte su oferta de venir para dejar problemas del pasado que es mejor no comentar ahora...
Sabía perfectamente que los cursos de ingles que fui desde los seis años servirían de algo, mi primer día, en el vuelo estuve algo triste por dejar a varias personas:
* Las Frutillitas, o sea las mejores adolescentes hormonales locas bipolares del mundo, o sea, mejores amigas
* Mi primo, Víctor, es un año más grande que yo, el que estuvo siempre. Ahora me estoy yendo a vivir con su mama, mi madrina, que me amo como si fuera su hija.
* Ultimo y mas importante, siento que estoy dejando a mi padre, lo dejo solo, sin nadie que lo vea, desde que falleció todos sus amigos que lo amaban tanto desaparecieron, mágicamente, yo era la única que lo visitaba, ni siquiera su mujer, mi madre.
Que feo que es decir madre, ella ya no es nada mío…
Cuando aterrice los vi esa familia feliz Lucinda, mi madrina me esperaba con una de sus grandes sonrisas, su hija menor esta ahí corriendo lo mas rápido para abrazarme, extrañaba mucho a mi enana Emma. Y por ultimo mi tío que era el ultimo en saludarme para darme el mas grande abrazo que podía recibir…
Si, esa era mi familia.
Cuando llegamos me seguían atosigando con preguntas y yo solo quería irme a hacer la primera cosa que me dije a mi misma que me haría cuando llegara el momento, no hay mejor momento que este, que al fin me siento libre, que se que ninguno me va a criticar por mi elección…
- ¡¿UN TATUAJE?!- Bueno…PODRIAN HABERSELO TOMADO PEOR!
- Si quiero uno… ¿cuál es el problema?- dije cabizbaja mientras el nerviosismo me consumía.
- El problema es ¡que estas completamente loca!- dijo mi tío…tampoco es para tanto, una marca que te va a durar para siempre que te duele hasta el alma, que tenés que ser fuerte para que no llorar cuando veas sangre y que puede causar grandes infecciones…en que estabas pensando Rox!?... me repetía una y otra vez.
- Quiero hacerlo- ¿Yo dije eso? WOW
- Podrías hacértelo mas adelante, además ¿Qué tontería te querés hacer eh?- trague con fuerza, no era algo tonto. De mi bolso saque un papel bastante arrugado por estar ahí por muchos años, estaba con los ojos cerrados cuando abrieron el papel doblado por la mitad, no quería que me gritaran de nuevo así que cerré con mas fuerza esperando sus reacciones, minutos que parecen horas pasaban y pasaban. No había ningún huracán ni nada así que los abrí para encontrarme con ambas caras inexpresivas…
- Hay una plaza a dos cuadras, en frente a un Tatoo Shop- dijo mi tio entregándome ese papel tan preciado para mi- ¿quieres que vallamos? - ni siquiera pensé la respuesta
- No, gracias, prefiero hacerlo sola- odiaba que cualquiera me mirara con pena en sus ojos, como si les acabara de decir que me acaban de violar dos negros que…bueno se entiende, enserio odio esta parte cuando me miran comprehensivos ¿Qué no entienden? Nadie me puede comprender.
Salí sin decir nada, me puse los auriculares después de rechazar el dinero que me iban a dar…esto es algo mío, de nadie más.
Ir con mi skate escuchando Sleeping With Sirens era lo mejor que podía haber, pero olvidaba algo, no sabía si ir a la derecha, o izquierda, o hacia delante, tal vez hacia atrás… ¡Dios! ¡Esto me pasa por querer hacer cosas sola!
Bufe, este día era maravilloso, me pare en el medio de la calle viendo para ambos lados para ver si había alguien que me pudiera decir donde estaba la maltita plaza, pero no había nadie…claro sos la única que se digna a salir en pleno invierno…pero son las dos de la tarde…pero sigue sin haber nadie…odio que siempre tengas razón voz invisible.
Me senté en la acera suspirando, quizás alguien se digne a aparecer. Paso un cuarto de hora y escuche algunos quejidos de lejos que se iban acercando entonces fui caminando hacia ellos, vi doblar en la esquina un chica rubia malhumorada con una niña colgando de su brazo izquierdo mientras le hablaba enfadada lo único que se escuchaba con claridad eran los “NO!” de esa chica aparentemente de mi edad quien estaba vestida como para ir a una pasarela, era ridículo. Se iban escuchando los “PORFAVOR, PORFAVOR” de la pequeña que vestía con un saco rosa, muy adorable, yo jamás le diría que no.
- Cassidy! Ya cállate, te dije que no!- valla voz chillona
- Hermanita por favor! Podemos ir!?- estaba lo suficientemente cerca como para escuchar todo, pero ya debía detenerla como para preguntar, bien aquí voy
- Em, disculpa –ella se volteo mirándome como algo sin importancia- hola, em- no es momento de hacer eso Roxana…
- ¿Si? No tengo todo el día- la mire como si no me creyese lo que acababa de escuchar, ¿tienes cosas mas importantes que hacer cariño? Pues lastima, mi lado amable se esfumo…
- Quería saber donde estaba la plaza- ¡Ja! Buena actuación tratando de imitarla Rox, ya eres toda una perra fría sin sentimientos.
- No es mi problema, búscate otra guía- solo sonreí tratando de no matar a la muy zorra
- Bien – pase por su lado chocándole el hombro…zorra sin educación, estas en mi lista negra
- Linda Skateboard – dijo tímida la niña, debería tener la edad de Emma, aunque el doble de abrazable, con ojos celestes cielo y la cabellera de su hermana, como algo tan adorable puede compartir ADN con… ¡eso!
- OH…gracias lindura- dije sonriendo mientras la zorra me miraba estirando el brazo de su hermana fuera de mi camino, pero esta pequeña era más fuerte de lo que aparenta porque nunca se movió ni un centímetro.
- Esta a una cuadra hacia allá- me señalo con su pequeño dedo mi lado izquierdo y le sonreí de nuevo asintiendo y agradeciéndole de nuevo. Pequeño ángel con ojos de cielo, estas en la lista blanca. Me despedí guiñándole un ojo a la pequeña Cassidy y con una mirada fría hacia su hermana me retire sobre mi skate mientras escuchaba a la pequeña siendo regañada por su insoportable hermana, pobre, por ayudarme se tuvo que ir escuchándola chillar.
No me costo encontrar el lugar donde me harían el tatuaje, era bastante espacioso y desde afuera se veía bien decorado, me gustaba. Me quede unos segundos en frente del local y respire hondo…
Llego la hora….