El "Hada Madrina" de Kai

3.6K 650 139
                                        


Mientras desayunaban, Kai no dejaba de observar muy sonriente a Kauffmann. Este le miraba de reojo con curiosidad, tratando de entender qué hacía al niño tan feliz en ese instante; pero se mantuvo comiendo en silencio sin molestarlo.

De pronto, Atlas se levantó del piso y se puso en posición de "alerta" señalando hacía la puerta principal. Simmons había llegado, pero no estaba solo.

—Kai, ve al laboratorio. No salgas de allí a menos que te lo pida.

El niño corrió hasta la puerta del laboratorio y abriéndola bajó aprisa las escaleras, mientras Atlas le seguía los pasos. Entretanto Kauffmann dejó pasar a su colega que venía acompañado de la Doctora Rebecca Davis.

—¿Becky? Pero... ¿Qué haces aquí...?

—La traje, Oskar. No voy a discutir contigo, aquí está. La necesitamos.

—¿Ya sabe...?

—No, Oskar. Mike no me ha dicho nada y comienza a inquietarme muchísimo todo este asunto. ¿Qué se supone está pasando? ¿Me lo explicas tú?

—¡Demonios!

Kauffmann se pasó la mano por la cara frustrado, pero entendió que dada la situación de Kai no tenían otra opción. Le señaló a Rebecca el sofá y ella muy preocupada se sentó sin quitarles la vista de encima a los dos hombres.

—¿Y bien...? Comienzan a asustarme. ¿Van decirme qué está pasando? ¿A qué se debe tanto "secretismo"?

Simmons se sentó también y le hizo una seña a Kauffmann, él era la cabeza del proyecto, la persona más idónea para explicarle a la doctora Davis la verdad. Asi que él se sentó frente a ella y llevándose la mano a la boca unos minutos pensaba en silencio cómo explicarle de forma coherente y simple la complicada situación:

—Becky, empecé una investigación científica hace un par de años a raíz de la muerte de Emil. Descubrí que existía la posibilidad de manipular el código genético humano, de forma que se pueden alterar algunas de sus características por medio de una serie de factores o algoritmos. Estos "Algoritmos", a partir del cruce selectivo de material genético, nos pueden permitir desarrollar una especie mucho más apta, una evolución controlada a un ser más...perfecto.

—¡Espera! Déjame ver si te entiendo: ¿Estás realizando un experimento donde manipulas el genoma humano? ¿Con qué fin?

—Ya te lo expliqué: Para tener un ser humano sin defectos. Sólo piensa esto: Alguien que nunca sufrirá ninguna enfermedad, que nacerá libre de defectos congénitos y que no envejecerá...ni morirá.

—Eso es...imposible. Una utopía...

—¿Y si te digo que lo logré? ¿Me creerías si te digo que la posibilidad de que exista una evolución humana de ese tipo es real?

—Oskar... ¿Qué hiciste?

—¡Hacerlo realidad! ¡Mi experimento funcionó! Pude desarrollar una especie de "mapa", una cadena de algoritmos única que da como resultado un embrión evolucionado. ¿El perro? ¿Lo recuerdas? No es cualquier animal, es una especie evolucionada que gesté en mi laboratorio. Ese perro es inmune a cualquier enfermedad, sus capacidades cognitivas son altamente desarrolladas y además es invulnerable, puede regenerar su tejido y hasta partes enteras de su cuerpo que hayan sufrido una lesión o hasta una amputación, en cuestión de minutos...

—¡No vayas hacer lo de la cola, por favor! —Le interrumpió Simmons aun afectado por el recuerdo de ese episodio.

—Entonces...ese animal... ¿Lo desarrollaste en tu laboratorio?

A.D.A.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora