Capitulo Treinta y tres: "No fuiste el único humillado"
Hice un ruido de queja cuando sentí que el brazo que me rodeaba, pero no dije nada, volvería, lo conozco tanto, cuando ya no sentí más el calor de su cuerpo me dispuse a volverme a dormir, a veces odiaba tener el sueño tan pesado, un ruido me aturdió, fruncí el ceño ligeramente pero no me moví esperando dejar de escucharlo, un segundo ruido automatizado y rápido, acomodé mi cabeza sobre la almohada y apreté mejor la frazada que cubría todo mi cuerpo hasta mis pechos, pero un tercer ruido me desperezó, mi cara con los ojos cerrados solo se volvió tiesa, ya no me movía aunque quería hacer un par de cosas con su cara, escuché un sonoro suspiro saliendo de su boca seguido de el estúpido ruido que hace al revolver su pelo, escuché sus suaves pasos por la habitación y, aún desnudo, se acostó a mi lado en la misma posición que antes, ahora sus brazos no me proporcionaban calor y protección como notaba que era la intención, ahora me repugnaban, me encantaría solamente pegarle por tratar de hacerme esto, claro que no lo conseguiría, esperé bastante con los ojos abiertos hasta que se quedara bien dormido, lo más delicadamente posible que pude separarme de la prisión de su abrazo lo hice, tomé aire aún con toda la furia en mi interior, miré el resto de la ropa que estaba en el piso, apreté los puños, ¿Cómo pudo hacerme esto? Busqué con la mirada hasta que encontré su celular, en la mesa de noche a su lado, lo tomé y desbloqueé, revisé las últimas llamadas, una a Zack, la última vez que se conecto al WhatsApp fue hace unas cuantas horas, idiota… tenía varios mensajes, rechazó a Cassandra para venir y por lo que leí de ella, la última vez que lo hicieron fue en el baño aquella vez que los escuché, ignoré los mensajes de algunos chicos hablando de Basket, no tenía a muchas chicas en esta cosa, el último mensaje fue de su grupo, en él estaban los tres chicos, Connor, Derek y Zack, les decía que vendría a mi casa y que no molestaran, “mañana llevaré pruebas” decía el último mensaje, y valla que no las llevará, los siguientes mensajes eran de que le cerraría la puerta en la cara, hubo un momento de la conversación entre Zack y Derek en donde preguntaron por Connor, ahí me di cuenta que en serio le molestan algunas actitudes de ellos, les mandó EL mensaje donde les decía que no deberían hablar de las chicas así y que eran mis amigos, ahí se quedaron callados y empezaron hablar de mí… ¡Connor te amo! Eso me hizo medio sonreír pero la verdad es que estaba demasiado mal como para hacerlo por completo, miré al chico a mis espaldas, redes sociales intactas, fui a la cámara y las vi, ni siquiera tuve el valor para ver las fotos de cerca, veía desde miniatura que eran mías, de hace unos cuarenta minutos atrás, fotografiaba mi perfil, mi espalda y mi cara por completo mientras dormía, las borré a todas, y dejé el celular donde estaba, suspiré, apoyé mi espalda en la pared, mientras él, dormido, me daba la espalda, unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas, tomé aire mientras sollozaba, y pensar que hace unas horas pensaba en no negar todo lo que pasaba, le iba a dar una puta oportunidad, iba a dejar de ser tan perra con él, ¿Y qué saco? Que esté todo el día tratándome bien, que venga a mi casa para tener sexo y todo para que después solamente probar que se acostó conmigo, siempre es lo mismo con él, es un idiota, de los grandes, solo esperaba sentirme mejor mañana al ver su cara de furia hacia mí, que se sienta tan frustrado como yo al ver que nadie le creía, pero era imposible pensar en positivo, saqué el historial de las últimas acciones que hice y activé la alarma de su celular más temprano, me vestí ya para ir al colegio, mi gorro de lana rojo, mi buzo negro con un gatito blanco dibujado en el centro, unos jeans rojos y botas hasta la rodilla, como me gustaban, no me importó una mierda que sean las cinco de la mañana cuando llamé a Byron, seguramente Faith estaba con Connor, no me contestó la primera vez, cuando ya estaba afuera de la casa caminando un tramo corto para llegar a la casa de mi mejor amigo me contestó
- ¿Qué haces llamando a las cinco de la mañana de un martes? ¿Está todo bien? ¿Te asaltaron? ¿Te emborracharon? ¿Estás embarazada? ¿Te violaron? ¿Te drogaron? Por favor dime que te drogaron antes de violarte- sonreí, él siempre tan paranoico