Estoy cansada y he sentido náuseas toda la mañana, es como si no hubiese dormido nada pero también creo que ha sido la mañana de lunes con los pequeños en el jardín de infantes.
De verdad, los lunes son horribles, los chicos vienen alborotados del fin de semana y lo único que quieren es seguir jugando, básicamente lo hacen pero mi trabajo consiste en crear juegos en los que aprendan valores, principios, qué está bien y qué no, mi trabajo consiste en formarlos como niños obedientes, solidarios, cariñosos y comprensivos. Alentarlos a hacer cosas que les gusten como pintar, dibujar o simplemente escuchar un cuento.
Mi celular suena en mi cartera, Por favor que sea Tobi, ruego en mi cabeza, miro la pantalla y me emociono cuando leo su nombre,
-Hola-lo saludo,
-Hola mi amor-dice, -¿Cómo ha ido tu mañana?-pregunta alegre,
-Horrible-admito, me siento muy mal físicamente,
-¿Qué pasó?-pregunta preocupado,
-Nada, nada, es solo que me he estado sintiendo mal toda la mañana-,
-¿Quieres que te busque y te lleve a casa?-,
-¿Lo harías?-pregunto, no quiero que pierda reuniones por mi,
-Claro que lo haría, ¿Dónde estás?-,
-¿No tienes clientes o algo así?-pregunto preocupada, me transpiran las manos, busco a mi alrededor un basurero,
-Y si los tengo no importa-dice, corro hasta el basurero que está en la parada del colectivo y vomito sosteniendo el teléfono lejos, lo escucho chillar mi nombre por el teléfono,
-Diablos Isa-exclama, -¡Isa!, ¡Isa!, ¿Dónde estás?-, limpio mi boca con el dorso de mi mano,
-¿Estás bien?-me pregunta una señora, asiento sintiéndome increíblemente cansada,
-Si, si-afirmo, -¿Tobi?-pregunto al teléfono,
-¡Dios, Isa!-dice preocupado, -Dime dónde estás, voy a buscarte-asegura,
-En la parada del colectivo, frente a la escuela-,
-Dame cinco minutos-dice terminando la llamada.
La señora me ayuda a caminar hasta el banco de la parada y ahí me siento a esperarlo,
-¿Segura que vas a estar bien?-pregunta la señora cuando ve su colectivo acercarse,
-Si, si, mi novio ya viene-, el Avalon de Tobias frena bruscamente frente a nosotras,
-Isa-me llama mientras se acerca, -¿Estás bien?-pregunta arrodillándose frente a mi,
-Llévame a casa-pido, él asiente y me ayuda a pararme, -Gracias-le digo a la señora, ella asiente y sonríe mientras Tobi me lleva al auto.-Métete en la cama-ordena Tobias mientras entramos en casa, -Te haré un té-, beso su mejilla y me meto en mi cama, Dios me siento...extraña, hay algo que no cuadra bien.
Tobi me lleva un té y se sienta junto a mi en la cama hasta que termino,
-¿Mejor?-pregunta, asiento, -Bien, tengo que irme amor pero voy a tratar de terminar temprano para volver aquí, ¿Si?-asiento, inclina su cuerpo para besarme pero lo detengo, el perfume que usa que me encanta, hoy, me descompone asique empujo las sábanas y corro al baño. Todo el té termina en el inodoro mientras Tobi sostiene mi cabello,
-No me voy nada-asegura, -Voy a llevarte a un médico-dice,
-No es nada, seguro el desayuno de hoy me cayó mal-,
-¿Un té con tostadas te ha caído mal?-su ironía me hace rodarle los ojos, saca su teléfono y teclea un número,
-¿Jace?-susurra, -Cancela mi agenda de la tarde y acomoda a todos los clientes dentro de ésta semana, dales prioridad-pide, -Bien, gracias-deja el teléfono y me mira, -Vamos-dice,
-¿A dónde?-protesto,
-Tienes que tener un médico aquí-se queja, resoplo molesta,
-Si, mi médica para todo-admito pensando en la mejor amiga de mi mamá, -¿Desde cuándo te gustan los médicos?-,
-No me gustan cuando se trata de mi-admite, -Al auto señorita-,
-Ok-me quejo saliendo del baño.
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Hay Lugar Para el Amor (Libro 3 de 3)
Ficção AdolescenteAlexis suele decir que los hombres pertenecen a la raza de los idiotas, pero aun no se ha dado cuenta que las mujeres también tienen sus momentos ¿Será capaz de dejar de lado su orgullo para escuchar lo que su corazón está tratando de decirle? ¿Nat...