Melliza de Uzumaki Naruto.

Examen Chūnin. Segunda Prueba. Parte Cuatro

En el capítulo anterior.

Dosu: Uf... Es una técnica temible... Si la tierra no hubiera estado reblandecida, estaría muerto. Ahora me toca a mí. –avisaba mientras se disponía a atacar de nuevo, aunque lo esquivó, aun así, veía mal, observando todo borroso, ya que las ondas del ataque si le dieron–. Tus técnicas se basan en la velocidad... Las nuestras en la velocidad del sonido. Sólo con el esfuerzo no lograrás nada. Voy a mostrarte tus limitaciones. –el cejotas escupió por náuseas y empezó a sangrarle su oído izquierdo–. Y esto no es más que el principio. Es imposible resistirse a mi ataque. ¿No te parece? –decía orgulloso, mostrando el aparato en su brazo–. ¡Es un sonido! Aunque logres esquivar físicamente el golpe, el ataque sónico seguirá afectándote. ¿Sabéis en qué consiste en realidad el sonido? ¡¿Lo sabéis?! Exactamente. –decía tras la respuesta de "Son vibraciones" de la peli rosa–. Cuando escuchamos algún sonido, es porque nuestros tímpanos recogen las alteraciones del aire. El tímpano humano tiene un límite de frecuencias, y se rompe cuando escucha un sonido superior a los 150 fon. Y como mi ataque afecta también a los canales circulares, pierdes el sentido del equilibrio. –explicaba tranquilo, ya que era consciente de que ninguno le atacaría por ahora–. ¡Ju, Ju! Ahora mismo eres incapaz de mover el cuerpo. –le decía al cejotas, quien tenía una mano en su oído dañado y temblaba un poco de rodillas en el suelo–.

Narrador Omn.

Zaku: No puedes alcanzarnos con tus ridículas técnicas físicas. No ha estado mal hasta ahora. Me has obligado a mostrarte una de mis técnicas. Pero en adelante no vas a tener tanta suerte. –decía orgulloso, sacando las manos de la tierra, ya que las tuvo ahí desde que protegió a su compañero–. Puedo manipular a placer las ondas sonoras y la presión del aire... Con ellos puedo destrozas las rocas. E introducir aire bajo tierra para que se quede tan blanda como una colchoneta. ¡No son técnicas patéticas como la tuya! –explicaba sus cualidades orgulloso, sorprendiendo a la peli rosa y haciendo que el cejotas maldijera, ya que volvió a recordar a su sensei cuando le dijo que sólo utilizara la técnica cuando tuviese a alguien a quien proteger, que era justo lo que había intentado hace unos segundos, y que le felicitó por todos los avances logrados–.

Dosu: Bueno, ahora te toca a ti. –decía dirigiéndose hacia la peli rosa, a lo que el cejotas se movió rápido para protegerla y golpearle para alejarle, pero tú fuiste más rápida y te colocaste delante de él para recibir el toque del del sonido, recibiendo el choque de frecuencias del sonido, a lo que cerraste los ojos al sentir como perdías el equilibrio, cayendo de rodillas, sorprendiendo a todos por ponerte delante–. _____.... –susurró mirándote, ya que no debían herirte porque se lo había prohibido totalmente la serpiente, mirando luego al cejotas–. ¡Todavía estás bajo los efectos de mi ataque! Me sorprendes mucho... ¡Pero vamos a ver si ese ataque tan espectacular tuyo no era sólo cuestión de fachada!

_____: *Mierda... Entre la falta de chakra, el cansancio, y ahora la pérdida de equilibrio... Tch* –maldecías observando, preparada para intervenir en cualquier momento, sintiendo la preocupación del dragón, algo del mapache, y muy poco del kitsune–. *Parece que están observando la pelea, y aunque me gustaría que interfirieran y ayudaran... Es demasiado peligroso, pero serían de gran ayuda.*

Dosu: ¡El interior de mi brazo actúa como un amplificador que aumenta al máximo el menor de los ruidos...! –explicaba mientras volvía a atacar al cejotas y él se cubría con sus brazos, aunque no servía, ya que aun así, recibía el golpe del sonido–. ¡¡Como un altavoz!! ¡Por si fuera poco, los sonidos de mi ataque son absorbidos por mi brazo, y gracias a mi chakra, puedo enviarlas directamente a mi víctima! Y ahora... –decía mientras el cejotas estaba tendido en el suelo detrás de ti, a lo que empezaste a levantarte para interferir–. Pondré fin a tu vida.