37. Tobias

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Soy  la  persona  más feliz  del  universo  desde  el  sábado  pasado. Papá y  mamá  van  a quedarse  toda la semana, pobre  Alex. Con  Isa nos  tomamos dos  semanas  lejos del  trabajo  pero,  como  es lunes  quiero  que vea  algo, antes de  que  el tiempo  pase.
-¿Dónde  vamos?-pregunta,  no  digo  nada, solo  sonrío.  La  miro  de  reojo  varias  veces, mira  su anillo  y  sonríe,  ¡Dios,  no puedo  creer  que al fin  sea mía!
Veo  a  un  hombre  de  traje  parado  en  el jardín  de  la casa que  vi  la semana pasada. Estaciono  detrás de  su auto  y  ayuda a  Isa a  bajar,  
-¿A qué  venimos?-,
-No  te  enojes-le  digo  antes  que  nada,  -Tal  vez  es  un  poco  grande  pero  estoy  seguro que  va a  gustarte-ella se  ríe,  por  suerte  para  mi,  está  mañana ha amanecido  sin  náuseas  y sintiéndose  bien.  Tomo su  mano  y  la  guio  hasta  la puerta,  
-Tobias-me  saluda el hombro, estrecho  su  mano,
-Carl, ella Isadore,  mi  esposa-anuncio, es  la primera  vez que  lo  digo  y  las palabras  suenan tan bien  en  mi  cabeza como  lo  hacen  fuera, incluso  suenan  mejor,  
-Un  gusto-le  dice  él estrechando  su  mano,  -Soy  Carl,  agente  de  bienes  raíces,  he  estado viendo  casas  con  su esposo  hace  un  par de  días  ya, él  asegura que  esta  será la  elegida-Isa se ríe,  mira  el  frente  de  la  casa y  aprieta  mi  mano,
-Vamos-dice  animándonos,  
-Por  aquí por  favor-la guía  Carl.
He  visto  la casa  por lo  menos tres  veces  y  no  deja de  darme  la  sensación  que  es  la indicada. No  es  lejos del  centro  de  Nueva  York, solo  a  unos  minutos,  no  queda  lejos ni de  mi trabajo  ni del de  ella,  está  en una posición  perfecta.  El vecindario  es tranquilo, incluso  tiene hasta  seguridad  privada.
-Dios-susurra  Isa cuando  entramos, la  sala es lo  primero  que  vemos, la  dejo  que camine  y  descubra tranquila mientras la  sigo  de  cerca.   Camina habitación  por habitación,  susurrando  pequeñas palabras de asombro. La  sigo hasta  el jardín,  
-Una pileta-susurra,
-Podemos poner  rejas  para  evitar accidentes-le  digo,  ella sonríe  y  camina  hasta  mi,  ¿Qué dices?-,
-Me  gusta  que  no  es  de  dos pisos-admite,  -Las  escaleras y  los niños no  me  gustan-asiento,  lo  sé,  -Pero  es  enorme  Tobi,  tiene  ocho  habitaciones-,
-Lo  sé  pero...a  mi  me  encanta-admito,
-¿Tantos hijos  vamos  a  tener?-me  río,  
-Podemos hacer  muchas  cosas con  las habitaciones-aclaro,  -Una  oficina  para  mi, una habitación  para  que  pintes  tus cuadros, un  gimnasio-pienso,  ella sonríe abrazando  mi  cintura,  -Además  mira  el jardín-pido,  -En ese  árbol  puedo  armar una casita,  podemos tener un  perro, obviamente,  va a  haber  más juguetes  que  otra cosa  pero...¿No  crees  que  será perfecta?-,
-Nuestra casa-susurra,
-Así  es, nuestra casa-afirmo,
-Si-dice  sonriendo, 
-Quiero  vivir  aquí-,
-Cada día me  haces  más feliz-admito,  ella  se  sonroja y  me  besa,  -Vamos,  compremos esta casa-la animo,  ella asiente.

Hacer  los  papeles para  la  compra  nos  lleva toda la  tarde  pero, gracias  a que  soy  amigo de  un  banquero  puedo  pagar la mitad de  la  casa  esa  misma  tarde  y, lo  que  es  aún  mejor, nos entregan  la llave  de  la  casa  al final del día.  
-Ya  que  todo  el  mundo  está aquí podemos  pedirles  que  nos ayuden a  mudarnos-dice mientras volvemos al departamento,  
-Mañana llamo a los chicos y empezamos-ella sonríe.

Hay Lugar Para el Amor (Libro 3 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora