—Aceptaron...
Oskar recibió en su casa a su colega Michael Simmons. Al pasar se dirigió a uno de los muebles de la sala y se derrumbó allí poniéndose las manos en la cara.
—¿Cuando voy a verlos?
—Ahora mismo, si quieres.
—Claro que quiero, iré por mi saco.
—Espera...—Simmons se levantó y atrajo su atención— ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? Ellos trataron de matarte, yo ya ni sé qué pensar de esa gente. Me temo que podamos ser prescindibles y esto no sea más que una trampa.
—Estoy solo en esta casa desde ayer. Si hubiesen querido matarme ya estuviera muerto. No tienen a Kai, ni tienen nada de mis archivos. ¿Qué más les queda?
—¿Y si encuentran a Kai?
—Aún así tendrían un mapa confuso que descifrar. Mike, puedo convencerlos de que nos necesitan, pero si vuelves a traicionarme vas hacer que nos maten. ¿Comprendes? ¡No vuelvas a traicionarme!
Simmons sólo asintió con la cabeza y volvió a sentarse. Oskar fue a su habitación, tomó su saco y se dirigió de nuevo a la sala. Entonces su colega tenía algo más que decirle:
—Oskar... No hay rastros de Becky.
—¿No dijo que fue con su esposo a ver a su hijo?
—He tratado de comunicarme con ella, con su esposo o su hijo desde haces días. Están desaparecidos, nadie sabe nada de ellos.
Al escuchar eso, Kauffmann se angustió. Sin duda, no había ninguna explicación razonable, excepto que estas personas que estaban tras el proyecto A.D.A.N. estuviesen involucradas en su desaparición. De igual modo los hombres abandonaron la residencia para encarar el encuentro.
Durante el camino ninguno habló. Simmons conducía en silencio, tenía en su cabeza sus propias preocupaciones y dudas. Entretanto, Kauffmann pensaba en Becky, no podría perdonarse si algo le había acontecido a ella y a su familia por causa del proyecto A.D.A.N. y trataba de mantenerse optimista con respecto a Kai. Su chico era inteligente y tenía las capacidades para adaptarse a la situación y mantenerse alejado del peligro, pero le preocupaba su fragilidad emocional; no era sencillo verse tan solo de pronto en un mundo con el que aún no había interactuado lo suficiente.
Se detuvieron frente un enorme complejo en las afueras de la ciudad. Kauffmann miraba con asombro aquel lugar mientras eran detenidos en el puesto de vigilancia. Simmons se identificó y el vigilante le dio dos credenciales de visitantes con las que pudieron regresar al auto y acceder al sitio. Encontraron un lugar para estacionarse y se dirigieron a la entrada del lugar.
Luego que ingresaron, Kauffmann pudo leer las enormes letras incrustadas en la pared de mármol:
«Centro de Investigación y Desarrollo de Biotecnología Médica Gedeon Maxwell G-MED»
—¿G-MED? —Kauffmann reconoció el logo del importante centro.
—¿Doctor Kauffmann y Doctor Simmons? ¿No es así?
Ambos voltearon al escuchar sus nombres. Una joven muy sonriente fue enviada a recibirlos. Esta extendió su mano y de forma muy cortés y protocolar les saludó y procedió a presentarse:
—Mi nombre es Eve Hugh, soy doctora en microbiología y especialista en tecnologías alternativas. Es un placer y un honor conocerlos.
—El gusto es mutuo. —respondió Kauffman de forma educada.
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A.D.A.N
Science FictionSinopsis: El doctor Oskar Kaufmann está obsesionado con descubrir los secretos del genoma humano. Cree que allí se encuentra la clave para la prevención de terribles enfermedades, mutaciones y males congénitos. Podría de hecho encontrar dentro del A...