Hay Lugar Para el Amor (Libro 3 de 3)

17. Isadore

Por  suerte  para  mi,  Tobi  es  lo  mejor que  me  pasó. Me  ayuda en  absolutamente  todo.
Vamos  a  ver  el salón  millones  de  veces  junto  con  la  planeadora de  eventos para  decidir cómo acomodar las mesas, sillas, los adornos y toda la cosa.
-Isa, tenemos que  hablar  de  algo  importantísimo-me  dice  Tobias  mientras  maneja. Sus padres  se  han  quedado  más tiempo  para  que  les  presentemos  a  los  míos, no  vamos a encontrar  ahora  con  ellos en  un  restaurante,  
-¿De  qué?-,
-¿Dónde  vamos  a  vivir?-,
-Pensé  que  estaba asegurado  que  vamos  a  vivir  en tu  departamento-anuncio,  
-¿No  quieres  vivir  en  una casa?-,
-¿Qué,  cómo  la  mía?-, él  asiente  sin  mirarme,
-¿No  crees  que  sería  mejor  vivir  en una casa, dónde  nuestros hijos puedan  corretear y jugar en el jardín?-lo  miro,  está concentrado  en  el  camino,
-¿De  verdad?-pregunto,
-Si, yo  crecí en  una  casa  y  realmente  no  me  imagino  creciendo  un  departamento-admite,  -Si quería jugar a  la  pelota  iba  al jardín  pero,  si  vivimos  en un  departamento,  ¿Dónde van  a  jugar los nuestros?-,
-Hmm...  no  lo  harían-susurro,
-Exacto, si  juegan  a  la  pelota dentro  del departamento, seguramente  les  diríamos  que no  lo  hicieran  porque  podrían  romper  algo  o  ¿No?-,
-Si...-admito,  -O  sea  que...  ¿Quieres que  vivamos  en  mi casa?-,
-¿Por qué  no  vendemos ambos lugares  y  compramos  algo  juntos?-,
-Tobi, tenemos un  montón  de  cosas  y  gastos que  hacer para el casamiento-me  quejo,
-Mi amor,  sabes  que  no  tienes  que  preocuparte  por  el  dinero-asegura,  -Y  puedo pedirle a Nate  que  me  presente  a  su tío  que  trabaja en  una inmobiliaria-,
-¿Quieres comprar  una casa ahora?-,
-¿Y  por qué  no?-dice,  -Ahora tenemos tiempo, no  quiero  estar con  una  mudanza cuando  el bebé  nazca,  quiero  que  cuando  el  bebé nazca ya  viva  en  la  casa dónde  va a  crecer-,
-¿Y  dónde  quieres  vivir?-pregunto  sonando  algo  irónica,  -Las  casas  en la ciudad  son carismas, y  no  quiero  irme  a los  suburbios, es demasiado  lejos-,
-¿Y  buscar  una casa  en tu zona?-,  sacudo  mi  cabeza, de  verdad  lo  está pensando,  tomo aire  un  par de  veces  y  asiento,
-Ok,  pero  te  encargas de  contactar al  tío  de  Nate  y  sólo  voy  a  ver  casas  que  tu pienses que  van  a  gustarme,  no  voy  a  andar perdiendo  el tiempo  viendo  millones  de  casas cuando tenemos  que  elegir las invitaciones, los adornos,  tengo  que  ver  a  tu hermana,  hacerme  los controles-,
-Hey, hey, basta-susurra,  -Yo  me  encargo  de  la  casa  y  solo  verás las  que  yo  crea  que van  a  gustarte-,
-No  muy  cara-pido,
-Isa, no  voy  a  decirlo  de  nuevo-,
-Ya  sé,  ya  sé,  tienes  dinero  para una casa-,
-No-afirma,  -Vamos  a  casarnos asi que  deja  de  hablar  en  singular  y  comienza a  hablar en plural-pide,  -Tenemos dinero  ¿Si?-,  sacudo  la cabeza, él  hace  doce  veces  más  el dinero  que yo  hago,  es  obvio  que  él tiene  dinero  de  sobra,  yo  solo  tengo  lo  suficiente  como  para no quejarme,  
-Tu tienes-susurro,  
-Tenemos-se  queja  mientras estaciona,  -Se acabó  el tema, de  ahora  en  más  hablas es plural-asegura mirándome,  -Vamos,  mis padres  están  en la puerta-,  pongo  los ojos en  blanco antes de  bajarme  del  auto  y  caminar al restaurante.