Melliza de Uzumaki Naruto.

¡Naruto regresa!

Como ya he hecho muchas veces, me disculpo por mi tardanza, he tenido ciertos impedimentos... Y ahora pues... Han comenzado las clases, así que voy a seguir actualizando lento, pero no voy a dejar la historia a medias, así que sólo debéis tener paciencia hasta que suba el siguiente capítulo, pero nunca preocuparos porque no vuelva a subir.

Espero disfrutéis la historia, y lo siento por tardar tanto.

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En el capítulo anterior:

_____: Sí... –contestó, aunque se pudo notar que mentía, ya que estaba triste y se sentía culpable por la marcha del moreno–.

Tobi: Haré como que te creo, pequeña _____-chan. –murmuró entre serio e infantil, conociendo bastante bien a la pelirroja–.

_____: No dejaré que le hagáis daño a Naruto-niichan. Sólo recuerda eso. –le recordaba desapareciendo sin esperar ninguna respuesta de parte del enmascarado, que sólo suspiró y se fue de ahí también–.

Nada más desaparecer la pelirroja del bosque, se apareció en el Monte Myōboku, frente a Gamamaru, el Gran Sapo Sabio, quien se encontraba tranquilo en su asiento, queriendo la pelirroja que éste fuera el primero en saber que iba a estar ahí por un tiempo al ser el más importante del lugar, queriendo, por así decirlo, su permiso. Tras tener el mismo después de una pequeña charla para saber cómo se encontraba la pelirroja, fue a entrenar, volviendo a hacer el mismo entrenamiento que solía hacer cuando aparecía ahí. Además de entrenar y enfrentarse a los sapos más poderosos del lugar, terminando todos con bastantes heridas, pero mejorando también.

Al volver a Konoha un año después, habiendo estado poco tiempo con su rubio hermano y el Sannin, ya que prefirió darles espacio de entrenamiento, estuvo entrenando con sus compañeros Jōnin de la aldea y haciendo misiones, la mayoría de rango A y algunas S al pedirle que fuera detrás de algún renegado si sabían que rondaba cerca de la zona.

Shikamaru: Hola _____. –le saludó al encontrársela en el puesto de carne, comiendo distraídamente–. ¿Estás pensando en Naruto? –preguntó sentándose frente a ella–.

_____: Buenas Shikamaru. –le saludó de vuelta, sonriéndole y asintiendo tras la pregunta–. Sí, ya queda poco para que pasen los dos años que Jiraiya dijo que duraría el entrenamiento. Aunque conociendo a Naruto-niichan seguro tarda algo más, pero volverá mucho más fuerte. –aseguraba tranquila y sin borrar su sonrisa, consciente de ese hecho–. ¿Tú cómo vas con tus entrenamientos? –le preguntó, habiendo entrenado poco con sus amigos al haber pasado la mayoría del tiempo con los sensei, realizando alguna misión juntos–.

Shikamaru: Bastante bien, aunque es algo aburrido. –contestaba comiendo algo de lo que había, sabiendo que a la pelirroja no le importaría–. ¿Y el tuyo?

_____: Muy bien también. No sólo soy capaz de conseguir energía de la naturaleza con facilidad y rapidez, también he mejorado en mi Taijutsu gracias a los sensei y a ōbachan. Al igual que he mejorado mis jutsus. –respondía cogiendo algo de la comida del contrario cuando le traen la carne–. Todos estamos volviéndonos más fuertes. Chōji e Ino también han mejorado mucho, al igual que Sakura, Hinata, Kiba, Shino, Neji, Lee y TenTen. –añadía agrandando su sonrisa, sabiendo que contra más fuertes fueran sus amigos menos dificultades tendrían y menos peligro correrían, además de que tenía la sensación de que algo iba a pasar–.

Shikamaru: Así es. Todos se están esforzando mucho, ya que ninguno quiere quedarse atrás. –comentaba comiendo con tranquilidad–.

_____: Yo me voy ya, Shikamaru. Nos vemos. –se despedía besando su mejilla al levantarse, oyendo su despedida al alejarse, yendo con la Hokage–. Buenas, ōbachan.