Capitulo Treinta y ocho: ¿Me harías el honor de tener sexo conmigo?
Narra Ethan
Sin previo aviso me dio vuelta haciendo que me quedara debajo de ella, se separó de mí para, ante mi constante mirada, sacarse su remera quedando en un corpiño negro, eso hizo que el bulto apretara fuertemente contra mis pantalones, jadeé y sostuve de nuevo sus caderas para apretarla su entrada contra la dureza dentro de mis pantalones… tanto ella como yo nos gustaba hacernos sufrir, esperar y excitarnos más, para desear cada vez más el sexo que se aproximaba, ella gimió algo fuerte, me miró a los ojos y levantó una ceja
- Nos quedan veintitrés minutos ¿en serio quieres hacernos esperar?- suspiré y sonreí, esa era mi chica, me senté y me saqué la remera, volvimos a juntar labios mientras empezaba a desabrocharme el cinturón, se separó un poco para que me lo baje hasta el muslo, mi boxer con él, no me di cuenta cuando ella también se había sacado su pantalón y lo tiró con furia junto a la parte de debajo de su ropa interior, mordiéndose el labio se sentó encima mío, se movió encima de mi, haciendo rozar su entrada,, ambos gemimos cuando sentimos ese contacto, abrí los ojos y me alejé bruscamente unos centímetros, frunció el ceño, sin dejar de mirarla alargué la mano con urgencia hacia mi mesa donde tenía los preservativos, ella siguió mi mano con la mirada y al darse cuenta de lo que hacía sonrió, se acercó a besar mi cuello con total naturalidad, jadeé cuando mordió levemente el lóbulo de mi oreja- ¿Crees que después de la última vez que lo hicimos querría usar preservativo? Ya todo la pastilla, bebé- y como si fuera posible sentí mi erección crecer más, ella jadeó y se mordió el labio seductoramente, alzó una ceja, no quería escucharla reprocharme ahora, la empujé hacia abajo haciendo que entrara en ella hasta donde más pude, gimió- Ethan- mordí su hombro, me encantaba cuando decía mi nombre, más si era en un jadeo, ella se movió despacio mientras yo trataba de controlar mis ansias, acerqué mi boca a la suya y empecé a besarla con fuerza, sentía sus uñas enterrándose a lo largo de mi espalda y mis hombros, sonreí sobre sus labios cuando rasguñó cuando yo me empecé a mover, sentía que ella no quería que me separara, y, según ella, me veía sexy con esas marcas de sus uñas. Mi urgencia se hizo demasiado notable cuando giré para tenerla debajo, empecé a embestirla con firmeza y rapidez, ella trataba de ahogar sus gemidos sobre mi cuello, pero a mí no me gustaba eso, cuando estábamos así, quería escucharla gritar, lo que es raro, nunca me gustaba eso con otras chicas, pero con ella es completamente, cuando gemía, jadeaba o gritaba, me sentía bien sabiendo que ella disfrutaba tanto como yo. Sonrió, se mordió el labio, gritó, esa es la secuencia que me enloquecía, tomé sus piernas y las elevé un poco para llegar más profundo, empezó a balbucear- Dios… Ethan, más…- ates de que terminara la frase yo empecé a moverme más rápido y llegando más profundo, ella gritó echando su cabeza para atrás, estaba tan feliz, me acerqué a besar su cuello, sonreía cada vez que la escuchaba hacer algún sonido, su garganta temblaba bajo mis besos. Cuando habíamos terminado enterré mi cabeza entre esos preciados pechos, los besé mientras sentía su respiración agitada, en el medio de estos dejé una marca sin previo aviso, ella me pegó donde anteriormente acariciaba mi cabello, carcajeé hasta llegar a su boca pero ella no dejaba de replicarme entre besos
- ¿Por…- beso-… qué…- beso-… hiciste…- beso-… eso?…- beso- ¡Deja de hacer eso!- beso- Eres tan…- la besé por más tiempo, ella sonrió en mis labios y rodeó mi cuello con sus manos, me separé y sonreí
- ¿Soy tan qué?… ¿Sexy? ¿Hermoso? ¿Genial en la cama?…- me pegó en la frente
- Modesto…- la miré mal-… aunque iba a decir insaciable- alzó una ceja mientras yo analizaba la palabra, sonreí
- Y… adivina qué quiere el insaciable- dije de forma sensual sobre su cuello, ella me empujó y quedé con cara de confusión mirando el techo, se sentó en la cama y negó