Capitulo cincuenta y cuatro: "Cupido te pegó con un mazo"
Narra Ethan
La pelinegra ya estaba entre medio de los asientos delanteros mirándome como una gata en celo, tenía a un par de chicas, una en cada lado.
Ok. Esto no se ve muy bien.
- Escucha vamos a alegrarte la noche- susurró una de ellas sobre mi hombro
- Yo. . . no- el trío paró en seco
- ¿Eh?- negué con la cabeza
- No quiero que “nos divirtamos”- hice unas comillas, las tres soltaron una fuerte carcajada
- ¿Es broma cierto?- preguntó la pelinegra- todos quieren la noche de iniciación con nosotras- me miró enojada
- Yo no- afirmé, ella asintió
- ¿Eres del otro equipo?- fruncí el ceño enojado y negué- ¿entonces que te detiene?- preguntó mientras se acercaba a mi cuello, la aparté
- Tengo. . . algo parecido a una novia- ella rió como si fuera una chiste
- Seguro que ya te metió los cuernos- empezó a tocar mi piel por debajo de mi remera
- No- las otras dos tomaron mis muñecas y las ataron con los cinturones de seguridad antes de que pudiera reaccionar- ¿Q-qué hacen?
- No pensé que te resistieras tanto- sonrió mientras sacaba la hebilla de mi pantalón, cerré los ojos. No me importaba que ellas quisieran estar conmigo, quería a Roxy, ninguna otra me excitaba. No quiero esto.
Esto me pasa por ser hermoso
Volví a forcejear. . . nada, las correas lastiman mis muñecas. Oh Dios ¿Cuándo me volví tan nena? Cualquier otro mataría por estar en mi lugar.
Me siento mal porque esas chicas están tratando de sacarme los pantalones mientras otra olfatea y da besos en mi cuello.
Mi cuello.
- ¡Esperen!- las tres pararon a mirarme con intriga- em. . . el lado izquierdo de mi cuello necesita atención chicas- las tres sonrieron y la del lado izquierda separó mi cabeza de mi hombro
- Gill- susurró algo asustada después de unos segundos
- No jodas- dijo enojada la pelinegra repartiendo besos en mi abdomen
- ¡Gill!
- ¡¿Qué?!- la rubia a mi lado apuntó a mi cuello con los ojos abiertos y la pelinegra soltó un jadeo
- ¡Mierda!- apartó las manos de mí bruscamente, cerró la hebilla de mi pantalón con urgencia- ¡No lo toquen!- las otras dos hicieron lo mismo- ¡Por Dios! ¡Nos matará!- la chica a mi derecha estaba tan desesperada que soltó un sollozo llamando la atención- ¡No llores ahora idiota!
- ¡Te dije que debíamos dejar de hacer esto!- la de mi izquierda alzó su mano sobre mí para tocarla pero ella la apartó- ¡Yo sólo quería ganar un poco de dinero para la universidad! ¡Tendremos que irnos y nunca más volver para que no nos encuentre!- soltó otro sollozo desesperado
- ¡Es su culpa!- la pelinegra me apuntó- ¡El idiota no nos dijo que era propiedad de La Reina!- me encogí de hombros aún sin saber el significado de todo ¿Roxy? ¿Matarlas? Ella no sería capaz
Ok. Ahora que lo pienso. . .
- ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Debe estar buscándolo!- asentí energéticamente a la rubia de mi izquierda
- ¡Ni se te ocurra sacarle las correas!- la rubia me soltó para después escuchar un ruido, todos volteamos para ver a la chica de mi derecha bajándose del auto- ¡No te desesperes, lo vamos a solucionar!- desde afuera del auto soltó mi correa- ¡No lo hagas hay que convencerlo para que no diga nada!- soltó la otra mientras con la otra mano le mostraba el dedo del medio
