Cierro la puerta del departamento, me decido, voy a irme a casa por unos días, París es dentro de dos semanas y tengo que despejar mi cabeza y recuperar la semana perdida. Empaco algo de ropa en una valija mientras lloro,
-¡Mierda, deja de llorar Alexis!-me grito a mi misma, estoy molesta, enojada conmigo misma, no sé por qué le tenía tanto miedo a esto del embarazo cuando, en realidad, debería haberle tenido miedo a perder a Jackson, ahora, lo he perdido solo que, esta vez, creo que lo he perdido para siempre.
Dejo la valija al lado de la cama antes de entrar al baño, si me llevo una de sus remeras espero que no me odie más de lo que ya me odia pero, necesito su olor conmigo. Trago sintiéndome como la basura que soy. Me miro al espejo y me obligo a dejar de llorar antes de lavarme la cara,
-Estás bien-me digo, sacudo mi cabeza tratando de convencerme que estoy bien, -Estamos bien pequeño-le aseguro al bebé, ¿Por qué demonios le hablo al bebé?, lo he estado haciendo toda la semana,
-¿Le hablas al bebé?-, chillo y salto del susto cuando escucho a Jax en la puerta del baño, -Lo siento, lo siento-dice agarrando mis brazos tratando de calmarme,
-Mierda-susurro apoyando mi frente en su pecho, -Casi me muero del susto-admito,
-Lo siento, pensé que me habías escuchado subir-se disculpa,
-No-, me concentro en regular mi respiración, -Estoy sorda, he llorado tanto que tengo los oídos y la nariz tapados-admito,
-¿Dónde vas?-pregunta, no quiero mirarlo, he dejado de llorar y si lo hago voy a volver a empezar, cada vez que lo veo me siento culpable, culpable porque en mi cabeza estuvo la posibilidad, mi cabeza considero abortar a su bebé,
-A San Diego-susurro,
-¿Por qué?-,
-Mis padres están ahí-le recuerdo,
-Y yo aquí-dice, frunzo el ceño y lo miro,
-¿Qué?-,
-Lex, no puedo dejarte ir-admite, -Lo he intentado una vez y se sintió como la misma mierda, no voy a dejarte ir-, carajo, estoy llorando de nuevo,
-No voy a perdonarte tan fácilmente-admite, -Pero voy a hacerlo-asegura con una sonrisa, -Perdóname tu a mi por comportarme como un idiota-dice y se ríe de algo, -Una vez, una morena me dijo que todos los hombres veníamos de una raza de idiotas-, me río, -Discúlpame por formar parte de ellos-dice, -A veces me comporto como uno pero solo porque hay una morena que me saca de quicio-,
-Te separaste de esa raza hace tiempo-aseguro,
-No creo-admite, -Aún soy un poco estúpido-bromea, -Pero, estoy aquí, contigo y, vamos a hacer esto juntos-suelto un suspiro de alivio,
-¿Me perdonas?-pregunto,
-Estoy empezando a hacerlo-asiento,
-Con eso me basta-admito,
-Ven-dice, -Limpiemos ese bonito rostro y vayamos a comer algo-, niego,
-Pidamos algo-pido,
-De acuerdo-dice, -Con la condición de que nunca más me digas que vas a irte de casa-me río,
-Lo prometo-aseguro,
-Bien Morena, iré a pedir algo-besa mi mejilla y desaparece del baño,
-Gracias Dios-lloro, -No merezco nada de él pero aun así me das la posibilidad de que comparta mis días con él, gracias-.
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Hay Lugar Para el Amor (Libro 3 de 3)
Teen FictionAlexis suele decir que los hombres pertenecen a la raza de los idiotas, pero aun no se ha dado cuenta que las mujeres también tienen sus momentos ¿Será capaz de dejar de lado su orgullo para escuchar lo que su corazón está tratando de decirle? ¿Nat...