Hay Lugar Para el Amor (Libro 3 de 3)

67. Jackson

-¿De  verdad?-le  pregunto,  hemos estado  parados  frente  al Coliseo  por  más  de  media hora en la  que,  me  ha estado  explicando  que  en su lista  de  cosas  que  hacer  antes de  morir quiere  un  beso  frente  al  Coliseo,  
-No  es  tan difícil Jax,  solo  dame  un  beso  y  tomo  la  foto-explica,  
-De  acuerdo-acepto  tomándola de  la  cintura  antes  de  pegar  sus labios a  los  míos,  ella hace  la foto  y  se  ríe  cuando  deslizo  mis dedos  por  su  espalda,  
-Ya-pide,  -¿No  has  tenido  suficiente  con  lo  de  esta  mañana?-pregunta  divertida,  
-¿De  qué  hablas?, jamás  tengo  suficiente  cuando  se  trata de  ti-admito,
-Eso  es  tierno-dice  besando  mi  mejilla,  -Pero  mejor  vámonos  o  llegaremos tarde  para  ir a Florencia-asiento. Esto  de  pasar unos cuantos días  en  los lugares  más importantes,  fue  una idea  genial,  obviamente,  fue  idea  de  Alexis.
Tomo nuestro  equipaje  y  corremos hasta  el  colectivo  que  nos lleva  a  Florencia, ¡Vaya!, ¡Qué lugar hermoso!

-¡Jaaaax!-chilla Alexis,  me  despego  de  la almohada y  miro  a  mi alrededor,  -¡Levántate!-me  reprocha,  -Hace  más de  media  hora que  te  lo  estoy  pidiendo-se  queja,
-Lo  siento  Morena, es que  me  dejas  agotado-digo  recordando  todo  lo  que  hicimos la noche anterior, ella  se  sonroja pero  quiere  verse  enojada asi que  trata de  ocultar  la sonrisa,  -Ven  aquí-le pido  señalando  su lado  de  la cama,
-No-afirma,  -Quiero  pasar  el día  fuera de  la cama-se  queja,  
-Pasas  todos los días  fuera  de  ella-me  quejo,  
-Levántate-me  pide, 
-Quiero  ir a  la  Galería...-,
-De  los Uffizi-la interrumpo,  -Ya  sé,  ya sé-digo  saliendo  de  la cama  y  pasando  frente ella con  lo  que  Dios  me  trajo  al  mundo,  
-Que camines  desnudo  frente  a  mi, no  va a  funcionar-asegura,
-Si  lo  hago  después  de  que  visitemos a  los  Uffizi, estoy  seguro  que  funciona-grito  desde el baño,
-No  creas-amenaza,  sacudo  la cabeza antes  de  meterme  a la ducha,  necesito  sacarme  el sudor de  encima urgente.
El último  día  en Italia la llevo  a  comer  fuera,  el clima  está  perfecto  y,  Florencia lo  hace todo  aún  mejor cuando, después  de  cenar, caminamos frente  al  Palacio  Vecchio, el Duomo  de Giotto  y, sus  alrededores. Cuando  volvemos  al hotel,  decido  en el ascensor que,  por  más que  tengamos  que levantarnos temprano,  voy  a  hacerla  gemir  mi nombre  y  beberme  todos sus  gemidos.
La presiono  contra la  pared  del ascensor  y  la  beso,  ¡Diablos,  como la amo!  Enreda  sus dedos  en mi pelo  mientras la alzo  para sacarla  de  ahí,  
-Espera, espera-pide,  me  detengo  en  la  puerta  de  la habitación  mientras ella  abre  la puerta  y  la cierra  dejándome  ahí afuera,
-¿Qué?-pregunto,  -¿Lex,  qué  demonios?-,
-Dame  un  segundo-pide,  asiento  y  miro  a  mi  entrepierna, voy  a  explotar  en  cualquier momento, 
-¡Lex,  no  estoy  para  jueguitos!-admito, la puerta  se  abre  y  veo  a  Alexis  con  lencería de encaje  negra  y  tacones,  -Madre  mía, si  estoy  para ti-admito  tomándola  en  mis brazos antes  de cerrar la puerta de  una patada,
-Tranquilo-me  dice  riéndose  mientras la llevo  a  la  cama,  
-Nop, te  necesito  y  te  necesito  ahora-,  ella asiente  y  me  ayuda a  salir de  mi  traje.
-Jax-susurra, aprieta  mi  erección  en sus  manos,  
-¿Hmm?-,
-¿Me  amas?-pregunta,  guía  mi pene  hasta  ella,  
-Más que  a  nadie-admito,  
-Bien, porque  yo  también-asegura antes  de  dejarme  entrar en  ella.
Me  encanta  que  por  alguna razón  desconocida,  ella se  adapte  tan bien  a  mi,  es  como  si estuviéramos  hechos el  uno  para  el  otro, cortados del  mismo  lugar y, a  compás  el uno  del  otro.
Me  hundo  en  ella  varias  veces  antes  de  que  alcancemos el  clímax,  sintiéndome completo  y  a  salvo, la amo  y, es  mi  lugar favorito  en el  mundo. Amo  poder  llamar  a  sus brazos, mi hogar.