Capitulo 18.

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Llamé decidida al timbre de la puerta.

-¿No puedes estar un segundo sin mi verdad?-dijo Harry en verme cuando abrió a puerta.

-La última cosa que desearía hacer en este mundo es verte la puta cara que tienes.-dije enfadada.

-¡¿Que he echo ahora?!-dijo cerrando la puerta cuando yo entré en el interior.

-Tu has echo lo que haces siempre, ¿no es así?-dije haciendo una pequeña pausa.-Como Jess es gilipollas no se dará cuenta de nada... 

-No entiendo nada.-dijo él cruzándose de brazos.

-¿Cuantas chicas han pasado por el mismo puto escenario que he pasado yo hoy?- Harry dejó caer sus brazos.

-Louis...-dijo malcidiéndole.

-No me puedo creer que sea un ligue más de Harry, no me esperaba esto de ti.

-Eres diferente. 

-No me vengas con esas. Eso es muy de película.

-Pero es la verdad.

-No quiero, ni puedo creerte.

-¿Qué puedo hacer para que confíes en mi?-dijo mirándome por primera vez a los ojos.

-Deberías saberlo tu.-dije molesta.-Mejor me voy...

-No deberías enfadarte.

-¿Y eso porque?

-Porque te he dicho que te quiero...

-Pero no lo has demostrado.-dije cerrando la puerta detrás de mi, dejando a Harry con la palabra en la boca.

Cuando salí del allí miré la hora, las tres de la tarde, que tarde se me había echo... De camino al centro de Londres, me compré un perrito caliente y me lo fui comiendo por el camino. Justo cuando estaba allí vi que para Navidad habían puesto una pista de patinaje sobre hielo. Me acerqué para alquilar unos patines.

-¿Número de pie?

-Treinta-y-siete. 

En dos segundos me puse los patines y me lancé a la pista. Apenas eran las cuatro llevaba allí un buen rato patinando. No necesitaba a nadie para pasármelo bien, la verdad. 

-Tss.-dijeron dándome un empujón.

-Ves con más cuidado!-dije gritándole a aquel hombre.

Volvió corriendo hacia a mi, empujándome de nuevo. Casi caí al suelo.

-¿Pero tu eres tonto chaval? Déjame en paz.

-¿De verdad quieres que te dejé tranquila?-dijo quitándose la bufanda que le cubría la cara. 

-Eres imbécil, ¡¿no ves que casi me tiras?!-él volvió a cubrirse la cara y siguió patinando como si no hubiese pasado nada.

¿Como sabía que yo estaba aquí?-pensé. Posiblemente sería una coincidencia ya que este es el lugar perfecto para venir por la tarde. Además venia tapado para que no le reconociesen. 

-Z!-le grité para que se diese la vuelta. Yo llegué patinando hasta donde estaba. -Oh, siento interrumpir.-dije cuano vi que estaba con una chica. Seria de mi edad más o menos, algo más alta que yo, castaña muy clara y ojos azules que enamoraban. 

-Jess, ella és Clary.

-Si, la conozco, sale bastante en las revistas de moda.

-Veo que eres lectora de esas revistas entonces.-dijo sonriente.

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