—¡Al fin llegas! ¿Tienes hambre? Puedo prepararte algo rápido...
Kai le saludó con seriedad. Ni siquiera se acercó a él, sólo le habló desde la cocina. Atlas si salió muy emocionado a darle la bienvenida, el perro siempre tenía por costumbre saludar al mayor montándole las dos patas delanteras en el pecho y le lamia la cara muy feliz. Kauffmann frotó la cabeza del animal y luego lo instó a bajarse. Se acercó entonces a la cocina.
—¿Molesto?
—¿Para qué me preguntas lo que ya sabes? De verdad no quiero discutir, estoy tratando de ser civilizado.
—"Ser civilizado" no es muy importante si actúas de forma tan inmadura. ¿Ni siquiera vas a preguntarme si está bien? Él es el segundo de tu especie, otro como tú, ustedes podrían ser...
—¡NADA! ¡No me importa! ¡Es tu experimento, el trabajo de tu vida! No me interesa si hay otros como yo, son sólo clones. ¡Yo soy único!
Kai arrojó todo lo que tenía sobre la mesa al piso y salió de la cocina furioso. Kauffmann respiró profundo, se ajustó los anteojos y se puso a limpiar el reguero que dejó su muchacho. Sabía que los celos carcomían a Kai, pero lo necesitaba; el mayor temía por la suerte del niño que había dejado en manos de G-MED y solo no podría ayudarlo.
Luego de limpiar la cocina y tomarse un té, decidió que ya le había dado tiempo a Kai de calmarse y fue a verlo. Se plantó frente a la entrada de su habitación y le vio acostado en su cama lanzando una pelota de goma contra la pared.
—¿Puedo pasar?
—Hazlo.
El mayor se sentó en la cama a su lado y comenzó acariciar su cabello. Kai seguía muy serio, sin duda muy dolido y enojado con Kauffmann, pero este ignoraba su aparente desprecio y empezó a hablarle al oído de forma tierna:
—Entonces, Kai... ¿Ya no me quieres?
—Sabes que no es así.
—Pues es lo que parece: Llegó a casa, no me recibes; te molestas y lanzas mi desayuno al piso y ahora me ignoras. De hecho diría que ahora me odias.
—¿Te estás burlando de mí? —Kai volteó a verlo y veía la sonrisa en la cara de Kauffmann.
—Sólo estoy diciendo la verdad, Kai. Pensé que amabas, pero ya veo que sólo era algo sexual, quizás ya te aburriste de mí.
—¡No digas eso! ¡Yo te amo!
—Demuéstramelo...
Kauffmann Se inclinó al joven y buscó sus labios. En ese momento Kai dejó pasar su molestia y le besó de forma muy apasionada atrayéndolo hacía sí. El mayor se hizo lugar en la pequeña cama y se recostó sobre él pegando su cuerpo al suyo mientras le besaba y metía sus mano bajo camisa su camiseta. Acariciaba la piel suave del joven y este se aferraba también a su cuerpo.
—¿Ves lo que te pierdes por estar disgustado? —le dijo Kauffmann sonriendo mientras jugaba con sus labios. —No tienes por qué estar celoso, tú eres único para mí.
—No quiero sentirme asi, te necesito. No quiero que te separes de mi lado, te quiero aquí conmigo, no allá.
—Te prometo que pronto todo esto terminará, y estaremos tranquilos.
Kai dejó de besarle, por un instante miró los ojos del mayor y percibió algo de angustia en él.
—No estás seguro de eso, sólo me dices lo que quiero escuchar.
—No puedo mentirme, Kai; pero sabes que deseo que todo esto termine y darte la vida que te mereces. ¿Eso si lo crees verdad?
Kauffmann puso la mano de Kai sobre su pecho y el joven sintió los latidos de su corazón.

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A.D.A.N
Science FictionSinopsis: El doctor Oskar Kaufmann está obsesionado con descubrir los secretos del genoma humano. Cree que allí se encuentra la clave para la prevención de terribles enfermedades, mutaciones y males congénitos. Podría de hecho encontrar dentro del A...