Miro una y otra vez aquel extraño aparatito donde se podían divisar claramente dos delgadas líneas rojas, esto tiene que estar mal. Me debatía entre reír y auto convencerme que nada de esto era cierto, que era tan solo una broma de mal gusto o ponerme a llorar como nunca antes y asumir que mi vida daría un cambio de 180 grados. Mi primer impulso fue agarrar mi celular para llamar a Benjamín, pero instantáneamente me arrepentí. No puedo decirle nada, no por ahora.
Volví a agarrar mi celular y le marque a la única persona en la cual confío plenamente. Olivia.
No pasaron ni cinco minutos cuando ella ya estaba golpeando la puerta de mi casa, por suerte mis tíos no estaban ya que habían ido a la casa de mi prima Ramona, que vive en un pueblo a poco más de dos hora de aquí.
-¿Estas segura que estas cosas no se equivocan?-le pregunte a mi amiga entrando casi en estado de pánico.
-Sara… “estas cosas” como vos decís, no dan falso positivo, pueden dar falso negativo, pero si ves dos rayitas… prepárate para ser mamá-respondió ella con una tranquilidad que me asustó aún más.
-¿Vos estas muy tranquila no? Claro, como no sos vos la que está embarazada.
-Estoy tranquila porque vine a ayudarte, y si yo me pongo como vos no vamos a poder hacer nada. Al contrario, vamos a empeorar todo.
-¿Peor? Olivia, ¿Acaso esto se puede poner peor?
-La verdad, espero que no. ¿Cómo se lo vas a decir a mi hermano?
-¡Noooo!-dije pegando un salto de mi cama-Benjamín no se puede enterar de nada.
-¿Cómo qué no? ¿Te volviste loca?
-No Olivia, no puedo arruinarle la vida.
-¿Y entonces tu solución es cargar vos sola con algo que es responsabilidad de los dos? Muy inteligente de tu parte amiga.
-Oli, aunque te lo quiera explicar nunca entenderías mis motivos.
-Inténtalo… Soy todo oídos.
-Él tiene sueños, anhelos, no puedo destruir todo por un error.
-Un error que les va a dar lo más lindo que les puede dar la vida, un hijo. Quizás no es buen momento, quizás los agarro muy jóvenes, pero es de los dos. No podes negarle eso a mi hermano.
-¿Y si me odia?-le dije ya con lágrimas en los ojos.
-¿Cómo te va a odiar?-se acercó a mí y me abrazo fuerte-Vos los conoces a él, y sabes claramente que por sobre todas las cosas esta enamorado de vos como un idiota.
-Pero no puedo decirle, por favor Olivia-la agarre de la cara obligándola a mirarme a los ojos-Prométeme que no le vas a decir nada, por favor Olivia, ¡¡Prométemelo!!-le grite al no obtener respuesta de su parte.
-S…si te lo prometo-dijo algo dudosa- Pero quiero que sepas que no estoy ni un poquito de acuerdo con esta decisión.
-Con que la respetes me alcanza.
-Ahora, ¿Me podes contar como paso?-yo le regale una pícara sonrisa a lo que ella respondió con una sonora carcajada-No me refería específicamente a ESO. Dejó, no es necesario que me expliques nada.
Esa noche después que Olivia se fue, no pude pegar un ojo. Di vueltas y vueltas en la cama, pero con el pasar de los minutos cada vez me resultaba más incómoda. No podía dejar de pensar que iba a hacer. ¿Cómo decirles a mis tíos sin que me envíen nuevamente con mis padres? ¡Mis padres! Me van a encerrar de por vida, sobre todo mi padre con lo estricto que es. Pero lo que más me preocupaba era que hacer con Benjamín, él antes de conocerme tenía muchas chicas, no le costaría nada cambiarme por otra cuando se entere. Pero no puedo negarle su padre a mi hijo. Mi hijo, suena tan ilógico, tan lejano, casi imposible.
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Todo por Ti © (#2) ✔ [En Edición]
Teen FictionEsta es la segunda parte de "Si pudiera ser parte de Ti" No es estrictamente necesario leer la primera para entender, pero igual se los recomiendo. Olivia y Benjamín están a punto de cumplir 17 años , ellos son los hijos de Morena y Teo. Olivia e...